Denuncian la procedencia de la corona de la Esperanza de Triana

La denunciante ve muchas similitudes entre la presea de la virgen de Triana con la que se perdió en la iglesia gaditana de Medina Sidonia

Foto Hdad / Manuel Gómez, Manuel Llorente y Domingo Pozo

Foto Hdad / Manuel Gómez, Manuel Llorente y Domingo Pozo / Manolo Ruiz

Manolo Ruiz

¿Cuál es la procedencia de la actual corona de la Esperanza de Triana? Es la pregunta que alguien tendrá que responder. La Virgen luce cada noviembre una corona que abre un debate sobre las donaciones: ¿Patrimonio legítimo o incertidumbre histórica?

El pasado 23 de noviembre, María García Rodón cuestionó a través de un manuscrito a J. G. M., anterior párroco de Santa María la Coronada, en Medina Sidonia (Cádiz), y hoy ex sacerdote, como presunto autor de la donación ilícita de una corona del siglo XIX de la Virgen de la capilla del colegio Nuestra Señora de la Paz (también conocido como San Agustín) a la Esperanza de Triana, según publicó ayer el diario digital Portal de Cádiz y en la que se reproduce la carta enviada al periodista Antonio Jose Candon Herrera por García Rodón, ex alumna del colegio, y donde, presuntamente, asegura reconocer la corona que luce la Esperanza de Triana y que guarda muchas similitudes con la que poseía la Virgen en la destruida iglesia gaditana de Medina Sidonia en julio de 2013.

Actualmente, la corona en cuestión podría ser la exhibida por la Esperanza de Triana, datando del siglo XIX y que fue restaurada antes de su donación en 2017, momento en el que la Esperanza de Triana la estrenó en noviembre del mismo año. La restauración incluyó la incorporación de siete amatistas de gran tamaño y un ancla en el centro, proceso llevado a cabo en la Joyería El Toisón. Según ha podido saber El Correo de Andalucía, con anterioridad la presea pudo haber tenido como destinataria la Virgen de la Salud de San Gonzalo, de la que el ex sacerdote es hermano y quien en su día fue becado en sus estudios religiosos por la cofradía del Barrio León, para que la imagen tuviese una nueva corona de camarín en plata y en su color justo en el año de su coronación, en 2017. El entonces hermano mayor, José Fernández, catedrático en Historia del Arte y buen conocedor de anticuarios, pudo no tener clara la procedencia de la presea, ya que para esa donación no se presentó documento acreditativo alguno.

Foto Hdad / Manuel Gómez, Manuel Llorente y Domingo Pozo

Verificar la procedencia

Este caso resalta la necesidad de una verificación rigurosa del origen y la legitimidad de las donaciones en el ámbito religioso y cultural. Situaciones similares, como el hallazgo de un Libro de Reglas de 1686 de la Hermandad de la O (El Correo de Andalucía 02 NOV 2017) en un anticuario han generado cuestionamientos sobre la certificación de procedencia de objetos culturales, subrayando la importancia de su preservación.

Un caso reciente es el de la Hermandad de los Gitanos, que enfrentó controversia por la posible adquisición de una túnica con un origen incierto. Prevista adquirir bajo mecenazgo de un grupo de hermanos en un anticuario de Sevilla para Nuestro Padre Jesús de la Salud, generó dudas por su presunta relación con la imagen de Jesús Nazareno de Morón de la Frontera, destruida en 1936. Ante la incertidumbre sobre su procedencia, la hermandad declinó oficialmente la donación.

Fuentes de la Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural consultadas por el Correo de Andalucía, sostienen ante estas situaciones subrayar ‘la importancia de un escrutinio minucioso antes de aceptar donaciones, instando a las cofradías y entidades similares a no confiarse únicamente en certificados o facturas de compra, sino a asegurarse de la autenticidad y legalidad de cada pieza que ingresa a su patrimonio’.