Cofradías

Las Siete Palabras: «Hacía falta ese punto de atrevimiento sin temeridad»

El hermano mayor realiza un balance «agridulce» del pasado Miércoles Santo, en el que la cofradía tuvo que volverse a casa por la lluvia sin alcanzar la Campana

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
23 abr 2019 / 12:50 h - Actualizado: 23 abr 2019 / 17:10 h.
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  • El Nazareno de la Divina Misericordia se vuelve sobre sus pasos al poco de entrar en la Campana. Foto: Radio Sevilla (Cadena Ser)
    El Nazareno de la Divina Misericordia se vuelve sobre sus pasos al poco de entrar en la Campana. Foto: Radio Sevilla (Cadena Ser)

Fue una de las seis cofradías del Miércoles Santo que vio alterada su estación de penitencia por una llovizna, débil pero persistente, que descargó en el centro de la ciudad a primera hora de la noche. Entonces Las Siete Palabras acababa de pedir la venia en la Campana y el primero de sus pasos se encontraba discurriendo por la calle central de este arranque de la Carrera Oficial. «A través del Cecop, se informó a nuestro diputado mayor de gobierno que se había reactivado un frente en el Aljarafe y que en cuestión de minutos iba a caer bastante agua. Sobre la marcha, tomamos la decisión de volvernos atrás, pues aún estábamos lejos de la Catedral y con tres pasos en la calle Sierpes y con otras cofradías refugiándose en templos cercanos...», relata Antonio Escudero, hermano mayor de las Siete Palabras, que defiende la salida de la cofradía pese a la incertidumbre meteorológica del día. «Hay que salir a la calle y dar testimonio de fe para eso nacimos las cofradías. Más aún en estos tiempos que corren, donde los cristianos están perseguidos en muchos puntos del mundo. Hacía falta ese punto de atrevimiento sin temeridad».

El máximo responsable de la corporación con sede en San Vicente asegura tener una «sensación agridulce» del Miércoles Santo «tan distinto y especial» que les ha tocado vivir este año. El primero en toda la historia de la hermandad (al menos desde que hay constancia documental desde 1864) en el que Las Siete Palabras tuvo que interrumpir su estación de penitencia. Escudero cuenta así cómo se fueron sucediendo los hechos desde que se puso la Cruz de Guía en la calle: «Consultamos los partes de la Aemet, e incluso estuvimos en contacto telefónico. Había una posibilidad de precipitaciones muy débiles, escasas y dispersas de un 60% entre las 20 y las 22 horas. Además, que podía ser en algunos puntos y no caer en el centro de la ciudad, por ejemplo».

El cortejo se puso finalmente en la calle, si bien en los primeros metros por el barrio comenzaron a caer las primeras gotas. «Fue una pequeña llovizna, que nos decían que en unos tres o cuatro minutos desaparecería, para dar paso a tres o cuatro horas de tregua, en las que llegaríamos a la Catedral».

«Confusión» en la Campana

Sin embargo, el panorama cambió en cuestión de minutos y la hermandad tuvo que interrumpir «de forma brusca» su estación de penitencia al poco de alcanzar la Campana. Fueron unos segundos de «confusión inicial» en los que «la cofradía no se desarmó en ningún momento» y se activó una vuelta al templo «rápida y ordenada». Esta es la secuencia que hace el hermano mayor: «El paso del Nazareno de la Divina Misericordia estaba a unos 20 o 30 metros del palquillo de la Campana. Decidimos dar marcha atrás y volvernos todos. El primero que entró en el templo fue el misterio, porque era el que podía sufrir más daños; luego lo hizo el del Nazareno; y, por último, el palio de la Virgen de la Cabeza. No se fue absolutamente nadie. Todos guardaron la compostura pese a las dudas de un primer momento».

Aplausos que «llegaron al corazón»

Este martes desde las redes sociales, la corporación ha querido además difundir un mensaje de gratitud: «Desde la Junta de Gobierno queremos agradecer a todos nuestros hermanos que formaron parte del cortejo, su ejemplar comportamiento durante todo el recorrido realizado y sobre todo en la precipitada vuelta bajo la lluvia». Palabras que igualmente se hacen extensibles a todos en general los integrantes y al público en general: «También queremos agradecer a todos los colaboradores, a nuestros diputados y enlaces, a nuestros equipos de capataces, a nuestras cuadrillas de costaleros, a nuestras bandas de Esencia y de Nuestra Señora del Carmen, a nuestros queridos guardias civiles que escoltaron a Nuestra Señora de la Cabeza y a todos los cofrades y público en general que supieron entender los hechos ocurridos, y que nos demostraron su cariño con unos aplausos que nos llegaron al corazón».

Frente a las posibles críticas de quienes cuestionan lo sucedido este Miércoles Santo «distinto» y alterado por la lluvia, el hermano mayor de Las Siete Palabras argumenta la necesidad que tienen las cofradías de «salir para dar testimonio de la fe» en la calle. «Hacía falta ese poquito de atrevimiento sin llegar a la temeridad, pues el riesgo era escaso, para decir qué aquí estamos las cofradías, dando testimonio público, como lo venimos haciendo desde nuestros orígenes, pese a las adversidades».