La Hermandad del Valle vuelve a instalar, un año más, su belén a tamaño natural en la Iglesia de la Anunciación. Como es tradicional en esta corporación del Jueves Santo, se emplean las imágenes secundarias de sus dos pasos de misterio y otras que posee esta señera archicofradía. Así, la imagen de San Juan Evangelista se reencarna en San José, y una de las mujeres del paso de Jesús Nazareno con la Cruz al Hombro da vida a la Virgen.

Aún no está presente el Niño Jesús, que no será colocado hasta la Nochebuena. Y en esta ocasión, la junta de gobierno que preside Gonzalo Pérez de Ayala como hermano mayor ha solicitado a la Hermandad de la Milagrosa la cesión de su misterio para integrarlo en este belén, aceptando la cofradía que preside Javier Fernández de Martos la invitación.

En este especial montaje, los miembros de la guardía judía aparecen portando unos bacalaos listos para ser preparados como alimento, mientras que el sanedrita y el niño de este paso del Sábado de Pasión integran la escena de la anunciación a los pastores, en cuyo fondo aparece el tribuno a caballo. Las mujeres de Jerusalén del Valle pasan a serlo ahora de Belén, y venden el pescado a los habitantes del pueblo, y los sayones de la Coronación de Espinas dejan de mofarse de Cristo para hacerse adoradores del Niño como Reyes Magos que son.

El pasado año, la Hermandad del Valle contó con las figuras secundarias del Carmen de Omnium Sanctorum, de Reyes Villadiego, y este año aparecen estas salidas de las gubias de Navarro Arteaga. No se descarta, en el futuro, seguir proponiéndole a otras hermandades la cesión de sus misterios para darle forma a esta obra belenista que hasta la próxima Epifanía podrá disfrutarse en el templo de la calle Laraña.
