Así fue el intento de desestabilizar a Los Gitanos en la Madrugá

Según relata a este periódico Juan Luis Pavón, colaborador de El Correo y testigo directo, hubo dos intentos de ‘carreras’ para romper a la cofradía de los Gitanos en la esquina de la calle Doña María Coronel con la calle Dueñas

14 abr 2017 / 13:58 h - Actualizado: 14 abr 2017 / 15:00 h.
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  • La procesión de Los Gitanos, esta Madrugá por las calles de Sevilla. / Jesús Barrera
    La procesión de Los Gitanos, esta Madrugá por las calles de Sevilla. / Jesús Barrera

Hubo dos ‘carreras’ para desestabilizar a Los Gitanos en su recorrido procesional, según nos cuenta Juan Luis Pavón, colaborador de este periódico y testigo directo de los hechos. La primera, sobre las 4:20, cuando el paso de Cristo estaba a escasos 10 metros de llegar a esa esquina: unos 30 o 40 jóvenes, que estaban situados en el tramo de esa esquina de Doña Maria Coronel más cercano hacia Bustos Tavera salieron corriendo, ‘huyendo’ del cortejo, hacia detrás de sí mismos, hacia el tramo de calle en dirección a Bustos Tavera. No perjudicaron a casi nadie porque detrás de ellos no había gente (en esa zona a esa hora solo había mucha gente frente al Palacio de las Dueñas). Hubo algo de revuelo pero la procesión no se descompuso, y un minuto después ya estaban cantándole saetas desde el balcón de la calle Doña María Coronel que mira hacia calle Dueñas y desde el que le cantan saetas a todas las cofradías que pasan por esa esquina.

La segunda ‘carrera’ tuvo lugar 15 minutos después, y ya lejos del paso, que en ese momento estaba delante del palacio. La ‘carrera’ fue en el tramo de acera de los números pares de la calle Doña María Coronel entre Dueñas y Gerona. Había muy poca gente ubicada para esperar toda la segunda parte de la cofradía de los Gitanos, en ese momento empezaba a pasar por allí el primer tramo de nazarenos de la Virgen. De pronto, comenzaron a correr, como ‘huyendo’, unos 15 jóvenes, unos por la acera y otros por medio de la calle. Y con gritos de histeria. En esta segunda ocasión sí se descompuso el cortejo durante un par de minutos, con nazarenos que se alejaban del lugar.

En ambos casos, no hubo ninguna pelea, ningún herido, ninguna persona atacada ni dolorida, ningún daño ni a personas ni al mobiliario urbano. En apariencia, ninguna causa que provocara las carreras y el nerviosismo.

Y, además, todo sucedió en un lugar donde había poca gente. No era el paisaje de bulla donde no te puedes mover, donde no puedes ver lo que pasa a tres metros de ti, donde puedes desconfiar más de que te pille un incidente en medio de la multitud.

Minutos después, llegaron dos agentes de la Policía Local en moto, y se pusieron en la citada esquina de Doña Maria Coronel con Dueñas. Cuando transitó después por allí el paso de la Virgen, no hubo incidentes.