Hace dos años, el Señor de la Salud de la Hermandad de los Gitanos, presidió el Vía Crucis del Consejo de Hermandades de Sevilla. Durante esos días, los rumores de una infección parecida a la gripe llenaban las primeras planas de los medios de comunicación sin hacernos presagiar lo que se nos avecinaba.
Han cambiado muchas cosas en estos últimos dos años. Hemos tenido que aprender a convivir con la ausencia de nuestras costumbres más arraigadas y de personas que nos abandonaron antes de tiempo.
El incienso vuelve a impregnar nuestras calles y vemos colgados los capirotes en las tiendas en una suerte de pregón de lo que está por llegar.
Hoy damos un paso más a esa ansiada normalidad. Un rayo de luz sobre una tormenta que parecía que nunca se iba a marchar de nuestras cabezas.
El día ha sido absolutamente descriptivo de la situación. Durante toda la tarde, el cielo estuvo pintado de gris. Minutos antes de que el Señor saliese de su capilla rumbo a la Catedral, el Sol se abrió paso entre las nubes e iluminó los primeros metros de recorrido. Unos primeros instantes en los que el público no acompañó en demasía, como se pudo comprobar en la calle Imagen. Aquí es cuando se abre el debate de si el modelo está caduco o no es el día indicado para tal menester, pero la realidad fue que el público llenó las calles a medida que iba acercándose la noche y a la Santa Iglesia Metropolitana de la ciudad, donde se celebraría el acto piadoso.
También ha sido una suerte de día de la marmota, pues había varios factores que nos hacían revivir lo ocurrido hace dos años. Las andas en las que estuvo el Señor de Los Panaderos fueron las mismas que las que llevó al Señor de la Salud en el último Vía Crucis celebrado con ‘normalidad’ en la ciudad. También el mando de las andas recayó en la misma persona: Juanma Martín, que seguro que tendría en su mente y en su corazón a su padre recientemente fallecido.
Importante fue también este acto para el nuevo arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, que debutaba en su primer Vía Crucis del Consejo. En su mensaje a la conclusión del rezo de las estaciones, Saiz Meneses hizo mención al conflicto que tiene Ucrania con Rusia y pidió que “no les falte ayuda de sus cirineos”. Un arzobispo que se mostró muy satisfecho cuando le preguntaron los compañeros de El Llamador de Canal Sur Radio por su primer Vía Crucis del Consejo en Sevilla.
En la vuelta sí hubo más público, muy diferente al que estuvo presente en las primeras horas de traslado. “Es como en Semana Santa. El público va cambiando a medida que pasan las horas” comentaba un hermano de la corporación.
Con puntualidad maestrante, el Señor del Soberano Poder en su Prendimiento ponía el broche y a la vez comienzo de estos días de gozo que están por llegar.