Un recorrido literario por el callejero de las Glorias

Juan Manuel Labrador traza en su pregón un itinerario por la geografía urbana de las hermandades letíficas pleno de lirismo y de recuerdos

27 abr 2018 / 22:22 h - Actualizado: 27 abr 2018 / 22:46 h.
"Consejo de Hermandades y Cofradías","Glorias"
  • El cofrade trianero Juan Manuel Labrador pronunció este viernes en la Catedral la quincuagésimo primera edición del pregón de las Glorias de Sevilla. / Jesús Barrera
    El cofrade trianero Juan Manuel Labrador pronunció este viernes en la Catedral la quincuagésimo primera edición del pregón de las Glorias de Sevilla. / Jesús Barrera
  • Un recorrido literario por el callejero de las Glorias

De moldes clásicos, plagado de una profunda carga lírica y con un hilo argumental novedoso y alejado de la secuencia lógica del calendario letífico. Así fue el pregón de las Glorias de Sevilla pronunciado este viernes en la Catedral de Sevilla por el periodista Juan Manuel Labrador. Presidido por la imagen gloriosa de la Hiniesta en el Altar del Jubileo, el pregón de este cofrade trianero, hermano de la Pastora de Triana y de la Virgen de las Nieves, pasará a la historia como el primero de la sección de Glorias en el que se intercalaron fragmentos musicales para reforzar algún determinado pasaje, un recurso que ya se ha hecho de uso común en los pregones de Semana Santa.

Profundo conocedor del universo de las hermandades de Gloria, Labrador planteó como hilo argumental de su pregón un recorrido por la geografía urbana, las parroquias y los barrios de cada una de estas hermandades, como si en una ensoñación todas ellas procesionaran en un mismo día y el pregonero, en una incesante travesía urbana trazada a su gusto por el mapa de la ciudad, acudiera a presenciarlas aquí y allá, encontrándose a su paso a cada una de estas advocaciones letíficas.

Como no podía ser de otra forma, Labrador arrancó y concluyó su particular itinerario por la geografía de las Glorias en la parroquia de Santa Ana, ante la cancela que guarda su principal devoción, la Pastora de Triana, Virgen de la que fue monaguillo desde niño y activo miembro de su grupo joven. Luego atravesaría el puente para detenerse en la calle Dos de Mayo y en el Postigo del Aceite, iniciando así un largo recorrido que le llevó, primeramente, más allá de las murallas de la ciudad para luego introducirse de nuevo en el viejo caserío de la urbe.

En el pregón de Labrador, que lució colgadas sobre el pecho las medallas de sus dos hermandades, no faltó tampoco el recuerdo a cofrades de Gloria fallecidos recientemente, como Alfonso Muriel y Antonio Rodríguez Mármol, ex hermanos mayores de la Virgen de la Sierra y de la Virgen del Mar, respectivamente, y el homenaje a otros que se significaron por su servicio a sus corporaciones, caso de Dominga Collado en el Carmen de Santa Catalina, de Manolo Tello en la Divina Pastora de Triana, o de Juan Basallote García y José María Bautista Silva en la hermandad de las Nieves. Muy emotivo fue también el recuerdo a Jesús Basterra, histórico capataz y consejero de Glorias fallecido el pasado mes de febrero, a quien Labrador imaginó tocando el llamador del paso de Madre de Dios del Rosario “para pasearla por toda la eternidad”.

Con más carga poética que de prosa, Labrador empleó décimas, sonetos, romances, soleares y hasta versos alejandrinos para cantar a las Glorias de Sevilla. A lo largo de la más de hora y media que duró su disertación, la música de la Banda Municipal de Sevilla se intercaló en cuatro momentos distintos del pregón. El primero de ellos, en el poema dedicado a la Hiniesta Gloriosa, en el que sonó el trío de Hiniesta Coronada. También el trío final de la marcha Virgen de los Reyes, de Abel Moreno, acompañó los versos dedicados a la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis, en los que Labrador recreó los nueve días de la novena que sirven de antesala al 15 de agosto. Para complementar los versos alejandrinos dedicados a la Virgen del Amparo sonó un fragmento de la marcha Bajo tu Amparo, de Rubén Jordán. Y por último, unos compases de la marcha Hermanos Costaleros sirvieron para acompañar los versos dedicados a Madre de Dios del Rosario.

Labrador acabó su periplo por el mapa urbano de las Glorias cruzando de vuelta el puente y abriendo la cancela de la Pastora de Triana, a la que imploró por los frutos de esta «parcela de la Iglesia diocesana» que constituyen las hermandades. El vicario de la diócesis, Teodoro León, fue la autoridad religiosa que presidió esta quincuagésimo primera edición del pregón de las Glorias de Sevilla.