Cofradías

Fallece el canónigo y experto en liturgia Ángel Gómez Guillén

Era director espiritual del Amor y cofrade de varias hermandades

19 jul 2022 / 17:37 h - Actualizado: 19 jul 2022 / 17:37 h.
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  • Ángel Gómez Guillén.
    Ángel Gómez Guillén.

En la mañana de este martes 19 de julio ha fallecido en su domicilio el sacerdote sevillano Ángel Gabriel Gómez Guillén. Nacido el 29 de noviembre de 1943, fue ordenado presbítero en la capital hispalense el 30 de junio de 1968. En la actualidad era canónigo emérito y vicerrector de la iglesia colegial del Divino Salvador, así como director espiritual de la Hermandad del Amor -donde era cofrade desde su infancia, pues llegó a ser nazareno de la Borriquita- y colaborador de la Delegación Diocesana de Medios de Comunicación. Perteneció también, entre otras, a las hermandades de la Sed y del Amparo.

Fallece el canónigo y experto en liturgia Ángel Gómez Guillén


Su desempeño al servicio de la Iglesia se ha dejado sentir en numerosos destinos pastorales y responsabilidades en la curia diocesana. Durante ocho años (1969-1977) fue miembro del equipo sacerdotal de Santa María Magdalena, en Arahal; posteriormente párroco de San Cristóbal Mártir, de Burguillos; y rector de la iglesia del antiguo convento de Santa Clara (hasta enero de 2001); si bien ha sido la iglesia sevillana del Divino Salvador a la que más se le ha vinculado, desde que fuera nombrado, como adscrito, en 1990.

Fallece el canónigo y experto en liturgia Ángel Gómez Guillén


Fue delegado diocesano de Pastoral Litúrgica (1973-2005), formador del Seminario (1984-1991), profesor de Religión en centros como el I.E.S. Nervión (1985-2008) y director del Instituto de Liturgia San Isidoro (1988-2013). En el Cabildo Catedral ha desempeñado las responsabilidades de prefecto de Liturgia, maestro de ceremonias y chantre.

Fallece el canónigo y experto en liturgia Ángel Gómez Guillén


Su dedicación a la comunicación desde la curia diocesana se concretó con la dirección de la revista Iglesia en Sevilla –popularmente conocida como ‘la hojita diocesana’– entre 1990 y 2012, y la colaboración permanente con este semanario hasta el momento de su fallecimiento.