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Fotos: @ResurrecciónSev
La Hermandad de la Sagrada Resurrección va de un cincuentenario a otro. Ahora mismo viven sus cofrades las bodas de oro de la aprobación de las primeras reglas, pero en 2023 serán las de la hechura del titular cristífero por parte del escultor Francisco Buiza, motivo por el que un grupo de hermanos quiere ofrendarle un nuevo juego de potencias la próxima Cuaresma, habiéndosele encomendado el diseño al orfebre José Manuel Bernet Cabeza, quien también las labrará en plata de ley de novecientos treinta milésimas con terminación de chapado en oro de veinticuatro kilates.
Según hace saber la propia corporación de Santa Marina, estas piezas serán de estilo barroco con ornamentación de volutas, hojas de acanto y motivos florales, mientras que la pedrería predominante serán las circonitas en color rubí, y con engastes de piedras preciosas, cada potencia llevará una cartela en su centro iniciales JHS, Jesús Hombre Salvador.
Por otra parte, para representar el concepto correspondiente a cada una de esas palabras, en la primera potencia se usa como símbolo el cristograma más antiguo conocido, el crismón; en la segunda aparece la esfera del Orbe que acoge a todo el género humano, aquella que es sostenida en su propia mano por el Señor y envuelta por el lábaro como símbolo de Redención; y en la tercera aparecen fusionadas las letras griegas alfa (A) y omega (Ù) –primera y última de su alfabeto–, pues hacen referencia al capítulo 21 del Apocalipsis, que describe un escenario de salvación eterna en el que Aquel que está “sentado en el Trono de Dios y del Cordero” afirma ser “el Alfa y la Omega”, el principio y el fin.