La seguridad por encima de la tradición

Retos. La Semana Santa de 2018 tendrá más policías en la calle, una Madrugá blindada, menos sillas en Carrera Oficial y un Martes Santo al revés. Todo para garantizar que los sevillanos vivan su gran fiesta sin sobresaltos

02 ene 2018 / 06:23 h - Actualizado: 02 ene 2018 / 06:23 h.
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  • El Martes Santo a la inversa (arriba) y que no se vuelvan a repetir los incidentes de la pasada Madrugá (abajo) son los retos del Consejo de Cofradías para este nuevo año. / Jesús Barrera - Efe
    El Martes Santo a la inversa (arriba) y que no se vuelvan a repetir los incidentes de la pasada Madrugá (abajo) son los retos del Consejo de Cofradías para este nuevo año. / Jesús Barrera - Efe

Este recién estrenado 2018 se presenta ante las hermandades y cofradías de Sevilla como un año marcado por la seguridad. Lo ocurrido en la última Madrugá ha provocado que desde el Consejo de Cofradías y el Ayuntamiento de la ciudad se hayan puesto manos a la obra, no sin alguna que otra disparidad en los criterios, para que en la Semana Santa que nos viene no se cometan los mismos errores que el pasado año. El objetivo está claro: que los sevillanos puedan volver a disfrutar con toda normalidad del paso de las hermandades sin que haya ningún elemento extraño que altere la normal convivencia y que éstas puedan realizar su estación de penitencia con todas las garantizas. Aunque para ello, y he ahí donde reside la clave, todos los implicados tengan que ceder en sus posicionamientos iniciales.

La de 2018 será la Semana Santa del impass entre lo que ocurrió y la gran remodelación que el Consejo de Cofradías prepara para 2019, año en el que su presidente, Joaquín Sainz de la Maza, ha fijado el plazo dado a sus delegados para que se ponga en marcha un nuevo modelo de Carrera Oficial que debe contar con el consenso de todos los implicados. Y eso incluye, como no podía ser de otra forma, el apoyo de los propios hermanos mayores, que se buscará en un pleno extraordinario que debe convocarse este mismo 2018.

Durante la próxima Semana Santa, fijada en el calendario entre el 25 de marzo –Viernes de Dolores– y el día 1 de abril –Domingo de Resurrección–, comenzarán a verse los primeros cambios. Serán, eso sí, puntuales, pues no se pretende elevar nada a definitivo hasta que no se define el gran proyecto en el que se trabajo desde el Consejo para 2019. De momento, este año veremos una Carrera Oficial algo diferente en la calle Sierpes, donde por motivos de seguridad se suprimirán 300 de las 4.200 sillas con las que contaba esta vía hasta este año. Sus abonados no serán reubicados en otras parcelas del recorrido oficial, ya que, según el tesorero de la institución, Francisco Vélez, ya se encuentra ocupado «en un 90 por ciento».

Como se aprecia en esta materia, la seguridad marcará todas las decisiones que se tomen en torno a la próxima Semana Santa. El foco estará puesto, de manera especial, en la Madrugá. Tras los incidentes ocurridos el año pasado año, el Ayuntamiento de la ciudad empezó a trabajar en la elaboración de un plan del que aún se desconoce su desarrollo concreto pero del que sí se han deslizado algunas medidas. Es obvio pensar que habrá más presencia policial en las calles, a lo que se sumará también un incremento de la iluminación, un sistema de cámaras de videovigilancia –que tras obtener la autorización de la Delegación del Gobierno está a expensas de que se ejecute la adjudicación del proyecto– y la colocación de unos altavoces en la vía pública para calmar al público en caso de alguna incidencia. Además, el gobierno municipal, que ha prolongado su plan antimovida hasta el mes de mayo para que incluya a las Fiestas de la Primavera, estudia limitar la venta y consumo de alcohol en las principales zonas de afluencia del centro.

Las seis cofradías de esta jornada también pondrán de su parte con la modificación de algunos de los recorridos. El sacrificio de algunas servirá en este caso para alcanzar el bien común, aunque no todas las hermandades lo hayan aceptado de buen grado. El aterrizaje de José Antonio Fernández Cabrero en la vara de las capillas de la hermandad de la Macarena ha posibilitado el desbloqueo de un asunto enquistado desde hace años. De este modo, veremos a la cofradía de San Gil regresar a la basílica por el entorno de la Alfalfa, al Calvario –que saldrá por la puerta del coro de la Magdalena– modificar su recorrido de ida por la calle Canalejas y la plaza del Museo, y al cortejo del Silencio dar un pequeño rodeo en su camino de vuelta. Todo ello reducirá las consecuencias del cruce entre los Gitanos y la Macarena al final de calle Cuna y, sobre todo, de los problemas de seguridad que cada año se producían en el entorno de la Magdalena por la proximidad de los cortejos de las hermandades del Gran Poder y la Esperanza de Triana.

No será la Madrugá la única jornada en la que se produzcan cambios de consideración. El acuerdo al que llegaron este pasado verano las ocho hermandades del Martes Santo nos ofrecerá una estampa poco habitual, aunque no inédita. En este 2018 realizarán la Carrera Oficial a la inversa. Es decir, entrarán primero en la Catedral por la Puerta de Palos para realizar su estación de penitencia, incorporándose de nuevo al recorrido oficial por la Puerta de San Miguel y transitando por la Avenida de la Constitución, los palcos de la Plaza de San Francisco, Sierpes y la Campana, desde donde tomarán el camino de regreso a sus templos. Este cambio permitirá que la entrada de sus cortejos no se prolongue más allá de las 2.30 horas de la madrugada, además de cambios en los itinerarios y, lo más destacado, en el orden de paso. Así, este nuevo Martes Santo, que suprime el histórico punto negro de la Alfalfa, elimina los cruces y evita que los cortejos se taponen unos a otros en sus regresos, estrenará un nuevo ordenamiento en el que El Cerro seguirá siendo la primera del día. Tras esta cofradía el orden será el siguiente: San Esteban, los Estudiantes, San Benito, Santa Cruz, la Candelaria, los Javieres y el Dulce Nombre.

Coronación de la Victoria

El capítulo de acontecimientos extraordinarios de 2018 vendrá marcado por la coronación canónica de la Virgen de la Victoria, que se celebrará el próximo 13 de octubre en el altar del plata de la Catedral de Sevilla. A diferencia de las últimas coronaciones, la de la dolorosa de las Cigarreras será algo más austera. El traslado de ida desde la capilla del barrio de los Remedios hasta el templo metropolitano se hará en un rosario de la Aurora y prescindiendo, de igual modo, del acompañamiento de banda de música. Igualmente, la junta de gobierno ha decidido que el triduo de la coronación se celebre, a diferencia de otros casos y ante la recomendación «interna» de los responsables catedralicios, en la parroquia del Sagrario.

No debe ser la única procesión extraordinaria que viva la ciudad en este 2018. En Triana andan inmersos en la celebración del sexto centenario de la advocación de la Esperanza y en el ánimo de la hermandad está cerrar esta efemérides con la salida bajo palio de la dolorosa de la calle Pureza. Un proyecto para el que aún no hay confirmación oficial por parte de la hermandad y para el que, según algunas fuentes, se habría reservado una fecha en la Catedral de Sevilla, concretamente en el mes de noviembre de este mismo año.

A ello se sumarán también los actos que organizará la hermandad de Pasión en torno a varias efemérides significativas como el centenario de la fusión con la hermandad Sacramental, el 150 aniversario de su llegada al Salvador, el VIII centenario de la Orden Mercedaria, el 75 aniversario del paso de plata y el 450 aniversario del nacimiento de Martínez Montañés, para los que el Rey emérito, Juan Carlos I, ha aceptado la presidencia de honor. En este marco, está prevista También está prevista una extraordinaria mercedaria el 6 de Octubre que contará con imágenes o representaciones relacionadas con la orden. Será también un año a tener en cuenta en su vecina hermandad del Amor, que celebra en 2018 el cuarto centenario de la fusión en una sola corporación de las cofradías de la Sagrada Entrada en Jerusalén y la del Amor de Cristo –residentes ambas por entonces en los Terceros– y del encargo a Juan de Mesa de la hechura de las imágenes del Crucificado y de Nuestra Señora del Socorro.

No serán las únicas novedades de este 2018. El recién estrenado año nos traerá a la primera imagen de vísperas, la del Cautivo de Torreblanca, en presidir el Viacrucis de la Catedral de Sevilla, la elección de José Ignacio del Rey Tirado como pregonero de la Semana Santa y la del periodista Juan Manuel Labrador para el de las Glorias. Habrá estreno de capataces en San Esteban y de José María Rojas Marcos en la Macarena en sustitución de Antonio Santiago. Y en el plano electoral, la hermandad de los Gitanos deberá elegir el 28 de enero y entre dos candidatos al que será su nuevo hermano mayor. Antes debe quedar resuelto el recurso interpuesto por Guillermo Baena en los comicios de Monte-Sión que ganó Manuel Soto.