Nuestro Padre Jesús Nazareno, titular de la Hermandad del Rosario de Santiponce, ha presidido este sábado el XXXII Vía Crucis del Aljarafe, que se realiza en el anfiteatro romano de Itálica.
La procesión comenzó en torno a las 19:30 horas. Unos siete minutos más tarde, la imagen cristífera que José de Arce concibiera en la segunda mitad del siglo XVII salió de la Parroquia de San Isidoro del Campo y San Geroncio de Itálica. Así, se dirigió por la Avenida de Extremadura hacia el conjunto arqueológico de Itálica.
El Nazareno, portado en andas con José Luna como capataz, accedió al anfiteatro romano. Allí se rezaron las catorce estaciones del vía crucis, cada una de ellas presidida por la cruz de guía de una cofradía, generalmente, de la comarca del Aljarafe. Siguiendo el orden que ocuparon en la oración, las hermandades presentes en dicho culto fueron el Rosario de Santiponce, el Rosario de Alcalá de Guadaíra, el Gran Poder de Brenes, el Despojado de Cádiz, el Gran Poder de Camas, Calle Real de Castilleja de la Cuesta, Santa Cruz de Camas, Sacramental de Espartinas, la Soledad de Hinojos, la Sangre de Huévar del Aljarafe, la Vera+Cruz de Olivares, Belén de Pilas, las Penas de Sevilla y la Vera+Cruz de Valencina de la Concepción.
Una vez finalizado el vía crucis, el Nazareno dejó atrás el anfiteatro y discurrió por Itálica, transitando por el Cardo Máximo, camino del Cementerio Municipal San José de Santiponce. Allí se rezó como cada año por las almas de los difuntos.
El cortejo lo conformaron las representaciones de las cofradías participantes en el acto con sus cruces de guía, otras insignias, cofrades con faroles y antorchas encendidas, el cuerpo de acólitos y un trío de música de capilla.
El Nazareno se alejó del cementario descendiendo por una pronunciada cuesta con unas espectaculares vistas de Sevilla como telón de fondo. Sin duda, uno de los momentos más atractivos y especiales de la procesión, a la que acudieron centenares de cofrades; vecinos del pueblo, sevillanos y procedentes de distintos puntos de la provincia. El frío de la noche característico de dicha cita no desanimó a los asistentes.
De este modo, Nuestro Padre Jesús Nazareno regresó a las calles del pueblo buscando su parroquia, donde entró a falta de pocos minutos para la medianoche.
En el vídeo que encabeza esta crónica se pueden revivir distintos momentos de la procesión, que ya es un clásico de la cuaresma en este rincón de Andalucía.