Traslado del Gran Poder a la Catedral por el Jubileo de la Misericordia

La cruz de guía impuso un ritmo suficiente para poder hacer el recorrido en dos horas si así se hiciera necesario por la amenaza de algún chubasco

03 nov 2016 / 18:30 h - Actualizado: 03 nov 2016 / 22:10 h.
"El Gran Poder","El Gran Poder en el Jubileo de la Misericordia"
  • El Gran Poder cruza la plaza de San Lorenzo. / Manuel Gómez
    El Gran Poder cruza la plaza de San Lorenzo. / Manuel Gómez
  • El Gran Poder, a su paso por la fachada de la parroquia de San Lorenzo.
    El Gran Poder, a su paso por la fachada de la parroquia de San Lorenzo.
  • El cortejo, cruza la calle Laraña hacia Cuna.
    El cortejo, cruza la calle Laraña hacia Cuna.
  • La plaza de San Lorenzo, llena a rebosar, aguarda la salida del Gran Poder. / Manuel Gómez
    La plaza de San Lorenzo, llena a rebosar, aguarda la salida del Gran Poder. / Manuel Gómez
  • El paso del Señor, en el cruce de Orfila con Laraña.
    El paso del Señor, en el cruce de Orfila con Laraña.

Tocaba la séptima campanada de las 19:00 en el reloj de la parroquia de San Lorenzo, cuando sonaron los goznes de la puerta de la basílica. Comenzaba a salir entonces el cortejo que acompañaría al Señor del Gran Poder hasta la Catedral para presidir allí el Jubileo de la Misericordia.

La plaza, abarrotada como cualquier noche de Madrugá, esperaba para ver pasar a los aproximadamente 800 hermanos que acompañan a la imagen de Juan de Mesa. A juzgar por el ritmo de la cruz de guía, parecía comprobarse el rumor que ya estaba en todas partes: se darían prisa. Si la hermandad tenía previsto llegar a la Seo a las 22.00, se imprimiría un paso suficiente para llegar una hora antes, en previsión de que puedan caer algunas gotas.

Dieciocho minutos después de comenzar la procesión, sonaba el martillo en el interior del templo, y a las 19:27 el paso del Señor traspasaba el dintel. En la puerta de la antigua parroquia, los estandartes de las otras dos hermandades de San Lorenzo –la Soledad y el Dulce Nombre– aguardaban para presentar sus respetos al Gran Poder, que se giró hacia la derecha llegado a este punto.

Sólo diez minutos después el paso ya no era visible en la esquina de El Sardinero: el cortejo apuntaba prisas. El Señor ganaría la calle Daoiz al dar las ocho de la tarde, lugar en el que se pararía a cumplimentar a la hermandad de Santa Marta.

A las 20.38, el paso del Señor pisaba ya el pavimento de la plaza del Salvador, estando ya la cruz de Guía en la calle Hernando Colón.

Tras cruzar la plaza de San Francisco, y en vista de que el tiempo era estable, el ritmo del cortejo se ralentizó, permitiendo que el público disfrutara con más tranquilidad de la presencia del Gran Poder, que se plantó ante la Puerta de Palos a las 21.35, entrando de cara a la plaza cinco minutos después.