Motor

Consejos para optimizar el equipaje y la seguridad de los pasajeros

Con los desplazamientos veraniegos llega la tediosa tarea de organizar el maletero para que todo quepa. Sujetar la carga es primordial para viajar con seguridad.

Mario Garcés mgarces83 /
26 jul 2020 / 14:18 h - Actualizado: 26 jul 2020 / 14:25 h.
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  • A la izquierda lo que no debemos hacer y, a la derecha, lo que sí. El coche de la imagen es un SEAT Arona
    A la izquierda lo que no debemos hacer y, a la derecha, lo que sí. El coche de la imagen es un SEAT Arona

A la hora de hacer las maletas, hay familias que confían en un único miembro, a menudo perfeccionista y meticuloso, que es capaz de conseguir que todo quepa en el mínimo espacio y a la vez que quede ordenado y con el menor número de arrugas posible. Otras, sin embargo, depositan en el criterio de cada miembro esa responsabilidad y, claro, pasa lo que pasa: hay quien necesita tres bultos para lo que podría caber en dos. Como yo suelo decir, «Ikea paga por no transportar aire», y así es, tiene equipos de desarrolladores diseñando exclusivamente cómo empaquetar sus productos para optimizar el espacio en las cajas.

El volumen de carga del maletero es un espacio valioso cuando toda la familia se disputa qué llevar de vacaciones y qué dejar en casa, así que el primer punto por el que empezar a ordenar la carga es el propio interior de las maletas. Si cada prenda, del tipo que sea, va doblada y colocada de forma que permita hacer una especie de «Tetris» con las demás, el hueco libre se irá rellenando con objetos pequeños como calcetines (por ejemplo, aprovechando el interior de las zapatillas de deporte o los mocasines) o ropa interior. Un ejemplo de cómo colocar camisas, blusas y polos aparece en esta foto. No sólo es más sencillo ver qué prenda extraer (en caso de ser de los que no deshacen las maletas) de un simple vistazo, sino que se aprovecha mejor el espacio en vertical que, colocando una camisa sobre otra, a veces queda desaprovechado por no querer poner cosas encima.

Consejos para optimizar el equipaje y la seguridad de los pasajeros
Cómo colocar la ropa en una maleta, según los consejos de SEAT

Una vez que las maletas están hechas y los bultos preparados, llega la hora de colocar la carga. Y aquí solemos cometer varios errores de bulto: soltar todo sin criterio, dejar espacios libres y permitir la imprudencia de que parte de la carga quede suelta por encima de la altura de los reposacabezas traseros. Esto último es particularmente peligroso en caso de accidente o frenazo, porque todos los objetos sueltos en el habitáculo se convierten en proyectiles contra los pasajeros cuando se produce una deceleración brusca. Hay que tener claro que no sólo es responsabilidad de los adultos colocar bien la carga, sino enseñar a los menores a que viajen sin dejar sus juguetes y bártulos sueltos por el habitáculo cuando terminan de usarlos durante el viaje. Hay que educarles en que empleen, por ejemplo, los bolsillos posteriores de los respaldos de los asientos delanteros, para que consolas, botellas, libros, tabletas o cualquier otro instrumento no ruede suelto por el interior a riesgo de salir disparado si hay, por ejemplo, una retencion repentina en la carretera.

En el maletero hay que hacerse un esquema mental. Los bultos más voluminosos, rígidos y pesados, de formas cuadradas, como las maletas grandes, van en el piso del maletero. En la parte más baja posible. De esta forma siven de base para las maletas y mochilas pequeñas. Da igual si de pie o tumbados, en función de la forma del maletero. Los huecos restantes, incluídos los que quedan entre las maletas y los respaldos de los asientos traseros, deben aprovecharse para entremeter, por ejemplo, bolsas de zapatos, de comida que no se vaya a consumir en el trayecto o fundas de ordenadores portátiles que deben ir bien protegidos de los golpes. En la siguiente escala de objetos, se superpondrán, por ejemplo, tablas o colchonetas pequeñas, sillas plegables y piezas menos voluminosas que se puedan disponer en horizontal. Es muy importante que no sobresalgan por encima de los reposacabezas. En tal caso, y dependiendo del tipo de coche, existen unas redes de tela o unas rejillas metálicas en el mercado que se adaptan a prácticamente cualquier vehículo y sirven para sujetar la carga cuando se aprovecha la altura máxima hasta el techo de los maleteros. No se debe colocar nada sobre la bandeja trasera, en caso de tenerla salvo, como mucho, alguna prenda de abrigo o alguna almohada de viaje. Es muy útil disponer de cajas plegables para agrupar objetos pequeños en un único espacio y compartimentar la carga, así como de pulpos (cuerdas elásticas con un gancho a cada lado, que venden en cualquier bazar o tienda de recambios) para atar las cosas sueltas contra las paredes, para lo que suele haber al efecto pequeñas argollas metálicas en algún punto del maletero.

En el habitáculo, entre los pasajeros, se pueden aprovechar los huecos en el suelo, cuando ya no hay espacio atrás, pero es importante que las cosas que se depositen vayan a ser posible encajadas contra los asientos, o bien sujetas entre los pasajeros aprovechando algún elemento como un cinturón que no se use o una cincha.

La baca, en caso de necesidad, debe servir para colocar aquellos elementos que no tengan cabida en el maletero, cumplir con la homologación necesaria (nada de sujetar la carga sobre el techo, como un colchón «que no daña la carrocería», atado de cualquier manera). Las bicicletas deben ir con sus fijaciones y sin accesorios que puedan salir volando como botellas o cestas. Por supuesto, el coche debe viajar con la ITV al día y con un mantenimiento preventivo para las altas temperaturas veraniegas.