‘Parasceve’: la Semana Santa regresa al cine
Rodada por Hilario Abad durante diez Semanas Santas y con una banda sonora compuesta por Francisco Javier Torres Simón e interpretada por la Banda Sinfónica Municipal, ayer miércoles se presentó la película «Parasceve», que pone el foco en lo que experimenta el público en la calle al paso de las cofradías
El año que se rodó Semana Santa, la mítica película de Juan Lebrón y Manuel Gutiérrez Aragón, Hilario Abad veía la luz en Sanlúcar de Barrameda, ciudad que además de rica en historia, cultura y gastronomía, cuenta con una de las puestas de sol más cinematográficas del mundo. Esa película le acompañaría durante toda su infancia y adolescencia, y complementaría sus visitas familiares a Sevilla para disfrutar de cada Semana Santa, convirtiéndose, merced a su magia, «en una forma de soñar el resto del año».
Del niño que soñaba frente a Doñana con las túnicas de capa, el aroma del incienso y las explosiones de júbilo en la Campana, aún queda la ilusión por redescubrir la fiesta y una mirada tierna que se esconde detrás de unas gafas de pasta; aunque fue su paso por la facultad de Comunicación, y especialmente las clases de Carlos Colón —curiosamente el guionista de la cinta de Lebrón—, lo que le movió a iniciar en 2012 un proyecto muy personal titulado Parasceve, que en cierto modo es una vuelta de tuerca a la producción que convirtió la celebración religiosa en un fenómeno fílmico.
«La película aspira a llevar la Semana Santa del siglo XXI a las salas de cine», explicó Abad en rueda de prensa; pero «sin diálogos ni entrevistas, como se vive en la calle». Un discurso que comienza con el tiempo preparatorio anterior al Domingo de Ramos y que recoge elementos tangibles e intangibles que hacen posible el milagro. De este modo el realizador de Llega la Noche, película estrenada en el SEFF 2020 con 2 nominaciones a los premios ASECAN, o la multipremiada webserie Caniville, se fijó «en la industria de la Semana Santa, desde la fabricación de cirios a los llaveros que se venden en la Casa Hermandad», logrando su objetivo poco a poco y año tras año, sumando progresivamente nombres a la producción. Esto le permitió ampliar el campo de visión aunque sin renunciar a su estilo evocador, «casi impresionista». No en vano, si por algo destaca Parasceve es por su intención de narrar lo que acontece a lo largo de siete días de una manera cronológica y desde la perspectiva del público, tratando de emular a través de la cámara «el ángulo de visión de una persona que vive la Semana Santa y se mezcla entre la gente».
Una BSO «que ennoblece al intérprete»
Esta premisa ya es lo suficientemente interesante como para que el cofrade, el sevillano e incluso el foráneo, desee descubrir la cinta. Sin embargo, Parasceve cuenta con un aliciente extra, que es su extraordinaria banda sonora. Un trabajo firmado y producido por Francisco Javier Torres Simón, doctor en Comunicación a la par que autor de marchas procesionales —Al que yo bese, Lux Aeterna o Una palabra tuya—, que, en palabras de Hilario Abad, «ha engrandecido el material hasta niveles insólitos».
Para el investigador musical, esta experiencia ha resultado «compleja» pero al mismo tiempo «muy valiosa», y dada la calidad del resultado, le pronostica un recorrido «que no podemos ni vislumbrar». De hecho, pese a beber de «un hito» como es la banda sonora de Semana Santa, grabada en 1991 por The London Philharmonic con la dirección del desaparecido Antón García Abril, la música compuesta para Parasceve apuesta por ir más allá, pues además de buscar la conexión con el espectador «pretende ennoblecer al intérprete». En este sentido, Torres Simón se ha esforzado en crear «música de cine para una película de Semana Santa interpretada por una banda que sabe lo que es tocar en la calle durante la Semana Santa»; y esta no es otra que la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, dirigida por Francisco Javier Gutiérrez Juan, quien se confiesa orgulloso del proyecto «como profesional y como sevillano». Y es que, como bien expresó en la puesta de largo ante los medios, «cuando las cosas son buenas no es necesario hablar de ellas, sino verlas y escucharlas. Y Parasceve lo es».
Lo que sí quiso destacar el músico guillenero fue el compromiso que el Área de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla tiene con el tejido productivo de la ciudad, «en este caso el cultural». Algo que ha permitido que la banda se involucre en un «producto andaluz de calidad», que además cuenta con la participación de Pedro Luengo, organista de la Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder —gracias a la colaboración de la hermandad, la BSO pudo grabarse en el templo—; José Carlos Garrido, componente de la banda de las Tres Caídas de Triana; la Asociación Musical Coro Dabar, de Coria del Río; y el propio Torres Simón, al frente del piano. La suma de todos ellos ha hecho posible que las imágenes —poderosas ya de por sí— sean acariciadas, exaltadas o mecidas por la vibrante música, del mismo modo que los aromas sagrados y profanos traspasan la pantalla, haciendo de la experiencia algo único. Porque Parasceve —cuyo nombre evoca a la luna de primavera que coincide con la celebración de la Pascua— apunta a cinta cercana, delicada y lírica, pero sobre todo distinta.
A punto de finalizar su posproducción, la película —cuyo tráiler está disponible en la web www.parascevefilm.es, y que ha contado con la participación de ciento veinte personas a lo largo de una década—, tiene previsto recorrer varios festivales internacionales antes de estrenarse en nuestra ciudad, seguramente a principios de noviembre, dentro del marco del Festival de Sevilla de Cine Europeo SEFF. Posteriormente dará el salto a las salas, con idea de que los sevillanos la disfruten y la hagan suya, como en su día hicieron con la de Gutiérrez Aragón.