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La Virgen de la Macarena en la Madrugá de este año. / Pepo Herrera
La cofradía realiza un informe sobre los “singulares acontecimientos” acaecidos en la pasada estación de penitencia y resalta el “encomiable esfuerzo” de un cortejo con más de 3.300 componentes “reales”
Después de analizar exhaustivamente los “singulares acontecimientos” vividos en carne propia durante la estación de penitencia de la pasada Madrugá, la hermandad de la Macarena ha hecho público un extenso comunicado en el que defiende que el discurrir del cortejo durante toda la noche “fue ejemplar, salvo indecorosas excepciones” y resalta el “encomiable esfuerzo” realizado por el cuerpo de nazarenos y demás integrantes de la comitiva (compuesta por 3.300 componentes “reales”) para cumplir escrupulosamente los horarios asignados a la cofradía.
La “ingente cantidad de espectadores concentrados en la zona de Cuna, Orfila, Javier Lasso de la Vega y Amor de Dios” y el mal funcionamiento de comunicación interna que estaba utilizando la cofradía debido a “una saturación de las comunicaciones” provocaron que el paso de palio, en su afán por recuperar parte del tiempo perdido, acabara comprimiendo los últimos tramos de nazarenos del cortejo de la Virgen.
A continuación, se reproduce íntegramente el comunicado de la hermandad, fechado el 12 de mayo.
Ante los singulares acontecimientos sucedidos durante la pasada Estación de Penitencia a la S. I. Catedral de Sevilla, la Hermandad de la Macarena ha realizado un extenso y pormenorizado informe para determinar las causas de esos hechos y extraer conclusiones de cara al futuro. Durante el periodo transcurrido desde la finalización de la Semana Santa hasta ahora el Diputado Mayor de Gobierno, por mandato expreso de la Junta de Gobierno de esta Hermandad, ha recopilado de cada uno de los actores y colectivos con responsabilidades en la cofradía toda la información disponible sobre el desarrollo de la Estación de Penitencia. Esta información ha sido analizada exhaustivamente para elaborar el informe antes citado.
La responsabilidad corporativa y social de la Hermandad de la Macarena ha motivado que su Junta de Gobierno emprenda por iniciativa propia la necesaria tarea de explicar al detalle, a sus casi catorce mil Hermanos y también a la opinión pública a través de los medios de comunicación, el singular desarrollo del cortejo procesional de este año. Este proceder está marcado por dos de los principios que rigen el gobierno de la corporación, la transparencia y la proactividad comunicativa, y por una convicción: un análisis exigente y sincero es la mejor herramienta para mejorar como Hermandad.
La devoción universal a sus Sagrados Titulares y la ejemplaridad como Hermandad en el seno de la Iglesia Católica de Sevilla incita a esta corporación -bajo los parámetros antes indicados- a acometer la sana y productiva tarea de emitir este comunicado que resume las principales conclusiones del informe.
A. La formación en el interior de la Basílica y la salida del cortejo procesional se desarrolló según las previsiones estudiadas y programadas por el equipo responsable de la Estación de Penitencia de la cofradía a la S. I. Catedral de Sevilla.
B. Durante toda la noche el discurrir del cortejo -salvo indecorosas excepciones puntuales y minoritarias que se producen en toda colectividad y que esta Hermandad no solo abomina, sino que intenta erradicar con los instrumentos que sus Reglas recoge- fue ejemplar, siendo encomiable el esfuerzo realizado por todo el cuerpo de nazarenos y el resto de integrantes de la procesión para cumplir escrupulosamente los horarios asignados a la cofradía. Todo ello sin perder ni el orden ni la compostura en el discurrir de los tramos a pesar de contar con 3.300 integrantes reales en la cofradía. El esfuerzo fue digno de reconocimiento, tan es así que el Consejo General de Hermandades y Cofradías transmitió a la Hermandad de la Macarena sus más sinceras felicitaciones por la ejemplaridad en su discurrir por la Carrera Oficial.
C. Cuando la Cruz de guía accedía a la calle Cuna desde la Plaza del Salvador y el paso de la Santísima Virgen de la Esperanza avanzaba a la altura del Banco de España, el Diputado Mayor de Gobierno es informado por el Delegado de Día del Consejo General de Hermandades y Cofradías de un escape de gas localizado en la calle Feria, a la altura de la capilla de Montesión. El incidente obligaba a la cofradía a realizar un inexcusable cambio de itinerario absolutamente imprevisto.
D. La Hermandad de la Macarena propuso una alternativa a la propuesta de regreso del Consejo General de Hermandades y Cofradías, que era continuar por el itinerario previsto hasta llegar al Convento del Espíritu Santo y desde ahí ir por Dueñas, Doña María Coronel, Bustos Tavera, San Marcos, San Luis, Plaza del Pumarejo, Relator y Parras. El Consejo descartó esta propuesta.
E. Mientras se tomaba la decisión, el Consejo de Hermandades y Cofradías exigió la inmediata detención de la cofradía hasta obtener la aprobación del CECOP del nuevo recorrido. Se procedió a detener la cofradía justo cuando el paso de la Santísima Virgen se encontraba en el interior de la S. I. Catedral.
F. Cuando se comunicó a la Hermandad de la Macarena el nuevo itinerario de regreso impuesto, y autorizado por el CECOP, la cofradía volvió a ponerse en marcha. El compás de espera provocó que el paso de la Santísima Virgen de la Esperanza saliera de la S. I. Catedral por la Puerta de Palos con 25 minutos de retraso sobre el horario inicialmente previsto. De no haberse producido esa espera en la decisión del nuevo itinerario, la cofradía habría cumplido escrupulosamente los horarios fijados.
G. El nuevo itinerario obligó a la cofradía de la Hermandad de la Macarena a transitar tras el cortejo de la cofradía de la Hermandad de Los Gitanos desde el cruce de Cuna con Laraña hasta el cruce de Javier Lasso de la Vega con Amor de Dios. En este sentido, es digno de reconocimiento el esfuerzo de la Hermandad de Los Gitanos, que fue encomiable al comprimir al máximo su cortejo para dejar libre el paso a la Cruz de guía de la Macarena en su camino de regreso a la Basílica. A esas alturas, la jornada ya acumulaba un importante retraso.
H. Al condicionante de procesionar tras la Hermandad de los Gitanos durante ese trecho, se añadió otro: el discurrir de la cofradía de la Macarena se vio condicionado por la ingente cantidad de espectadores concentrados en la zona de Cuna, Orfila, Javier Lasso de la Vega y Amor de Dios. Esta, en ocasiones infranqueable, masa humana dificultó enormemente el avance de la cruz de guía, generando una nueva ralentización no prevista de la cabecera del cortejo de la Macarena, mientras que se realizaba un sobresfuerzo para que tanto el paso del Señor de la Sentencia como el de la Virgen de la Esperanza pudieran recuperar los horarios fijados antes del incidente y el cambio de itinerario.
I. En esta zona (Salvador, Cuna, Laraña, Orfila, Javier Lasso de la Vega, Amor de Dios) se produjo una saturación de las comunicaciones que provocaron cortes y un mal funcionamiento en todos los medios de intercomunicación que se estaban utilizando en la cofradía de la Macarena en ese momento, fallos que impidieron recibir las órdenes oportunas para resolver los inevitables imprevistos y dificultades que se estaban presentando debido al nuevo recorrido de vuelta.
J. Solo en el momento en que se supo de los fallos en los mecanismos de comunicación, se pudo ordenar la detención del paso de la Santísima Virgen de la Esperanza mediante el envío de uno de los miembros del cuerpo de diputados hasta la delantera del palio. Hasta ese momento, el avance raudo del palio para recuperar los minutos de retraso y la angostura de la calle Cuna generaron una indeseada compresión de los últimos tramos de nazarenos de la Santísima Virgen.
K. El retraso acumulado por esta confluencia de imprevistos, así como la acumulación de devotos y público en las calles y delante de los pasos, se mantuvo durante el resto del recorrido de vuelta, cuya reducción por el cambio de itinerario obligado tan solo era de 200 metros con respecto al habitual de la cofradía.
L. La cofradía gozó de mejores condiciones para procesionar una vez abandonó la calle Amor de Dios. A partir de ese instante, el Diputado Mayor de Gobierno y el cuerpo de diputados tomaron las medidas necesarias para que la cofradía adquiriera un ritmo adecuado y recuperara el retraso acumulado aunque atendiendo en todo momento el cuidado de los hermanos nazarenos y demás integrantes del cortejo, cuyo esfuerzo estaba siendo abrumador. En este sentido, las altas temperaturas también fueron un condicionante que imposibilitó un ritmo mayor de regreso.
M. La voluntad de acelerar el ritmo de regreso fue compatibilizada con la obligada dignidad en el procesionar de los pasos y la satisfacción de la necesidad de ver al Señor de la Sentencia y a la Virgen de la Esperanza por sus devotos y el pueblo de Sevilla. Y ese fue el objetivo en todo momento del Diputado Mayor de Gobierno y su equipo, recuperar el retraso acumulado por imprevistos ajenos a la cofradía y cuidar al cuerpo de nazarenos sin privar a los devotos de la contemplación de los Sagrados Titulares.
Una vez analizado el informe y sus conclusiones, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Macarena manifiesta su profundo pesar por todas aquellas situaciones que hayan provocado malestar y falta de decoro en el discurrir de la cofradía, así como aquellas otras que hayan podido lesionar la integridad y seguridad del cuerpo de nazarenos y demás integrantes de la cofradía.
La Junta de Gobierno de la Hermandad de la Macarena extrae conclusiones especialmente valiosas, que servirán para seguir trabajando en la mejora continua de la Estación de Penitencia, especialmente en la adopción de medidas preventivas –algunas de ellas ya han sido puestas en práctica- que eviten situaciones semejantes a la de esta pasada Madrugada, que contradicen la ejemplaridad y auto-exigencia que esta corporación asume en cualquiera de sus actuaciones.
En su ejercicio de gobernanza la Junta de Gobierno destinará todos sus esfuerzos a convertir lo negativo en positivo de cara a seguir cumpliendo íntegramente los principios fundacionales de la corporación y a priorizar la defensa de los intereses de los hermanos, no solo en la Estación de Penitencia sino en el resto de actividades que constituyen la vida ordinaria de la Hermandad de la Macarena.