Cuaresma 2021

David Muñoz y la obligada reinvención de su negocio «Costales el Mosca»

El comercio cofrade ha sido en este año otro de los gremios que ha visto ralentizadas sus ventas, y en este segmento David Muñoz ha llevado su negocio a una nueva dimensión

Carmen Osuna CarmenOsunaG /
18 feb 2021 / 04:00 h - Actualizado: 18 feb 2021 / 04:00 h.
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La tienda cofrade “Costales el Mosca” que pertenece a este joven sevillano y cofrade tiene más de 20 años de historia y existe gracias a la originalidad y búsqueda del confort del costalero por parte de David. Como él mismo afirma a El Correo de Andalucía, trata de buscar la mayor calidad y eficiencia posible en estos productos, para garantizar la comodidad que el costalero necesita en esas largas procesiones de penitencia, algo que hace como si fuera para él mismo.

La repercusión del negocio de David Muñoz es nacional. “No solo se venden los costales aquí en Sevilla, se venden por toda España. En Ciudad Real tengo un punto de venta. Y también lo tengo en Huelva, en Alicante, el Almonte, o en Granada. Entonces claro, si intentas hacer las cosas bien, la repercusión acaba siendo bastante elevada” apunta.

Sin embargo, y si llevamos este complot a la realidad que nos compete este año, la situación actual de David no es mejor que la de otros que se dedican a este sector comercial, aunque la quiebra no haya llamado a su puerta por suerte. “Si te digo la verdad, la situación actual es catastrófica. En un negocio donde el 90% se rige para ventas de artículos cofrades – no solo para el costalero sino todo lo que tiene que ver con el cofrade – aunque pudimos salvar la temporada pasada aun faltando solo 15 o 20 días para Semana Santa, este año, no podremos defender mucho” apunta.

Por su parte, los pedidos que le realizaron el año pasado antes de la declaración del estado de alarma, y teniendo en cuenta que estos pedidos no se hacen de un día para otro, David asegura haber tenido una enorme aventura en la que le ha pasado de todo “Hay pedidos que me anularon, hay hermandades que me dijeron que lo entregara después de Semana Santa y ellos se harían cargo de las sudaderas que me habían pedido. Otros pedidos los he cobrado en septiembre. Otros que los entregué después del verano. En fin, aunque haya quien aún no ha recogido sus cosas, poco a poco le voy dando salida y gracias a Dios, a las hermandades sobre todo, tengo mucho que agradecerle por su compromiso y reacción” apostilla David.

David Muñoz y la obligada reinvención de su negocio «Costales el Mosca»

Además, y aunque la situación está en un ambiguo standby, este empresario sigue vendiendo algunos de esos productos cofrades. “Evidentemente, el stock es más reducido. No podemos arriesgar a tener lo de años anteriores, pero sí se han vendido costales y sudaderas. Muchos de estos, para grupos jóvenes o regalos” afirma.

Y no solo eso, hay algunas hermandades, como una de Alcalá de Guadaíra, que acaban de pedir otros 30 polares; o la Hermandad de la Hiniesta que ha pedido 80 prendas recientemente. Por eso, David cree que la vida en las hermandades, aunque no tienen el mismo movimiento que antes de la pandemia, deben que hacer un seguimiento mediante una serie de reuniones, algo para lo que se abastecen de sus equipaciones, con sus escudos bordados. “Y ya no solo eso, los priostes también compran muchos productos para mantener los enseres. La plata y el oro hay que mantenerlos, aunque las imágenes no salgan a la calle” asegura.

Por suerte y aun siendo un año fatídico, David es de los que ha intentado mantenerse. “El problema es que, aunque no hemos tenido pérdidas, no hemos tampoco hemos tenido ganancias. Estamos en un nivel en el que intentamos sobrevivir y tener para pagar, sobre todo, los gastos fijos: luz, autónomo, seguros...” anota.

Por su puesto, en este negocio se ha tenido que tomar medidas alternativas que van desde la reducción del coste mensual que conlleva tener un negocio abierto hasta la reinvención para poder seguir abriéndolo. En el caso de “Costales El Mosca” las mascarillas, como en otros muchos negocios, han sido una vía de escape. Unas mascarillas que por supuesto cumplen con el filtro estipulado y que a diferencia de otras están protagonizadas por los escudos bordados de todas las cofradías que existen en Sevilla. Unas mascarillas, que, aunque dejen un beneficio mínimo en el negocio, hacen sobrellevar el negocio. Además, camisas bordadas para bares y restaurantes también han comenzado a formar parte de su nicho de mercado.

Sin duda alguna, la Semana Santa deja huella en un gran porcentaje económico. Pero David, es uno de los muchos ejemplos que representan el pensamiento de que el ser humano está hecho para buscar su supervivencia. Un rasgo muy común que, junto a su positividad frente al futuro, le hace esperar muy pronto, una buena temporada previa a Semana Santa, donde los pedidos de sus productos existan a raudales.