Cuaresma 2023

El Cristo de las Aguas cumple 80 años

20 mar 2023 / 08:21 h - Actualizado: 20 mar 2023 / 08:24 h.
"Cofradías","Las Aguas","Cuaresma 2023"
  • El Cristo de las Aguas cumple 80 años

En el día de ayer se cumplieron 80 años de la Solemne Bendición en la Iglesia de Santiago del Santísimo Cristo de las Aguas. Una imagen que, como casi todo lo que envuelve a la Cofradía del Arenal, está rodeada de curiosísimas anécdotas que le dan un trasfondo heroico e incluso, podríamos llamar, rocambolesco que curte a la antigua Corporación Trianera, hasta el punto de considerar de auténtica hazaña que haya perdurado hasta nuestros días.

Este del que hoy hablamos, es el segundo crucificado que realizó Antonio Illanes Rodríguez para la Hermandad de las Aguas. El primero, surge a raíz de las abruptas relaciones con los dominicos de San Jacinto que eran los dueños de la primitiva imagen Titular y que hoy está en Ciudad Real. El encargo del alma mater de la Cofradía, Ramón Gil Trujillo (el Bizco de Triana), no tenemos que imaginárnoslo, nos lo cuenta el propio artista:

El Cristo de las Aguas cumple 80 años


“En un deambular callejero con el Capitán Centellas (rimbombante nombre del mediador entre el artista y los posibles clientes), recalamos una noche en una de esas clásicas tabernas de ancho y bajo mostrador y ventrudas botas de vino con sus correspondientes rótulos anunciadores de sus excelentes caldos. Allí estaba Ramón con sus prosélitos; maduro de edad, media talla, magro de carnes, ligero balanceo de su cabeza abultada y cara ascética, chamuscada de fragua; era cerrajero. De ordinario usaba blusa negra y chulesca gorrilla. El Capitán Centellas con voz de mando, le dijo hiperbólico:

- Aquí te traigo al “mago de la gubia”, mí amado protegido, dispuesto a remozarte con nuevas imágenes el antiguo “paso” de tu cofradía.

Ramón, con sus ojillos estrábicos y hundidos, socavados, echó una mirada de ternas dimensiones a mi escuchimizada humanidad y, encarándose conmigo, me espetó a quema ropa:

- ¿Tendrías tu reaños pa jacernos un Cristo tan gueno como el de l´amor? No me agradó su desplante y, sin amilanarme un ápice, le repliqué con desenfado:

- Soy capaz de hacerles una buena imagen, y si no les agrada, les haré otra mejor.

El viejo cofrade celebró mi arrogancia y quedamos en vernos. Corría el año 1929.”

El Cristo de las Aguas cumple 80 años


El Domingo de Pasión 6 de Abril de 1930 es bendecido en la Parroquia de Santa Ana y en su traslado, desde el Taller del artista (en el Museo de Bellas Artes) hasta el antiguo arrabal, fue acompañado de una ruidosa cohetería donde la algarabía y los petardos escandalizaban a los viandantes. Esto, para entenderlo, tendríamos que enmarcarlo dentro del aspaviento ostentoso del humilde (pobre) ante la consecución de una hazaña que le daría la vuelta, por completo a la Cofradía. Ahora ambos Titulares (Cristo y Virgen) pertenecían ya la Hermandad.

Nos sigue contando Illanes: “...y nos llegó la noche triste, la gran tragedia a la hermandad. Una infausta madrugada, 29 de octubre de 1942, hubo un fortuito incendio que consumió el altar, enseres y todas las imágenes de la cofradía en un santiamén. El Crucificado, San Juan y el Ángel eran esculturas esculpidas por mí. En una visión negra, desoladora, ante los leños carbonizados y humeantes, lloramos todos conmovidos, fuertemente abrazados. Por venturoso azar, tenía yo, recién terminado, otro Crucificado, que vino a sustituir al desaparecido”

Se trataba de la imagen que ayer celebró el aniversario de su bendición. Un crucificado que había realizado en 1941 y del que hay mucho escrito sin concreción y definición. Para resolver los posibles enigmas sobre esta Imagen, vamos a transcribir dos notas del Diario Personal de Don Antonio Illanes en referencia a este crucificado y que es la primera vez que se publican:

“Voy a Madrid en donde expongo el Crucificado que he hecho para la Exposición Nacional, pero a última hora acuerdan rechazar todas las imágenes policromadas, en la que está incluida mi obra. Medida tan arbitraria como injusta. Mi cristo lo tengo en la Iglesia de los P.P. Agustinos, calle Alcalá. Madrid (20 de octubre de 1941)”

La Exposición a la que se refiere el artista es la “Exposición Nacional de Bellas Artes de 1941” (primera después del Golpe de Estado) celebrada en Madrid y que acabó retrasándose al mes de noviembre para poder finalizar las obras de acondicionamiento del Palacio de la Minería (actual Palacio de Velázquez) y del Palacio de Cristal (ambos en el interior del Parque del Retiro de Madrid) que habían resultado muy dañados como consecuencia de la Guerra Civil. El lugar donde se cobijó el Cristo es la actual Parroquia de San Manuel y San Benito y que está frente al Parque del Retiro cruzando la Calle Alcalá. El templo más próximo a esos dos Palacios donde se celebró la Exposición y que finalmente no concursó para la organización al no permitir obras en madera policromada.

El Cristo de las Aguas cumple 80 años


“Tres días antes (26 de octubre de 1942) fui nombrado Hermano Mayor de dicha Hermandad, encargándoseme la nueva imagen del Crucificado, que es el que figuró en una Exposición de Madrid, premiado con 1ª medalla de plata. También me encargan la imagen del San Juan. Yo donaré la imagen de la Dolorosa (no se realizó).”

Tres días antes del incendio, el 26 de Octubre de 1942, se celebraron elecciones donde resultó elegido como Hermano Mayor de las Aguas Don Antonio Illanes. Se decide, después del infortunio, que el nuevo Cristo de las Aguas fuera el que tenía el artista en su Taller y que había participado en la “II Exposición Nacional Estampas de la Pasión” organizada por la Hermandad de los Cruzados de la Fe y que se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Madrid durante la Cuaresma y la Semana Santa de 1942 (desde el 17 de marzo al 6 de abril). Una vez reunido, el jurado determinó que la obra denominada “Cristo” del escultor Antonio Illanes Rodríguez de Sevilla fuera galardonada con la Medalla de Plata.

El Cristo de las Aguas cumple 80 años


Nunca habla de cabeza o de cuerpo, siempre lo llama crucificado. De este modo se demuestra (las fotos son definitorias también durante la Exposición) que este Cristo no gana la medalla de plata con la cabeza y luego la pone en el cuerpo de un Cristo Expirante. Esto forma parte de la leyenda.

Antonio Illanes capitanea el traslado de la Hermandad a su antiguo barrio (vivió en la calle Santiago) y gracias a las buenas relaciones con el párroco de San Ildefonso consiguió el traslado a la Iglesia de Santiago donde se produce la Bendición el 19 de Marzo de 1943. Esa Semana Santa y la siguiente de 1944 procesiona sólo en el paso.

El Cristo de las Aguas cumple 80 años


En 1945 Illanes realiza el San Juan que procesionó en el paso del Cristo de las Aguas hasta 1970 en que fue sustituida por otra de Luis Álvarez Duarte. Este San Juan, pertenece en la actualidad, a la Hermandad de la Vera Cruz de Albaida del Aljarafe y se puede contemplar, estos días, en la Exposición que con motivo del Centenario del Lunes Santo se celebra en la Fundación Cajasol de la Plaza de San Francisco.

La Dolorosa nunca la llegó a realizar Illanes porque Ramón Gil Trujillo pretendió una imagen que recordara a la desaparecida (atribuida a Montes de Oca) y no con la morfología del artista Umbreteño. Para ello, se encargó al artista José Romero Morillo una recreación de la anterior Virgen del Mayor Dolor (tal y como Álvarez Duarte hizo hace 50 años con la desaparecida Virgen del Patrocinio) que se bendijo el 18 de Marzo de 1945 en el Protectorado de la Infancia de Triana. Esta disputa hizo que Antonio Illanes dimitiese como Hermano Mayor y renunciara a seguir siendo hermano de la Corporación una vez que entregó la imagen del San Juan.

El Cristo de las Aguas cumple 80 años


Illanes concibe un Cristo con unos rasgos muy particulares que lo hacen una obra distinta. Nos muestra un crucificado sin apenas signos de la pasión, es decir, con muy poca sangre (la gran profusión de la misma se debe a la “restauración” de Antonio Gutiérrez Carrasquilla), sin el costado abierto (se lo abre el propio autor antes de la Bendición). Es un crucificado moderno, rompedor con los cánones tradicionales, con un modelado suave y, a la vez, clásico barroco. Una concepción diferente, con una cruz canteada plana (sustituida por una arbórea antes de la Bendición), donde la única sujeción es por el sudario proporcionándole un efecto levitativo muy particular. El autor firma en la parte trasera del sudario la siguiente inscripción “Illanes 1941”.

El Cristo de las Aguas cumple 80 años


Para realizar este Crucificado, Antonio Illanes Rodríguez tomó como modelo el cuerpo de José Sánchez López vecino de la Calle Santiago número 12 y que ya le sirvió de patrón cuando realizó, tres años antes, al Nazareno de Alcalá de Guadaira. El artista, que gustaba de usar modelos, y que frecuentemente cambiaba los mismos para generar variedad morfológica en su obra, planteó una oferta irrechazable a Joselito (como se le conocía popularmente en el barrio), de pagarle 10 pesetas a la hora por posar. Hoy tenemos la oportunidad de conocer este curioso dato gracias a su nieta Olga Sánchez Rueda la cual nos facilitó la foto de su abuelo que aquí publicamos.

Después de todas las vicisitudes vividas, Illanes se reconcilia con la Hermandad y a mediados de los años 60 accede a abrirle unos agujeros en la cabeza para colocarle potencias (aunque el artista era poco partidario) y en una significada entrevista realizada por José María de Mena en la Cadena Ser en Marzo de 1968, considera al Cristo de las Aguas la imagen preferida de entre las que procesionan en la Semana Santa de Sevilla.

Finalizamos este artículo con otro fragmento del libro escrito por Illanes “Sevilla y yo”, con el que hemos querido significar y poner en valor a una de las Imágenes Titulares de nuestra Semana Santa, referente en el ámbito de las Bellas Artes y con un patrón devocional de gran relevancia. Ayer cumplía 80 años como Santísimo Cristo de las Aguas.

“Solamente me he quedado con los murmullos que rompen el silencio de mi trabajo cuando es otro Cristo el que tengo entre mis manos. Como el que le hiciera a Ramón para pagar “como buenamente se pudiera”. ¡Aquel que se consumió como antorcha divina una onimosa madrugada! O este, que en el presente fulgura en la Semana Santa sevillana, como un lirio morado de pasión.”