Una nueva primavera sin exornos florales y sus olores
Esta primavera, el olor a azahar tan típico y característico de la capital andaluza, no acompañará a ninguna multitud. El olor de las flores de esos pasos, tampoco, la Floristería de María del Carmen Álvarez, es una de todas las que lo echan de menos.
Los exornos florales de las hermandades de Sevilla y alrededores obligan a floristas y jardineros y cofrades, por año consecutivo, a prescindir de ellos para las estaciones de penitencia.
La Floristería Plaza España de Morón de la Frontera es un ejemplo de este sector que ahora atraviesa un mal momento. Este comercio, nació en 2008, de la mano de María del Carmen Álvarez Barroso, fecha que se suma a este 2020 como una de las más devastadoras a las que muchos españoles han tenido que hacer frente con o sin éxito.
Estas dos crisis económicas, han supuesto, para esta florista moronera, la pérdida de la venta diaria tanto de macetas, como de ramos naturales. Dos momentos en los que las alternativas se hicieron necesarias para la supervivencia del negocio y por supuesto, de su trabajo.
El sector de las bodas ha formado parte de esa búsqueda por enderezar el negocio, pero este último año, con la suspensión de las más de 90 bodas a las que también le ha prestado servicio, han supuesto una gran pérdida económica que supera 80% del beneficio. Por su parte, son siete las hermandades que vienen apostando desde 2010 por el servicio y el cariño de María del Carmen hacia los diferentes titulares con sus distintos exornos florales. Entre ellas, la Hermandad del Calvario, la Hermandad del Cautivo o la Hermandad del Soberano en Morón de la Frontera, así como la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Puebla de Cazalla o la Hermandad de la Veracruz de Alcalá del Valle
Cofradías, Hermandades y Parroquias a las que María del Carmen agradece su confianza y compromiso y el hecho de haber contado con ella para el montaje de los diferentes cultos que se han podido celebrar pese a la pandemia.
Consciente de que otros sectores como la cera, las imprentas o los bordadores están atravesando un mal momento, María del Carmen es positiva ante tiempos futuros y está esperanzada en que su sector, “cuando pase todo esto, será uno de los que más crezca porque las flores son alegría, arte y vida”.