No es un acto multitudinario, y quizás ahí radique uno de sus principales encantos. El cuarto viernes de Cuaresma, la Hermandad Sacramental del Sagrario concluye el triduo en honor al Santo Cristo del Perdón, el busto de un Ecce Homo que recibe culto en una hornacina interna de la Puerta del Perdón, la que da acceso por Alemanes al Patio de los Naranjos de la Catedral, y como cúlmen tiene lugar un vía crucis con la imagen desde el templo, en este caso la Capilla Real al hallarse la parroquia cerrada por obras, hasta su altarcito, atravesando el citado patio.
Si queremos resaltar que hubo un momento donde no se permitió el acceso de fieles al Patio de los Naranjos, ya que los operarios de seguridad decían que el templo estaba cerrado, que la hermandad no permitía el paso -incierto- o que para qué se iba a entrar a rezar si ya iba el vía crucis por su ecuador. Menos mal que dos oficiales de junta solventaron el asunto. En estas imágenes de Juanma Labrador verán el final de este acto, ya que ni al propio compañero le dejaban pasar.