Cuando las redes sociales las carga el diablo

Hablan los dos jóvenes que recibieron amenazas de muerte tras confundirlos con los detenidos en la Madrugá

21 abr 2017 / 17:53 h - Actualizado: 22 abr 2017 / 12:58 h.
"Sevilla en 140 caracteres","Sucesos de la Madrugá 2017"
  • Daniel Morgaz (18 años) y Adrián Campos (17 años), posan en una foto para este periódico. / El Correo
    Daniel Morgaz (18 años) y Adrián Campos (17 años), posan en una foto para este periódico. / El Correo
  • Una de las fotos de Instagram que desataron la polémica en las redes sociales.
    Una de las fotos de Instagram que desataron la polémica en las redes sociales.
  • Adrián y Daniel en otra imagen a la que acompañaba «#avalancha» y «#putasemanasanta».
    Adrián y Daniel en otra imagen a la que acompañaba «#avalancha» y «#putasemanasanta».

La resaca del Viernes Santo llegó con la noticia de varios detenidos sospechosos de haber originado los altercados de la Madrugá y decenas de vídeos de estampidas a cual más sobrecogedor. Al mismo tiempo, con mayor velocidad, comenzaban a propagarse vía Whatsapp unas fotografías de varios jóvenes que hacían creer que eran los supuestos culpables que estaban en comisaría. En las fotos, publicadas en Instagram, se podían leer frases como «Sevilla va a temblar», «Guapetes antes de la catástrofe» o hashtags como «#Avalancha» o «#PutaSemanaSanta». En suma, algún medio –con poco acierto- llegó a relacionar estas frases con los detenidos.

A partir de ahí las redes sociales comenzaron a disparar contra dos jóvenes: Daniel Morgaz Parra (18 años) y Adrián Campos Bermúdez (17 años). Dicen que no hay condena peor que la popular, y bien lo saben estos dos amigos que aseguran estar viviendo los peores días de sus vidas. A través de las redes sociales recibieron todo tipo de improperios, amenazas... hasta el punto de que denunciaron los hechos. Sobre todo, «para que se supiera que se estaba cometiendo una injusticia» con ellos y lo escrito «se había malinterpretado totalmente».

¿Qué significado tiene «Sevilla va a temblar», Daniel? «Esa foto la subí antes de irnos a ver la Madrugá. Es una frase de cachondeo en plan de que íbamos a pasárnoslo bien, a conocer niñas... Pero con ninguna otra intención ni mucho menos», asegura Daniel Morgaz, autor del texto de los posts. ¿«Guapetes antes de la catástrofe»? «Me refería a lo que pasó... esa foto nos la hicimos antes de ir a Sevilla pero la subí a la mañana siguiente. A mi amigo Adri en el barrio le decimos guapete». ¿Y «#PutaSemanaSanta»? «Esa etiqueta no la puse con ninguna mala intención... a mi amigo Adri le tiraron al suelo y una ambulancia tuvo que atenderlo... lo mismo hubiera puesto si hubiera pasado en la Feria o en algún otro sitio... La verdad es que no sabía que lo iba a leer tanta gente» admite con voz apesadumbrada.

No fue hasta la tarde del viernes cuando Daniel comenzó a darse cuenta del asunto. «Desde el móvil de un amigo hicimos un directo por Instagram y vi cómo algunas personas en el chat comenzaban a insultarme sin venir a cuento. Me quedé muy extrañado y cuando entré en mi perfil personal me encontré todo tipo de insultos, acosos... Justo después me llamó mi entrenador de fútbol para preguntarme qué es lo que había pasado y si tenía que ver con algo de la Madrugá. Me recomendó que no contestara a ningún comentario. Fui yo quien le dijo a mis padres que fuésemos a poner una denuncia a comisaría. Por las redes sociales me estaban diciendo de todo, pero lo más sorprendente fue ver incluso cómo me insultaban niños chicos», subraya al tiempo que reconoce que lo que más le dolía era «comprobar cómo me estaban culpando de lo que les había pasado a muchas personas esa noche».

En relación al mundo de las redes sociales, Daniel se muestra claro: «Ahora mismo no tengo nada en redes sociales ni quiero de momento. Si algún día tengo otra cuenta seré mucho más prudente a la hora de publicar». Sin preguntarle siquiera me dice que quiere agradecer a su «familia, amigos, personas de mi barrio y a mi equipo de fútbol –Unión Deportiva Bellavista–, porque me han apoyado un montón. Desde el principio nadie dudó de mí».

¿Y ahora qué, Daniel? (segundos de silencio)... «Durante un tiempo no pienso ni salir por ahí. La Feria creo que no la voy ni a pisar... Tengo inseguridad de que alguien me reconozca y siga pensando que soy culpable, la verdad». Momento en el que Juan Morgaz, el padre (presente durante la entrevista) apostilla: «El que conoce a Dani le costaría muchísimo creer que él tuviera que ver con algo de lo que se le ha acusado. Sí puedo decir que la única reprimenda que le eché fue lo de haber puesto #PutaSemanaSanta. Eso sobraba haberlo escrito, aunque tuviese otro significado. Su intención lógicamente no era ofender a nadie. Tuvo la mala fortuna de que se malinterpretara todo. Pero insisto, es injusto todo lo que están sufriendo».

A Adrián Campos le gusta mucho la Semana Santa hasta el punto de que ha estado en tres bandas de música distintas. En Madrugá acabó en una ambulancia tras ser pisoteado bajo un alud de personas. «Cuando estaba dentro hubo otra avalancha fuera. Lo pasé mal, la verdad», reconoce. Pero peor lo está pasando ahora: «Me han llamado hasta asesino y amenazado de muerte... que como saliera de mi casa me iban a partir las piernas». Igualmente, agradece a su familia, amigos y vecinos todo el apoyo recibido y en cuanto a las redes sociales lo tiene claro: «No quiero saber nada de ellas hasta que pase mucho tiempo». Pero más claro lo tiene su madre (atenta a todo durante la entrevista): «¡Vamos, que ni se le ocurra!», exclama Mercedes Bermúdez Monge refiriéndose concretamente a Instagram. En su opinión, «los niños han sufrido un linchamiento... amenazas de todo tipo. A día de hoy sigo acompañando al instituto a mi hijo, por temor a que le pueda pasar algo. Me gustaría que se encontraran a las personas que han originado todo esto... porque no hay derecho lo que se ha hecho con estos dos niños. No es justo el linchamiento social que han pasado. Psicológicamente nos ha afectado a todos», explica con emoción.

Dicen que el tiempo lo borra todo, y esto es justo lo que esperan con ansiedad estas dos familias. Que el tiempo ponga a todo en su sitio. Y es que, a veces, parece que las redes sociales las carga el propio diablo.