Desde que empezaron a concebirse los primeros pasos de palio, su iluminación ha sido uno de los temas que más ha evolucionado. Así, se pasó de los primitivos faroles o candelabros, que realizaban en exclusiva esta tarea, a las actuales candelerías, término que definiremos hoy en este capítulo de la Guía Cofrade. La candelería no es más que el conjunto de velas que, sobre un candelero, se sitúa delante de las imágenes marianas en los pasos de palio y cuya función es la de iluminar a la Virgen durante el recorrido, también como señal de respeto y oración.
De forma habitual, las candelerías de los pasos de palio sevillanos suelen estar formadas por algo menos de un centenar de cirios –a las que se suman los conocidas como velas rizadas, solo en los que no sean de silencio o de corte más serio–, aunque las hay mucho más numerosas, como la de la Virgen de la Presentación de la hermandad del Calvario, que supera con creces esta cifra y cuyo palio es el que cuenta con un mayor número de candeleros en toda la Semana Santa de Sevilla. La candelería se divide por tandas o filas que, a su vez, se distribuyen a partes iguales en la parte izquierda y derecha de la delantera del palio, dejando entre medio un espacio que se conoce como calle y que, a mayor amplitud, permite una mejor visión de la imagen. Las de las tandas más cercanas a la Virgen se denominan marías y suelen ser las de mayor tamaño de todas.
Una de las candelerías más peculiares, en cuanto a la forma en la que se distribuyen los cirios que iluminan su paso de palio, es la de la Virgen de Regla de la hermandad de los Panaderos. Las primeras tandas de las 140 velas forman sendas cruces de San Andrés, titular de la corporación y de la capilla en la que reside. Otro de los más singulares es el de la Virgen del Refugio de la hermandad de San Bernardo, cuya candelería es la que lleva más velas rizadas de toda la Semana Santa de Sevilla, tanto en la parte central como en los costeros del paso de palio.
En los últimos años, un importante número de hermandades han mostrado su faceta más solidaria colocando un cirio en honor de los donantes de órganos entre los de su candelería. En ello ha sido fundamental la labor impulsada por parte del doctor José Pérez Bernal.