El arte de la talla en los pasos procesionales es una de las manifestaciones menos conocidas de la Semana Santa de Sevilla, siendo el arte del retablo el que jugará un papel determinante en la concepción estructural y ornamental de estas piezas procesionales, más aún cuando muchos de los propios creadores se habrían formado en un primer momento como retablistas. Es en la segunda mitad del siglo XVI cuando se tiene ya constancia de los primeros pasos documentados, destacándose especialmente los pasos que poseyeron la Soledad de San Lorenzo, la hermandad del Silencio, la hermandad del Museo, el Gran Poder y el Santo Entierro. La etapa correspondiente a los siglos XVI y XVII destacará por el estilo barroquizante, destacando ya en la segunda mitad de siglo las figuras de Francisco Dionisio de Ribas, Pedro Roldán, Francisco Antonio Ruiz Gijón, Bernardo Simón de Pineda, Sebastián Rodríguez, Cristóbal Pérez y Antonio Cardoso.
El siglo XVIII marcaría una cierta decadencia en la producción, mientras que en el siglo XIX se acentuará el estilo neogoticista durante los primeros decenios. En la segunda mitad de siglo irrumpen grandes maestros como Juan Rossi, Emilio Pizarro y Vicente Hernández Crouquet.
El siglo XX marca el triunfo del estilo barroco con canastillas profusamente decoradas, destacando en los primeros años de siglo los artistas José Gil, Salvador y Pedro Domínguez y Guillermo Muñiz. Tras la Guerra Civil, se asientan como grandes tallistas Rafael Fernández del Toro, Francisco Ruiz Rodríguez, Antonio Girón, Francisco Posadas, Manuel Guerra, José Gallego, Antonio Martín Fernández, Antonio Vega Sánchez, José Martínez, Francisco Verdugo y muy especialmente, Manuel Guzmán Bejarano. Contemporáneamente cabe apuntar la producción neobarroca de grandes tallistas como Manuel Durán, los hermanos Caballero, Francisco Pineda y Antonio Ibáñez. ~