El Cristo de San Miguel ha presidido este Martes de Pasión el vía crucis del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Alcalá de Guadaíra. Cada año, en la localidad sevillana, protagoniza este culto externo la imagen cristífera, según el orden invertido de la Pasión de Cristo, de una cofradía alcalareña. La procesión comenzó a las 17:30 horas, cuando salió el cortejo que acompañó al crucificado, titular de la Hermandad de la Tercera Palabra concebido por Darío Fernández en 2011, de la Parroquia de Santa María y San Miguel, sede canónica de la corporación.
La cofradía que hace estación de penitencia el Lunes Santo radica en el alcalareño barrio del Campo de las Beatas, separado del casco histórico del municipio por el río Guadaíra y donde abundan las pronunciadas pendientes. Tradicionalmente se reza el vía crucis entre la Parroquia de San Sebastián y la Parroquia de Santiago. En el trayecto comprendido entre ambos templos se encuentran diferentes azulejos marcando las distintas estaciones del rezo. Para llegar a la Parroquia de San Sebastián, el Cristo de San Miguel, entronizado en las andas procesionales de la sevillana Hermandad de Montserrat, que le permiten mantener una posición vertical, tuvo que cruzar el río por el Puente de Jesús Nazareno en una calurosa tarde cuaresmal.
En la Parroquia de San Sebastián, el Cristo de San Miguel se encontró con las hermandades del Cautivo, la Amargura y el Dulce Nombre. Allí, en torno a las 20:30 horas empezó el vía crucis. El cortejo se dirigió a la Parroquia de Santiago y en cada estación, como es costumbre, un vecino cantó una saeta de Alcalá alusiva al pasaje correspondiente del camino de Cristo hacia el calvario. Los alcalareños y cofrades procedentes de otras localidades asistieron en buen número a este culto externo. Las obras en la calle La Mina provocaron un pequeño cambio en el recorrido.
El vía crucis finalizó en la Parroquia de Santiago, donde el Cristo de San Miguel coincidió con los titulares de las hermandades de Jesús y de la Divina Misericordia. El camino de regreso al Campo de las Beatas, con el acompañamiento de un trío de música de capilla, brindó momentos muy atractivos como el paso por el Puente de Jesús Nazareno en la oscuridad de la noche y el castillo de Alcalá como telón de fondo. El Cristo de San Miguel realizó su entrada antes de la medianoche.
Con el vídeo que se encuentra en la parte superior de esta crónica, con imágenes grabadas por Fernández Maeso, se puede disfrutar de nuevo de la emblemática jornada vivida en Alcalá de Guadaira.