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Laura Meléndez ultima la restauración del retablo cerámico. / Manuel Gómez
Se trata del único azulejo conocido de la Virgen del Rosario de la Macarena, a excepción del que luce en el atrio de la Basílica. La hermandad de la Macarena contará en breve con una nueva e interesante aportación a los fondos de su museo. Gracias a la restauración que está llevando a cabo la conservadora y restauradora de obras de arte Laura Pérez Meléndez, la corporación de la Madrugá podrá exponer en breve entre los contenidos de su tesoro devocional un interesante retablo cerámico en el que la protagonista es su titular letífica.
Con unas dimensiones de 1,21 metros por 0,86, el retablo en cuestión fue realizado hacia 1945 por el ceramista Antonio Hornillo Pérez y lleva la firma de la popular casa de Cerámica Santa Ana. Según el estudio realizado sobre esta pieza por el especialista en cerámica Martín Carlos Palomo García, el azulejo fue encargado por el bordador Guillermo Carrasquilla Rodríguez (1882-1956), muy devoto de esta imagen, quien lo colocó en la fachada de su casa de la calle San Luis 128, frente a la iglesia de San Gil.
Al venderse esta casa en 1960, se desmontó, se dotó de un marco de cerrajería y se llevó a la calle Socorro 26, un inmueble dedicado a pisos alquilados gestionado por su hijo José Guillermo Carrasquilla Perea (1922-2000). Finalmente, al fallecimiento de éste, el azulejo fue desmontado por sus descendientes y años más tarde donado a la hermandad de la Macarena, al igual que otros retablos y azulejos propiedad de la familia que se pueden contemplar hoy día en el museo de la hermandad de la Madrugá.
Conjunto de 40 piezas
En el retablo aparece la Virgen del Rosario vestida de Reina, con manto rojo, portando al Niño en brazos con báculo, ráfaga y corona de oro. Desde el pasado mes de junio, la licenciada en Bellas Artes Laura Pérez Meléndez, quien trabaja en el equipo de restauración que dirige Enrique Gutiérrez Carrasquilla, se ha encargado de la restauración de la pieza. Compuesto por 40 azulejos de terracota cocida y esmaltada al horno, el conjunto cerámico presentaba «los daños habituales de haber utilizado técnicas de albañilería en un soporte tan delicado como un retablo cerámico». Además, varias de sus piezas estaban fracturadas.
Laura Meléndez, autora del último cartel del pregón de los armaos, ha aplicado un tratamiento específico de consolidación, conservación y restauración del conjunto cerámico, eligiendo como mejor opción «la extracción de la totalidad de las piezas cerámicas del mortero y su posterior colocación en un nuevo soporte, resistente a la humedad y cambios térmicos, rígido y perdurable, para aislarlo y protegerlo».
La restauración del conjunto cerámico será presentada en la Basílica el próximo sábado, víspera de la salida procesional de la Virgen del Rosario de la hermandad de la Macarena.