El verano suele ser época de obras en iglesias y capillas sevillanas. Si hace una semana el Cautivo del Tiro de Línea y la Virgen de las Mercedes se mudaban a la parroquia de San Sebastián por obras en el pavimento de la parroquia de Santa Genoveva, en el templo de la plaza de Carmen Benítez también se están acometiendo trabajos de mejora aprovechando estas semanas de estío.
En este caso, las obras se están desarrollando en la Nave del Evangelio de la parroquia de San Roque y se centran en la rehabilitación de techo. Los trabajos, que comenzaron el pasado día 8, tendrán una duración de dos meses aproximadamente.
Por este motivo, en un principio, las imágenes del Cristo de San Agustín, el Señor de las Penas y la Virgen de Gracia y Esperanza, así como Jesús Sacramentado fueron trasladadas al Altar Mayor de la parroquia. Ahora le acompaña también la imagen de Nuestra Señora de la Sierra de la hermandad filial de Sevilla, ofreciendo así una estampa insólita para este verano.
Hay que recordar que Jesús de las Penas luce, como viene siendo ya tradicional en la estación de verano, la túnica de lana blanca que donara José Delgado Pérez-Cerezal “Petete Cerezal” en 2003. Porta además juego de potencias de plata de ley sobredoradas, donadas y realizadas por Manuel Román Seco en 1960. En el cíngulo lleva broche de oro que regalara un hermano, Ricardo Díaz Andrés, y en el que se puede leer “Jesús de las Penas”.
Por su parte, la Virgen de Gracia y Esperanza porta corona de camarín donada por la Juventud de la hermandad en 1974 y realizada en metal sobredorado. Se encuentra ataviada con antigua mantilla española, tocado de tablas colocado con cuello de barco y frente redonda. La saya fue donada por un grupo de hermanos en 2015. En el pecherín lleva un broche de oro con la inscripción de su advocación “Gracia y Esperanza”, donado por un grupo de hermanas.