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Manuel Jesús Roldán durante la presentación del libro, anoche. Foto: artesacro.org
Un artículo publicado en 1923 es el hilo del que Manuel Jesús Roldán comenzó a tirar hasta descubrirse su último libro: Historias de la Semana Santa que nunca te contaron. Un título provocador y sugerente que es toda una declaración de intenciones. «La idea es contar historias que se salen de lo oficial y de las típicas crónicas», explica el historiador.
En este sentido, el artículo anteriormente citado está muy presente en las páginas de este libro tanto en cuanto su prosa surrealista –coetánea de Breton, Apollinaire o la pintura de Dalí– «habla de la Semana Santa de un tiempo poliédrico», apunta Roldán, quien señala que al periodista –el crítico taurino Corrochano– «no le importa que haya crítica o humor».
Y es que Roldán no duda en beber de ese surrealismo. Tanto es así que el historiador afirma que «la Semana Santa es surrealista porque no atiende a razones». De hecho, Roldán hace un alegato a favor de esas crónicas con «descripciones costumbristas», como lo hizo Corrochano cuando narró en su artículo La noche de las saetas la reacción del capitán de los armaos cuando ordenó al cornetín ir a degüello contra unos malandrines que molestaban a tan romana centuria o cuando una saetera confundió a la Esperanza de Triana con la Esperanza Macarena.
«Hoy es difícil encontrarse estas cosas», afirma Roldán, quien presenta estas Historias de la Semana Santa que nunca te contaron con la intención de «trascender más allá» de la propia celebración. En definitiva, Roldán indaga en la intrahistoria de las cofradías y las hermandades «para conocer y entender la grandeza de la Semana Santa».
El acto, que tuvo lugar en el palacio de Yanduri –sede del Banco Santander–, estuvo moderado por David González, editor de El Paseo, y contó con la colaboración del periodista Francisco Robles. González elogió al escritor en tanto que ofrece una «nueva metodología de acercarnos la Semana Santa, que a veces suele caer en lo manido», reconoció.
Por su parte, Robles puso de relieve que Roldán «funde la tradición con la originalidad» y recordó que la Semana Santa es «una fiesta ultramoderna» porque «está abierta a todo el mundo, no pide carnés ni adscripciones ideológicas».
El periodista, que hizo las veces de humorista, realizó un emotivo paralelismo entre el oficio del abuelo de Roldán –carbonero– y el Señor del Gran Poder, que tradicionalmente ha sido conocido como el Cisquero de San Lorenzo. Y es que el abuelo de Roldán, devoto del Señor de Sevilla y anarquista de convicción, fue quien le transmitió el amor por la Semana Santa. «Mientras su abuelo vendía el carbón para que las copas dieran calor en las noches de frío, el Cisquero mantiene con su fuego las almas encendidas», puntualizó Robles.