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La Banda Municipal exteriorizó su protesta desplegando sillas vacías. / Manuel Gómez
José Gómez Palas
sevilla
{«En los últimos 30 años es la peor situación que hemos vivido». A la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla la están «desmantelando poco a poco», o al menos eso es lo que aseguran sus músicos, que este miércoles, hartos de la imparable sangría que sufre la formación en su número de integrantes y de que no se cubran las bajas de larga duración, han decidido exteriorizar su protesta. Entre jubilaciones y bajas no cubiertas, la prestigiosa formación que dirige Francisco Javier Gutiérrez Juan cuenta en la actualidad con «35 o 36» músicos, cuando el número ideal debería rondar los 60 integrantes.
Otras bandas de su misma categoría, como la Municipal de Madrid, están compuestas por casi un centenar de componentes, mientras que la de Valencia roza los 90. En Sevilla, sin embargo, la formación «está en cuadro», una situación que coincide justamente con el «momento de mayor repercusión internacional de la banda».
La situación que atraviesa la Banda Municipal es tan crítica que sus músicos aseguran que «a punto estuvo de no salir el pasado 15 de agosto en la procesión de la Virgen de los Reyes» si no llega a ser por que el gobierno municipal recurrió en última instancia a realizar ocho contrataciones para cubrir las carencias de una formación que en esos días se quedó con una sola tuba y sin ningún oboe «debido a problemas de enfermedad graves».
La última baja en esta formación se produjo el pasado jueves, día en el que alcanzó su jubilación uno de los clarinetes de la banda, «el sexto clarinete que se va en los últimos cinco o seis años», según relata Rosario Benítez, la primera mujer que se incorporó a esta orquesta profesional allá por febrero de 1986. «Cualquier banda de pueblo aficionada sale a la calle con 70 o 80 músicos. Hemos tocado suelo en cuanto al número de integrantes y necesitamos músicos urgentemente».
Para exteriorizar su protesta por esta «insostenible situación», en sus actuaciones los músicos han decido lucir unos lazos de color amarillo en la solapa de sus uniformes. Este miércoles, en su concierto de marchas procesionales celebrado en San Julián, repartieron octavillas entre el público, junto al programa previsto, explicando su situación y desplegaron sillas vacías con carteles de «vacante» para simbolizar la falta de músicos.
«Conscientes» del caso
En la delegación de Fiestas Mayores del Ayuntamiento son «perfectamente conscientes de las preocupaciones» de la Banda, cuya endémica situación «se debe a la tasa de reposición cero», se asegura. Fuentes de esta delegación aclaran que en este mandato se han producido «dos jubilaciones» que no se han podido cubrir convenientemente debido a la aplicación de esta ley.
El Ayuntamiento está en negociaciones con Recursos Humanos para buscar algún subterfugio que permita cubrir las bajas de una Banda que, pese a estar diezmada, pasa por ser una de las orquestas profesionales de mayor calidad en España.
DECLARARLA SERVICIO ESENCIAL
La situación de la Banda Municipal es tan precaria que, a juicio de sus músicos, podría ponerse en peligro su concurso en días tan señalados como el pregón de la Semana Santa de Sevilla o su desfile en la procesión del Santo Entierro. El gobierno municipal ya calificó a la Banda como «servicio esencial» para los grandes días de protocolo de la ciudad (tales como el 15 de agosto, el Corpus o el día de San Fernando) y desde Fiestas Mayores se asegura que «se esta trabajando para que en próximas juntas de gobierno la Banda sea declarada en sí misma un servicio esencial de la ciudad», una vía que permitiría cubrir vacantes.
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