La hermandad servita volvió este Sábado Santo a dejar su sello por las calles de Sevilla. Desde la calle de los Siete Dolores de Nuestra Señora, en el barrio de San Marcos, comenzó su estación de penitencia por ese íntimo recorrido por calles como Doña María Coronel o Dueñas en el que se pueden ver estampas de una Semana Santa añeja que apenas quedan y que esta cofradía parece rescatar. Dado que el Sábado Santo no suele ser un día de apreturas y resulta más cómodo y gratificante ver los cortejos de principio a fin. El andar del cuerpo de nazarenos servita, y la elegancia y prestancia, denota que el día es de luto porque el Señor a muerto. Y a los pocos minutos aparece la Piedad de Montes de Oca, con la Virgen de los Dolores y el Cristo de la Providencia provocando un desgarro en el alma a todos los cofrades antes de que llegara el lamento de la Virgen de la Soledad en su paso de palio.
La cofradía ha estrenado este Sábado Santo la Cruz del paso de la Piedad, diseñada por Dubé de Luque, y los faldones bordados del mismo paso.