Entrevista

«Poner punto final a la última página es lo que se siente cuando uno deja de estar en deuda»

Ya decía Kapuscinski que, para ser buen periodista, primero había que ser buena persona. Llevar eso a rajatabla y el trabajo insaciable durante toda su carrera sean el motivo por el que Guillermo Sánchez tenga algo por lo que presumir. Que haya vestido a la Macarena de luto y lo plasme en un libro con mucha historia, también

Carmen Osuna CarmenOsunaG /
18 mar 2021 / 04:00 h - Actualizado: 18 mar 2021 / 04:00 h.
"Libros","Historia","La Macarena","Entrevista","Canal Sur","Cuaresma 2021"
  •  Guillermo Sánchez Rodríguez.
    Guillermo Sánchez Rodríguez.

“Y la Macarena se vistió de luto”. Ese es el título – muy conocido ya - heredado por el último trabajo de este periodista que representa una gran parte de la historia que envuelve a la Esperanza Macarena junto a las leyendas y mitos de su barrio. Un pasaje cronológico que busca explicar qué pasó con esta Esperanza desde que fue ignorada por la Reina Isabel II a finales del XVIII hasta que fue perseguida en tiempos de Guerra Civil.

En este libro, Guillermo trae a los sevillanos de ahora, la Sevilla de aquellos tiempos y la vida de esa Macarena que posee leyendas generacionales que la hacen e hicieron única.

El revuelo del que José Bermejo y Carballo fue el primero en hablar como cuenta Sánchez en este libro, podría ser uno de los sucesos más conocidos: Aquel reloj de pesas que permitió a la Esperanza volver a su templo y le prohibió volver a pisar el jardín del Hospital de la Sangre (Actual Parlamento de Andalucía), donde se halló durante las obras. Historia de ignorantes que al grito “no entréis que la perderéis” y con fecha en abril de 1846, provocaron el retroceso de la Virgen sin pisar la puerta del Hospital.

Contratos, propiedades, períodos de Guerra, la muerte, grandes personalidades de la época, y una protagonista que ahora se viste de luto para su pueblo gracias al cambio que trajo Juan Manuel Rodríguez Ojeda a esta Cofradía y a aquel día en el que el Guillermo Sánchez de los 90 se removió en aquel balcón por la historia de su Esperanza.

Ante las preguntas que se le ha hecho sobre él y este gran trabajo realizado, conciso y amable es como se ha mostrado:

¿Quién es Guillermo Sánchez? ¿Cómo se describe?

Soy curioseador, fabulador y divagador, como diría José María Izquierdo. También soy el del poema de Manuel Machado: Medio gitano, medio parisién, dice el vulgo, con Montmartre y la Macarena comulgo.

En cuanto a su experiencia en el Correo de Andalucía y en El Llamador de Canal Sur, ¿Qué significó para usted como periodista?

Empecé en el Nueva Andalucía, el último diario de la tarde en España. Con dieciséis años me dedicaba a cuadrar los goles a favor y en contra de las clasificaciones y hacía crónicas de partidos de juveniles que eran mayores que yo. Luego fui a cubrir un incendio para El Correo con el mítico Pepe Guzmán y me dijo, “niño, lo primero que tienes que saber es que por el humo se sabe dónde está el fuego”. Ahí empezó todo...

Fran López de Paz y yo fuimos los primeros narradores de “El Llamador” en Canal Sur Radio. Nos llevamos los micrófonos a la calle, desde la primera salida a la última entrada. Ser pionero es siempre muy emocionante.

En qué momento se sienta con lápiz y papel Guillermo a escribir este libro.

Cuando noto que la criatura ha crecido tanto en mi interior que sólo queda la opción de parir.

Dice que el libro trata sobre qué pasa en la Macarena desde que es ignorada por Isabel II hasta que es perseguida ¿Qué le lleva a elegir los sucesos que elige para contar el transcurso de esos 74 años?

Después de ser ignorada por Isabel II, fue descubierta por su hijo, Alfonso XII, y antes de ser perseguida en la II República, fue intervenida y su nombre, Macarena, prohibido por la propia Iglesia. Así fui, cronológica y sucesivamente, hasta llegar desde los extremos del tiempo al pasaje central: la Virgen se viste de luto...

El trabajo de investigación y/o documentación que lleva su libro comenzó según he entendido con Enrique Pavón en 1990, ¿Ha estado investigando sobre la Esperanza todos estos años?

Pasé tanto miedo a quedarme sin cosas que contar aquella mañana, en el mismo balcón de la calle Parras, junto a Juanita Reina y Pastora Soler, que entonces era una niña...Investigación por instinto de supervivencia.

¿Por qué la viuda de luto moderna de Juan Manuel Rodríguez Ojeda?

Porque Juan Manuel era amigo de Joselito y supo interpretar su sentimiento hacia la Esperanza. Joselito la quería como si fuera su madre, por eso la vistió de luto a la americana, como una mujer de su tiempo, como seguramente hubiese vestido Doña Gabriela de no haber muerto un año antes que su hijo.

¿Cuánta importancia tiene para usted que la Esperanza pudiera mostrar el luto de Joselito vestida de negro?

Lo decía Chaves Nogales, ya pueda decir lo que quiera el “ordo divini ofici”, es decir, la liturgia de la Iglesia. Al pueblo le gusta que su Virgen se identifique con su dolor y el pueblo estaba de luto porque se había muerto Joselito.

¿Hay algún dato que ahora sabe y que preferiría no haber descubierto?

Después de descubrir una foto suya y su biografía, veo de manera distinta el episodio del baño de manteca y añil que sufrió Leoncio Martínez de Bourio cuando pretendió ser Hermano Mayor. Ahora soy mucho más condescendiente con ese personaje.

Usted dice que la Macarena se cuenta sola en la calle ¿Qué es para usted la Esperanza Macarena?

Nunca le pido nada, pero le cuento mis cosas, las verdaderamente importantes...

¿Ha sido el cariño uno de los ingredientes principales de este gran trabajo?

Por una parte, el afecto personal; por otra, el afán del periodista.

¿Dónde disfruta viendo a la Esperanza Guillermo Sánchez?

Me gusta más por la mañana, de regreso al barrio, cuando las primeras luces atraviesan las bambalinas. Soy un privilegiado. Juan Valentín, el realizador de Canal Sur, me trae la Esperanza al monitor desde que llega al convento de Santa Ángela hasta que entra en la Basílica.

¿Soledad o Macarena?

Cuando termino de contar en la tele la entrada de la Esperanza, me pongo la túnica de nazareno y me voy a San Buenaventura, al lado de la Soledad. Entonces entiendo todo lo que ha pasado y sigue pasando en la ciudad.

Usted afirma que es cofrade. ¿Por qué? ¿Cree que cofrade se nace o se hace?

El cofrade se hace. Cuando saco del armario el capirote y el cinturón de esparto siento algo parecido a lo que describe Orson Welles en Ciudadano Kane cuando ve aquel trineo que llamaba “Rosebud” y representaba la felicidad...Ser cofrade me hace feliz. Una felicidad muy cernudiana, por cierto.

Algunos de sus conocidos ya dicen que su libro se venderá solo. Si “Macarena de luto” no fuera suyo, ¿Lo compraría?

Lo compraría como he comprado casi todos los libros que huelen a cera.

¿Qué sintió Guillermo cuando puso el punto final a la última hoja de este libro?

Lo que se siente cuando uno deja de estar en deuda.

¿A qué tiene miedo? ¿ha tenido a la hora de lanzar este trabajo a Sevilla y al cofrade?

Mis lectores cero me fueron quitando el miedo poco a poco.

¿Cómo cree que el lector tiene que mirar a este libro?

Mejor que yo, lo propone Manuel Jesús Roldán en el prólogo. La historia de cómo se hace del dolor de una madre la alegría de un pueblo.

Y es que el de la calle Esperanza tiene mucho que contar y de momento, entre estas casi 300 páginas se encuentra.