Amanecerá un nuevo día y, esa mañana, el sol brillará con más fuerza que nunca. Al menos, así lo percibirán los miles de sevillanos que aguardan la llegada del ocho de septiembre como el día más importante del año. La octava jornada del mes noveno es, sin duda, la de la devoción mariana por excelencia.
El próximo viernes se celebrará la Natividad de María y esto da lugar a una auténtica ofrenda de amor, de piropos y de cultos a algunas de las mayores devociones de la provincia.
Casi dos decenas de imágenes de toda la provincia celebran el próximo viernes sus cultos principales. Es por esto que en muchos pueblos el ocho de septiembre no es un día laborable. Y es que, muchas de estas imágenes son también las patronas de sus localidades. Sea como fuere, lo cierto es que es una jornada que sirve para empaparse de algo tan nuestro como es la devoción y la fe por la madre de Dios.
Cantillana, Villaverde del Río, Lora del Río, Guillena, Espartinas, Écija, Carmona... Son solo algunos de los pueblos en los que ya se respira ese ambiente festivo que solo otorgan las vísperas. En la capital también se le rinde culto, durante este día, a la Virgen de Guadalupe.
De todas las manifestaciones marianas que se producen el próximo viernes, la más llamativa es la que tiene lugar en Cantillana. Allí se le rinde culto a una de las mayores devociones de la provincia, la Pastora Divina. Esta imagen es la principal seña de identidad para muchísimas personas del municipio y de los alrededores. Y es que, alrededor de la Pastora ha germinado todo un reguero de fe que alcanza su máximo esplendor durante la noche de cada ocho de septiembre.
Las Fiestas de la Divina Pastora de Cantillana que se celebran en septiembre, están declaradas de Interés Turístico Nacional de Andalucía. El momento culmen se vive en la calle Martín Rey, donde se puede ser testigo de toda una explosión de júbilo cuando se le despoja a la Virgen de su sombrero de Pastora bajo la cúpula levantada para tal fin.
Villaverde del Río o Lora del Río son otras de las localidades que cuentan con una mayor tradición en la celebración de cada ocho de septiembre. Villaverde rinde culto a la Virgen de Aguas Santas, mientras que Lora hace lo propio con su Virgen de Setefilla. Ambas son patronas de sus respectivas localidades.
Cada ocho de septiembre, la provincia de Sevilla grita su devoción a la Virgen María. Una devoción que parece infinita, que no entiende de límites y en la que solo importa la manera de expresarle el amor que los devotos sienten por ella.
La del viernes será una jornada repleta de fe. Una jornada de cariño, de recuerdos y de muchas lágrimas. Y es que, el viernes será un día en el que ella volverá a ser la gran protagonista. La Virgen volverá a proclamar su grandeza en Sevilla, su tierra.