Las cuentas de la Redención

La decisión de no hacer estación de penitencia a la catedral se tomó casi dos horas después del momento fijado para poner en la calle la cruz de guía

21 mar 2016 / 19:28 h - Actualizado: 21 mar 2016 / 20:50 h.
"Lunes Santo","La Redención","Semana Santa 2016"
  • Iglesia de Santiago Apóstol / José Luis Montero
    Iglesia de Santiago Apóstol / José Luis Montero
  • Iglesia de Santiago Apóstol. / El Correo
    Iglesia de Santiago Apóstol. / El Correo

La hermandad del Beso de Judas se planteó, después de postergar en varias ocasiones el momento de tomar decisiones, ocupar el lugar de Santa Genoveva en la nómina del Lunes Santo para, finalmente optar por quedarse en el templo.

Más de dos horas duró la angustia del Lunes Santo en la Iglesia de Santiago. El cabildo de oficiales barajó todas las opciones posibles para finalmente tomar la decisión de no hacer estación de penitencia a la catedral casi dos horas después del momento fijado para poner en la calle la cruz de guía. En 120 minutos, 120 veces cambio la estampa de la Plaza de la Redención, alternándose en la conquista de cada rincón el sol duro y las sombras húmedas que acompañaban al viento recio. 120 cuentas distintas se hicieron barajando las opciones que el día dejaba para llegar a la Campana.

Los cofrades que se daban cita a las puertas del templo se quedaron sin vivir uno de los que estaba llamados a convertirse en los momentos de gloria del Lunes Santo: la oración desgarrada de quejíos de Manuel Cuevas a la Virgen del Rocío. «Tenía preparada una letra para agradecerle el momento que viví con Ella el año pasado», explicaba el saetero, que se la guarda en la memoria para el año que viene.

Dentro del templo, el pregonero Rafa Serna descansaba la tensión de dos horas de espera deshecho sobre lágrimas propias y ajenas, de sus hermanos de la cofradía rociera. El hermano mayor de la corporación, José Antonio Moncayo, se deshacía en abrazos con todo aquel que se acercaba para enjugar el llanto en una felicitación por la decisión tomada. Una broma flotaba en el ambiente de las naves de la iglesia, «estaba claro que hoy romperían aguas» relataba un oficial de la junta de gobierno, «o las del cielo, o la mujer del Hermano Mayor, que ha salido de cuentas». Rocío llevará por nombre —no podría ser de otra manera— la monaguilla que estrenará Lunes Santo con su cofradía en la calle.