Primero fue un solar, donde se plantó una enorme cruz, luego una caracola prefabricada y ahora es un complejo parroquial al que le falta su piedra angular: el templo. Los feligreses de la parroquia de San Juan Pablo II, en el barrio nazareno de Montequinto, sueñan con el día en que sobre el terreno donde hoy crecen la maleza y los jaramagos se levante el primer templo dedicado en Sevilla a la memoria del Papa número 264 de la Iglesia católica. Mientras se reúne el dinero necesario para afrontar su construcción, los feligreses de esta extensa demarcación parroquial –asentada en una de las principales zonas de expansión del área metropolitana de Sevilla– celebran cada fin de semana la eucaristía en el salón de actos del complejo parroquial, un funcional edificio concebido como la «primera fase del proyecto» y que ha sido inaugurado en octubre de 2017.
«Afortunadamente, domingo tras domingo, el salón de actos se nos queda pequeño para acoger a todos los fieles que vienen a misa», apunta el párroco de esta parroquia sin templo, Adrián Ríos, quien recuerda con cariño cómo fueron los difíciles comienzos de la que hoy es una comunidad parroquial pujante, numerosa y muy activa. «Lo primero que hice fue levantar una enorme cruz casi en medio de la nada sobre los terrenos donde se ubicará el templo, y a su alrededor celebrábamos los viernes un viacrucis. Alguna gente decía que éramos una secta», evoca entre sonrisas.
Con la inauguración de la primera fase del complejo parroquial –que incluye la zona administrativa y los salones, entre otras instalaciones– los feligreses de San Juan Pablo II dijeron adiós a la caracola prefabricada que acogió la celebración de los primeros sacramentos y servicios pastorales de una vasta parroquia con una población ya asentada de 20.000 habitantes, pero con decenas de nuevas promociones de viviendas levantándose a su alrededor.
Enclavada en el término municipal de Dos Hermanas –tierra que también pisó el Papa polaco en su última visita a Sevilla para inaugurar la residencia de ancianos de San Rafael–, la parroquia también se extiende a parte de los términos municipales de Sevilla y de Alcalá de Guadaíra.
Aprovechando la ola de efervescencia que se ha generado en Sevilla con la conmemoración de la última visita del Papa a tierras hispalenses, de la que este martes se cumplen 25 años, el párroco de San Juan Pablo II realiza un llamamiento a la sociedad para darle el empujón definitivo a la campaña de colaboración puesta en marcha con el fin de hacer realidad la segunda fase del complejo y construir el nuevo templo parroquial.
Con capacidad para 500 fieles, la iglesia se levantará junto a la primera fase del centro parroquial, sobre terrenos cedidos en su día por el Ayuntamiento de Dos Hermanas, «tan pronto como se reúna la financiación necesaria». «El Arzobispado se ha comprometido a pagar una parte importante del templo y el resto lo estamos intentando reunir gracias a la colaboración de los feligreses, bien a través de cuotas parroquiales o aportaciones extraordinarias, y a las donaciones de los devotos de Juan Pablo II», proclamado santo en 2014. La parroquia también ha puesto en marcha otras «iniciativas extraordinarias» de carácter benéfico, caso de la reciente representación del auto sacramental El Gran Teatro del Mundo en la Fundación Cajasol, «que nos permitió reunir 3.300 euros», o la venta de merchandaising propio. «Vendemos de todo: desde ladrillos con lemas de San Juan Pablo II, hasta pulseras, pasando por polos o sudaderas».
Por el momento, no hay una fecha definida para el arranque de las obras del templo, cuyo plazo de ejecución estimado es de un año. «Lo antes posible», repite Adrián Ríos. «Hay una fecha soñada para su posible inauguración, la del 18 de mayo de 2020, cuando se cumplirán 100 años del nacimiento de San Juan Pablo II».
Mucho tiempo antes, el próximo 29 de septiembre, será bendecida la imagen del Crucificado que presidirá el templo. «Es una obra del imaginero Alberto Pérez Rojas y será un regalo de la Confraternidad de Hermandades de la Vera-Cruz». También está en proyecto una imagen del Papa polaco orante y de rodillas, a inspiración de cuando se postró ante la Virgen del Rocío. Una obra en mármol a la que podría dar vida el profesor Miñarro.
Los números de la parroquia
El párroco de San Juan Pablo II y delegado diocesano de Medios de Comunicación se enorgullece de contar una feligresía muy numerosa y activa, cuyo plan pastoral intenta responder a la llamada del Papa Francisco de apostar por una Iglesia en misión permanente y abierta. «La parroquia cuenta en la actualidad con 35 matrimonios en grupo, 40 catequistas, 60 personas en comunidades pequeñas surgidas de los retiros de evangelización kerigmática, 10 voluntarios de pastoral de la Salud, 10 voluntarios de Cáritas y otros 14 voluntarios para atender a niños de la Fundación Samu Wellness».