- Vídeo: gentileza de Planea Producciones
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Foto: Jesús García
Dios te salve, Virgen Pura, que en Santa María brillas con luz propia. Reina del Cielo y de la Tierra, de tu pueblo de Carmona que en sus hombros te portaron con cariño y devoción. Madre de misericordia, como las hermanas que habitan en el convento de las Descalzas y que de alegría han llenado tu Novena. De gracia y pureza inmensa, con tu gente de la Judería, que bien temprano en la mañana abrieron sus corazones, sus puertas, su forma de entender la vida y te pidieron paz y bien para cerrar costuras rotas.
Foto: Jesús García
Vida y dulzura en quien vive toda la esperanza nuestra; esperanza derramada sobre esos ancianos de tu nueva Alameda, tras regar de bendición a todo el barrio de Hytasa y San Francisco. A ti Reina suspiramos, camino de la Necrópolis, sobre sus milenarias piedras. No permitas que ningún vecino de tu querida Villarosa esté gimiendo y llorando penas en aqueste triste valle de lágrimas y miserias de esta tierra nuestra llamada Andalucía. ¡Ea pues!, dulce Señora, madre y abogada nuestra, que saludaste a tus Salesianos en sus 125 años y a nuestra Auxiliadora con esos tus hermosos ojos. Y a nosotros siempre vuelvas, frase que se hizo realidad cuando te adentraste en Los Almendrales y en La Paz, donde el tiempo se paró, recibida por todos, y por tus niños del CEIP El Almendral y el Beato. Y casi se hizo noche.
Foto: Jesús García
Y después de este destierro, surcando San Antón que tanto te quiere y te honra, por ese gentío del Real, populoso y entregado; en el cielo nos déis muestra, Patrona de Carmona, como en San Pedro dan fe de vida todos esos hombres y mujeres llenos de vivencias, humildes y pacientes del Hospital, corazón que late fuerte en los arrabales. Y a Jesús, fruto bendito de tu vientre, hermosa perla, tu hijo divino, que en tus manos portaste camino de vuelta a tu casa, dejando tu rastro por las calles empedradas de San Bartolomé, El Salvador y San Felipe, susúrrale que nos ampare. ¡Oh clementísima Aurora! ¡Oh piadosísima Reina! Miraste a la Vega en este anochecer de septiembre otoñal con regusto de verano, y nos traerás la lluvia que riegue nuestros campos que son tuyos, para que el fruto nazca como nace en ese colegio bendito de las Hermanas de la Cruz, ángeles del cielo en la Tierra.
Foto: Jesús García
“¡Oh dulce Virgen María! Por nosotros a Dios ruega”, rezaban tus hijos e hijas por Santiago, kíkili que vuelve a volar. Que seamos dignos de conseguir las promesas de Jesús, tu amado Hijo. Y después, la Gloria eterna. Porque ayer, tras casi quince horas en la calle, Carmona fue tu Salve, Carmona te hizo suya, Carmona supo llevarte a tu Casa desde tu Casa. Que tu Gracia siga derramando bendiciones. Que las tradiciones sigan pasando de abuelos a padres, de padres a hijos, de hijos al Cielo. Y que pronto te volvamos a ver por las calles, pues esta sociedad, este pueblo, te necesita. Que así sea.
Foto: Jesús García
