La Hermandad de la Redención celebró este pasado jueves 13 de octubre el cabildo general extraordinario en el que su junta de gobierno, presidida como hermano mayor por Manuel del Cuvillo, planteó a los hermanos dos temas de relevancia en el seno de la corporación. El primero de ellos era aprobar la intervención conservativa, si así procedía, de las imágenes titulares por parte del restaurador Juan Manuel Miñarro, mientras que el segundo era refrendar también, si igualmente procedía, la invitación de la Hermandad del Santo Entierro para que el misterio del Beso de Judas esté presente en la procesión general del próximo Sábado Santo, decisión esta última que recibió un apoyo unánime.
Este cabildo se desarrolló en la sede provisional de esta cofradía del Lunes Santo, la Parroquia de San Ildefonso, asistiendo numerosos miembros de la misma. En esta cita estuvo presente, como no podía ser de otra manera, el propio Miñarro, que procedió a explicarle a los hermanos allí presentes el informe elaborado sobre las imágenes y en qué consistiría su actuación sobre estas. La labor más intensa será sobre María Santísima del Rocío, ya que, como le suele ocurrir a muchas otras dolorosas o imágenes de vestir en general, presenta distintos signos de alfilerazos producidos cuando es revestida por su vestidor, por lo que se subsanarán estas deficiencias y las pérdidas de policromía y se elaborarán unos corpiños que protejan a la efigie de Castillo Lastrucci cada vez que sea cambiada de indumentaria.
Por otra parte, tanto a la titular mariana como a Nuestro Padre Jesús de la Redención, Miñarro les realizará una limpieza a raíz de la suciedad generada por el propio humo de las velas y, además, procederá a cambiarle a ambos el sistema de articulación de las muñecas, de modo que dejen de ser, como coloquialmente se les denomina, de galleta y comiencen a ser de bola, lo que permitirá un movimiento más completo y natural de las manos tanto del Señor como de la Virgen. Estos trabajos se acometerán a la mayor brevedad posible, de manera que el titular cristífero será llevado al estudio de la calle Viriato en noviembre, donde permanecerá en torno a una semana, mientras que la dolorosa será retirada del culto tras su besamano decembrino.