Puñal

10 dic 2017 / 08:28 h - Actualizado: 10 dic 2017 / 08:28 h.
"Guía cofrade"
  • Puñal de la Virgen de la Hiniesta estrenado en 2008 e inspirado en los bordados del palio. / El Correo
    Puñal de la Virgen de la Hiniesta estrenado en 2008 e inspirado en los bordados del palio. / El Correo

Además de la corona, las imágenes procesionales de la Virgen lucen en Semana Santa dos tipos de alhajas: unas, más variadas y muy populares hasta no hace mucho, son las piezas de joyero: anillos, rosas de pasión, broches y mariquillas... y en el otro grupo, que es el que ha prevalecido y predomina a día de hoy, están las dos alhajas sacras: el puñal y el rosario. El puñal, clavado en el pecho a la altura del corazón, responde a la profecía pasionista a la que hace alusión el Evangelio de San Lucas en su capítulo 2, cuando recoge el pasaje en que María y José llevan a Jesús al templo de Jerusalén para su consagración al Señor según la costumbre, con el habitual sacrificio de un par de tórtolas o pichones conforme a lo establecido por la ley. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones». Ese es el sentido del puñal: dar por cumplida la profecía de Simeón, la espada del dolor atravesando el corazón de María.