Ha sido la última corporación en sumarse a la familia de las cofradías de vísperas –su primera salida con nazarenos fue el Sábado de Pasión de 2016–, pero su pujanza como hermandad y su singularidad y decoro procesionales la convierten en una de las grandes candidatas a incorporarse a la nómina de la Semana Santa de Sevilla. La hermandad de la Milagrosa, que procesiona con dos pasos el Sábado de Pasión, ha presentado ante el Consejo de Hermandades su petición formal para pasar a formar parte del selecto club de cofradías –por ahora son 60– que realizan su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, sumándose así a las solicitudes que ya habían formalizado en años precedentes otras tres corporaciones de vísperas: las de La Misión de Heliópolis, la de Pino Montano y la del Cristo de la Corona, ésta última radicada en la parroquia del Sagrario.
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Lo más curioso es que en su petición de incorporación a la nómina de la Semana Santa la hermandad de la Milagrosa apunta directamente a una jornada con una enorme carga simbólica, la del Domingo de Ramos, día que abre los desfiles penitenciales en la Catedral, tradicionalmente considerado «complicado» por el Cecop debido a la gran cantidad de personas que toman las calles y en el que ya procesionan ocho hermandades, que en realidad son nueve cortejos procesionales al salir la hermandad del Amor partida en dos.
La idea de la corporación de Ciudad Jardín es que estos nazarenos de sotana y antifaz blancos, escapulario verde y cíngulo de cuerda de cáñamo lleguen a la Carrera Oficial antes incluso de lo que lo hacen los integrantes del cortejo de la Borriquita, primera parte de la hermandad del Amor, quienes en la actualidad llegan a la Campana a las 16.25 horas.
Para discurrir en primer lugar por la Carrera Oficial, la hermandad de la Milagrosa diseñaría un recorrido que no suponga ningún cambio traumático en la configuración de la jornada, ni obligase a modificar los horarios e itinerarios de las otras ocho hermandades que procesionan en el día de las palmas y las ramas de olivo.
Los estatutos del Consejo, aprobados en el año 2013, establecen claramente cuál debe ser el procedimiento para la incorporación de nuevas cofradías a la nómina de la Semana Santa. A este respecto, el artículo 27 señala textualmente: «El pleno de la sección de Penitencia tendrá, así mismo, facultades para aprobar la incorporación de alguna hermandad que pretenda, bien por hacerlo como nueva, o bien por cambiar de día, realizar la estación de penitencia en una jornada en la que ya lo hiciera alguna otra. En tales casos, para que pueda efectuarse la incorporación, será necesario el acuerdo previo, expreso, de los dos tercios de todas las hermandades del día en el que se pretendiera incluir otra». La Milagrosa necesitaría por tanto el voto favorable de dos tercios de las ocho hermandades que, en la actualidad, integran la nómina del Domingo de Ramos, paso previo para que un pleno de la sección de Penitencia ratificara su definitiva incorporación.
De lograr que su solicitud llegara a buen puerto convirtiéndose así la Milagrosa en la primera hermandad del Domingo de Ramos, no sería un niño de la Borriquita el primero en pedir la venia en el palquillo de la Campana, una tradición que cuenta con apenas unas cuantas décadas de historia, ya que no es hasta el año 1970 cuando la hermandad del Amor sale por vez primera partida en dos: en primer lugar del día desfila el cortejo infantil de la Borriquita, mientras que los nazarenos de negro del Amor cierran la jornada.
En la actualidad son 60 las hermandades que procesionan a la Santa Iglesia Catedral en la Semana Santa de Sevilla desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurección. La última cofradía en incorporarse a esta selecta nómina fue la hermandad del Sol, que realizó su primera estación de penitencia a la Catedral el Sábado Santo de 2010, cuando todavía era presidente del Consejo de Hermandades el abogado Adolfo Arenas Castillo.
En lo que va de siglo, y antes que lo hiciera la hermandad del Sol, también han aterrizado en la nómina de la Semana Santa otras dos corporaciones: la del Carmen de Omnium Sanctorum, que llegó por primera vez a la Catedral el Miércoles Santo de 2007, y la cofradía de San Pablo, que debutó en la Carrera Oficial un año más tarde, el Lunes Santo de 2008. Ambas incorporaciones se produjeron bajo la presidencia en el Consejo de Hermandades de Manuel Román Silva.
Los orígenes de la hermandad de la Milagrosa se remontan a 1998, cuando surge la idea de fundar una hermandad para rescatar al culto una dolorosa bajo la advocación del Rosario que fue donada a la parroquia en los años sesenta. En un primer momento, además de esta Virgen se cuenta con otro titular, el Cristo del Consuelo, obra de Darío Fernández. Unos años más tarde el grupo parroquial se convierte en agrupación de fieles y aprueba un cambio de sus titulares, que pasan a ser los siguientes: «Santísimo Sacramento del Altar, Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, Nuestro Padre Jesús de la Esperanza en el Puente Cedrón, María Santísima del Rosario y San Juan Evangelista». En este etapa llega la imagen del Señor de la Esperanza, obra de Navarro Arteaga (2008), que poco después se incorporaría al cortejo del Sábado de Pasión, en el que ya salía la dolorosa, primero acompañada de San Juan y luego en solitario.
Su paso de misterio representa el momento en que Jesús, una vez apresado en Getsemaní, es conducido ante el Sanedrín por la guardia judía. Una representación de esta guardia acompaña al paso cada Sábado de Pasión