El pasado lunes 9 de mayo, a una semana que de comenzasen los cultos preparatorios de la romería de Pentecostés, la Hermandad del Rocío del Divino Salvador aprobó, en cabildo extraordinario convocado al efecto, restaurar su simpecado, obra de los Talleres de Esperanza Elena Caro en 1957, puesto que se hallaba en mal estado de conservación. Y desde este viernes 1 de julio se halla retirado del culto.
Estas labores de restauración van a ser llevadas a cabo por María Gema Pérez Morales, licenciada en Bellas Artes y experta en conservación y restauración de obras de arte, como así lo demuestra su amplísima experiencia profesional. Centrándonos, al menos, en los trabajos que ha realizado para las hermandades de Sevilla, ya que toda su labor en general es imposible de resumir, debe resaltarse la restauración de la saya bordada por Elena Caro para la Virgen de la Caridad de la Hermandad del Baratillo, la del techo de palio y las bambalinas de la Esperanza de Triana así como la toca de salida de las hermanas Martín Cruz, y su participación en la restauración del manto de la coronación de la Esperanza Macarena. Además, Gema Pérez realiza consultoría y asistencia técnica en el marco de la Conservación y Restauración del Patrimonio Textil en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
Volviendo al simpecado, además de la lógica suciedad superficial de polvo por el camino en su peregrinación a la aldea y otras partículas y deshidratación de sus elementos, se observaba en la pieza una oxidación del hilo metálico, que presenta desgastes, roturas e hilos sueltos, además de algunas lagunas que dejan ver el relleno del bordado. Por otra parte, es necesario mejorar la tensión que ha sido creada por elementos añadidos, tales como el fajín rojo, así como proceder a la limpieza de las diversas manchas que ensucian el tejido del reverso.
Es importante recordar que la hermandad ya llevó a cabo en su momento el arreglo de las humedades de la hornacina donde se expone el simpecado en el Divino Salvador, pero no por ello dejaba de hacerse necesaria esta restauración de los materiales que conforman el simpecado para poder devolverle a éste todo su esplendor. En esta hornacina, por cierto, permanecerá al culto y veneración de los fieles la imagen de la Virgen del Rocío, obra de Seco Velasco, del propio simpecado durante los tres meses que durará esta intervención
