Hacía años que no celebrábamos una Semana Santa completa. Este 2023 la lluvia, un bien imprescindible por el que debemos implorar, no hizo acto de presencia, el termómetro rebasó por poco los treinta grados, y las hermandades se pudieron lucir desde las Vísperas al Domingo de Resurrección como antes de la pandemia. Fue la Semana Santa de la reforma, de la eliminación de numerosas sillas en Sierpes y del Santo Entierro Grande, pero también de la masificación y el debate.
En las siguientes líneas analizamos lo que, a nuestro juicio, ha sido lo mejor y lo peor de una celebración que pasará a la historia por infinidad de razones y que, a partir de hoy, debe comenzar a sentar sus bases para los próximos años.

Lo mejor
1. El despliegue mediático. Cada año es más diverso, tanto a nivel de artículos en la prensa escrita como de seguimiento a través de la radio y la televisión, sobresaliendo las retransmisiones en horario nocturno. Contar con profesionales solventes es garantía de calidad, y eso redunda en la riqueza de la fiesta.
2. Los exornos florales. Tiempo atrás, para ver originalidad en los pasos teníamos que esperar a la Madrugá, donde la Esperanza de Triana fue pionera en eso de introducir flores exóticas. Luego vino la Virgen de los Ángeles de los Negritos, y hoy un gran número de hermandades apuestan por la diversidad.
3. Las petaladas. Preciosas y llenas de mérito en todas las jornadas de la Semana Santa. De San Nicolás a calle Gerona, de Alfonso XII a Pureza, la costumbre va a más y la fiesta —y los comerciantes de flores— lo agradecen.
4. Proliferación de marchas clásicas. De 'Corpus Christi' a 'Nuestro Padre Jesús', de 'Cristo del Amor' a 'Azotes', pasando por 'Puente de San Bernardo' o 'Alma de Dios'. Nada como los sonidos de siempre para pellizcarnos el corazón.
5. Las buenas saetas. Pese a las fluctuaciones del género, afortunadamente contamos con excelentes intérpretes que este 2023 nos han dejado con la boca abierta. Álex Ortiz, Argentina, Laura Gallego y Manuel Cuevas entre los mejores. Eso sí, lo bueno, si breve, dos veces bueno.
6. El incienso. Mezclas refinadas y un trabajo exquisito por parte de los acólitos nos han permitido disfrutar del aroma por excelencia de la Semana Santa, este año con el plus de los naranjos en flor. Los que conocemos Jerusalén y hemos tenido ocasión de oler sus inciensos tenemos claro que los sevillanos los superan con creces.
7. Presencia femenina en los cortejos. Diputadas de tramo, guardias civiles, acólitas... Este 2023 hemos visto más mujeres que nunca en los cortejos, lo cual es una excelente noticia. Confiemos en que los próximos años la fiesta se enriquezca con nuevas incorporaciones así como pregoneras, hermanas mayores, etc.
8. Vestidores y priostes. Basta con echar un vistazo a las fotografías antiguas para comprobar que la Semana Santa del siglo XXI es la mejor en materia de atuendo para sus imágenes. No es necesario mencionar nombres, pero las principales devociones van vestidas de manera impecable —el resto también—. Y qué decir de los priostes, cuya labor es esencial a la hora de montar los pasos. Matrícula de honor para ellos.
9. Los encendedores. Suelen aparecer poco en las crónicas, pero su trabajo merece ser reconocido. Este 2023 no ha sido especialmente ventoso, pero aun así quienes portaban la caña han cuidado de las candelerías en todo momento, algo que se agradece.
10. Las bandas. ¿Qué sería de nuestra Semana Santa sin la banda sonora creada ex profeso por maestros como Font de Anta, Pedro Morales o Bienvenido Puelles? Cada año las formaciones musicales suenan mejor y eso es merced al esfuerzo de unos intérpretes que invierten parte de su vida en ello.
11. Los aguaores. Tanto los de los costaleros como los de Emasesa —a quienes muchos nazarenos y espectadores hemos de agradecerle el detalle—, el agua fue clave para soportar los grados de más en una Semana Santa espléndida.
12. Los niños. El color, la inocencia, el futuro de nuestra Semana Santa. Son preferibles cien niños tirándonos de la túnica para pedir un caramelo que una calle repleta de adultos en silencio. La de Sevilla es una celebración popular, y aunque cada cofradía tiene su sello, ver a los pequeños ilusionados es la mejor muestra de que esto continuará para siempre.
13. Los costaleros. Los pies de Dios y de su Madre, el pulso de nuestros pasos, la fuerza y el corazón. En cada chicotá, el costalero pone su alma, y eso se aprecia desde un balcón, en la Catedral o a pie de calle. Los de este año, con el añadido del Santo Entierro Grande, han estado de diez.
14. Los nazarenos. Los verdaderos protagonistas de las cofradías. Un año más soportando parones, altas temperaturas, recorridos demasiado largos, etc. Sin ellos no existiría la Semana Santa, por lo que hablar de ‘númerus clausus’ de cara a un futuro es un completo error.
15. El arzobispo. Su permanente sonrisa y su conexión con nuestro modo de vivir la Pasión lo convierten en el pastor más apreciado por los sevillanos en menor espacio de tiempo. Dios le conserve la salud por muchos años.

Lo peor
1. Obsesión por los horarios. Hemos pasado de aceptar como normal un retraso de cuarenta y cinco minutos a la salida de la Catedral a señalar a una corporación por ciento veinte segundos de más en la Campana. La Semana Santa exige disciplina, pero sin exageraciones. Que una hermandad adelante su hora de salida o aligere su recorrido para luego detenerse a esperar es absolutamente contraproducente.
2. Exceso de crítica en las redes. Papeleras llenas, sillas plegables ocupando espacios señalizados con prohibiciones, acampadas en las aceras... A nadie nos agrada ver la ciudad sucia y congestionada un Domingo de Ramos o durante la Madrugá, pero no hemos de olvidar que la Semana Santa es un reflejo de la sociedad, y la actual deja mucho que desear. Publicar decenas de fotos ‘horribilis’ en las redes sociales sirve de poco. La solución es educar y, llegado el caso, denunciar ante el organismo competente.
3. Poca empatía con los cortejos. Los nazarenos no sólo sufren empujones y pisotones en calles estrechas y cruces sino que sus diputados deben soportar malas caras cuando ruegan no transitar entre las filas. Lo mismo ocurre con los músicos, cuya tarea cada vez se vuelve más complicada por las continuas faltas de respeto.
4. Pegas a los medios de comunicación. Ni que decir tiene que el objetivo de los periodistas es llevar la Semana Santa a ancianos, impedidos, sevillanos en la diáspora y miles de devotos de todo el mundo, por lo que hacer que se sientan incómodos tanto a las puertas de algunos templos como delante de los pasos es un error mayúsculo. Divulgar nuestra fiesta, además de generar puestos de trabajo, es una fuente de riqueza para todos.
5. Precios abusivos en ciertos establecimientos. Es comprensible que un hostelero busque compensar las múltiples horas extra así como las contrataciones temporales durante la Semana Santa, pero cobrar un refresco a cuatro euros es una barbaridad.
6. Nazarenos de a tres (y de a cuatro). Dicho ejercicio no solo condena a los implicados sino también a la estética, al privar a los cortejos de una uniformidad acorde a su estación de penitencia. La Semana Santa del siglo XXI exige cambios radicales y este es uno de ellos.
7. Exceso de estrenos musicales. Este 2023 han visto la luz más de treinta marchas procesionales, de las cuales sólo un pequeño número se perpetuará en el tiempo. No cabe duda de la noble intención de compositores y músicos, pero casi todos estamos de acuerdo en que es mejor calidad que cantidad.
8. Falta de urinarios públicos. Pese al innegable esfuerzo del Ayuntamiento por incrementar este servicio en zonas cercanas a la carrera oficial, existen infinidad de lugares donde cuesta un mundo encontrar un aseo, por ejemplo en la Ronda Histórica, Triana o la Macarena.
9. Obsesión por los móviles. En la Semana Santa actual, ser profesional de la fotografía es un reto, ya que rara es la estampa donde no aparece un smartphone inmortalizando un misterio o un palio. Eso por no hablar de los palos selfie, que en ocasiones representan un peligro para capataces y contraguías. La última moda es pedir a los nazarenos con un mensaje en la pantalla.
10. Escaso decoro. Cierto es que la sociedad actual es sobre todo plural y nadie debe imponerle un atuendo a nadie, pero cuesta acostumbrarse a esos balcones llenos de turistas sin camisa o a jóvenes con ropa playera. El saber estar es algo que se aprende en casa y es válido para todas las facetas de la vida, ya vivas en Sevilla, Pekín o Londres.
11. Prohibición de vender botellas. Concretamente aquellas de más de medio litro a partir de las ocho de la tarde en zonas por las que pasa una cofradía. Algo comprensible en el caso de las bebidas alcohólicas, pero no para el agua.
12. Odio a los abonados de la carrera oficial. Personas cuyo 'privilegio', en la mayoría de los casos, es fruto del esfuerzo económico de padres y abuelos trabajadores que se ciñen a las normas establecidas por el Consejo y el Ayuntamiento. No olvidemos que con los ingresos obtenidos por el alquiler de las sillas se mantienen un alto número de hermandades de penitencia y de gloria y se alimentan a miles de personas gracias a las bolsas de caridad.
13. Penas a la hostelería. Multar a negocios tradicionales por permitir que su clientela se tome una cerveza de pie mientras observa una cruz de guía, y al mismo tiempo tolerar que cualquiera adquiera latas en una tienda y se siente a bebérselas en una hamaca para ver pasar la cofradía completa, es cuanto menos paradójico.
14. Coches mal aparcados. Parece que inundar las calles de señales de tráfico, cintas y carteles recordatorios en una fiesta como la Semana Santa resulta a día de hoy insuficiente. ¿Qué se puede hacer para evitar que los coches impidan el paso de una cofradía en el futuro?
15. Falta de generosidad. El funcionamiento de la Semana Santa depende en gran medida de la colaboración ciudadana. Ser generoso significa dejar pasar en las bullas, respetar al conductor del autobús, comprender a los agentes del orden... Lo contrario es sinónimo de egoísmo, un pecado que por desgracia va en aumento.

Crónicas de la Semana Santa 2023
En las siguientes líneas adjuntamos las crónicas publicadas esta Semana Santa en El Correo de Andalucía.
Viernes de Dolores: https://elcorreoweb.es/maspasion/un-viernes-de-dolores-para-enmarcar-IE8475695
Sábado de Pasión: https://elcorreoweb.es/provincia/de-padre-pio-a-sevilla-este-cronica-del-sabado-de-pasion-HJ8478898
Domingo de Ramos: https://elcorreoweb.es/maspasion/un-domingo-de-ramos-esplendoroso-IL8481587
Lunes Santo: https://elcorreoweb.es/maspasion/dios-bendiga-al-lunes-santo-GN8483989
Martes Santo: https://elcorreoweb.es/maspasion/un-martes-santo-tan-efimero-como-radiante-II8486956
Miércoles Santo: https://elcorreoweb.es/maspasion/devocion-por-encima-de-los-horarios-AC8488031
Jueves Santo: https://elcorreoweb.es/maspasion/un-jueves-santo-en-verso-BL8490388
Madrugada: https://elcorreoweb.es/maspasion/las-siete-maravillas-de-la-madruga-ED8489701
Viernes Santo: https://elcorreoweb.es/maspasion/como-se-pasa-la-vida-como-se-viene-la-muerte-JK8491784
Sábado Santo: https://elcorreoweb.es/maspasion/un-sabado-santo-para-la-historia-CM8493105