-
La hermandad de Sanlúcar la Mayor discurriendo por el Camino de Los Tarajales. / M. J. F.
Dos años después el Camino de Los Tarajales vuelve a convertirse en la alternativa a los recorridos tradicionales de las hermandades que peregrinan hasta la aldea almonteña. Las lluvias del domingo impidieron este lunes que las filiales de Sanlúcar la Mayor y de Málaga pudieran hacer su regreso habitual por el Camino de Hinojos.
Tras realizar una inspección sobre el terreno, los especialistas del Plan Romero comprobaron en la tarde del domingo que la salida desde la aldea hacia Caño Marín «está encharcada» y «aún presenta bastantes zonas con balsas de agua», mientras que el camino entre Caño Marín y el Ajolí «el terreno está mejor y las bombas han estado evacuando el agua para que se pueda discurrir por la zona».
El dispositivo especial determinó entonces que «por motivos de seguridad» esta parte del Camino de Hinojos «no era transitable a la hora» en la que las hermandades de Málaga (15 horas) y Sanlúcar la Mayor (17.30 horas) tenían establecida este lunes su salida por el puente del Ajolí.
En su lugar se planteó tomar el Camino de Los Tarajales, una senda por la que en 2016 se vieron obligadas a transitar, tanto a la ida como a la vuelta, las hermandades que hacen el Camino de Sevilla (Camino de Hinojos y Raya Real) debido a las continuas precipitaciones que se concentraron en la semana previa a la romería.
Ahora nuevamente se presentaba como solución. En este caso como alternativa al tramo del Camino de Hinojos, que discurre desde el Puente del Rey hasta el Pino de los Mil Duros, dejando de cruzar el Ajolí, puerta emblemática para los rocieros durante estos días.
Pese a que fue notificada un día antes, este cambio de última hora alteró la partida de Sanlúcar la Mayor. «Venga, vámonos rápidos que dice que hay atascos en esta nueva salida», requería un hermano en la calle Sanlúcar, camino de la ermita para despedirse el Simpecado de la Virgen. «Nos han dicho que aquello está todo encharcado y que no podemos pasar por el Ajolí», se resignaba el hermano mayor sanluqueño, José Luis Silva, mientras escuchaba emocionado la salve que le dedicó la familia de una de las casas de la citada calle, con entrega de ramo de flores y agradecimientos a estos peregrinos llegados desde el Aljarafe sevillano. Aún así, Silva reconocía que ha cumplido «un sueño» al llevar su pueblo al Rocío: «¿Que cómo ha ido? De diez», confesaba mientras que la comitiva aceleraba su paso para salir de la aldea por Los Tarajales.
Este mismo plan b es el que podrían seguir este martes un total de ocho filiales: Escacena del Campo, Manzanilla, Paterna, Carrión de los Céspedes, Pilas, Sevilla y El Viso del Alcor, Hinojos y Chucena. La última decisión dependerá de una nueva evaluación del terreno por parte de los especialistas del Plan Romero.
Poco a poco las hermandades filiales van dejando la aldea. Algunas lo hicieron en la jornada de este lunes sin esperar que concluyera la fugaz procesión de la Blanca Paloma. Fue el caso de La Puebla del Río, Tomares, Carmona, Almensilla, San Juan de Aznalfarache, La Algaba, Coria del Río, Mairena del Alcor, El Cerro del Águila, Gelves o Lebrija, entre otras.
Como novedad este año Sevilla Sur retrasa un día su vuelta a casa. No lo hizo el lunes, sino que lo hará este martes por la mañana, con la salida por el Puente del Ajolí a las seis. «Vamos a estar más tiempo en la aldea y podremos disfrutar tranquilamente de la jornada del lunes», se sinceraba su hermano mayor. A la capital llegará el jueves.