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La Divina Enfermera llevó el jubileo de la Misericor-dia a los hermanos de la Lanzada. / Foto: M.G.
Los hermanos de la Lanzada alcanzaron anoche las indulgencias del Año Santo de la Misericordia durante la procesión anual de la Divina Enfermera. La Virgen visitó la Basílica del Gran Poder, uno de los siete templos jubilares marcados por la Archidiócesis. En su estancia ante el Señor de Sevilla, se rezaron distintas oraciones y se hizo entrega de un rosario para la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso en recuerdo a esta visita, la primera al barrio de San Lorenzo. No es, sin embargo, la primera vez que la imagen letífica de la Lanzada abandona su feligresía. Hace dos años también alargó su recorrido natural hasta alcanzar la Basílica de la Macarena dentro del cincuentenario de la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza, para el que también se decretó un Año Santo en la Resolana. (Stop). Otra collación, la de la calle Feria, vibró de nuevo con la Morenita. La Virgen de la Cabeza salió en procesión, por segunda vez en lo que va de año, después de haberlo hecho hace solo seis meses para presidir el Pregón de las Glorias en la Catedral. (Stop). Y esta tarde (19.30 h.) le tocará el turno a la Virgen de la Encarnación de la Sagrada Cena. La procesión de la imagen pondrá el broche final a las X Fiestas de la Encarnación, que han dejado su localización natural en la plaza Jerónimo de Córdoba para celebrarse por primera vez en el compás de la casa de hermandad, toda vez que ha concluido su reforma.