Motor

Costumbres mortales en caso de accidente

Dejar objetos sueltos, usar mal el cinturón, colocar los pies sobre el salpicadero, son solo algunas de las prácticas que pueden costar la vida en una colisión.

Mario Garcés mgarces83 /
15 dic 2019 / 13:10 h - Actualizado: 15 dic 2019 / 13:13 h.
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  • El estudio del RACE junto a Goodyear ha consistido en un ‘crash test’ a 56 km/h con varios ‘dummies’ como pasajeros
    El estudio del RACE junto a Goodyear ha consistido en un ‘crash test’ a 56 km/h con varios ‘dummies’ como pasajeros

Algunos de los errores que cometen los pasajeros de un vehículo y que este estudio contempla, son tan comunes que ni siquiera es habitual reparar en ellos como un problema. Sin embargo, precisamente por la frecuencia con que se cometen, es tan importante recalcar que se deben desechar y vigilar para que todos los ocupantes cumplan unas normas básicas de higiene postural y colocación. En los vídeos adjuntos es posible observar los resultados a cámara lenta.

Para realizar la prueba de impacto o 'crash test', RACE y Goodyear han empleado un monovolumen en el que han acomodado a cada pasajero simulando posturas y descuidos habituales. El conductor, por ejemplo, iba sentado cerca del volante y llevaba el cinturón de seguridad abrochado pero sin ajustar al cuerpo. Hay quien al sentarse piensa que es suficiente con colocarse el cinturón, pero lo correcto es, además, darle un tirón una vez abrochado para ceñirlo al cuerpo y que el tensor haga un poco de fuerza.

El copiloto fue sentado con el respaldo excesivamente inclinado y con los pies apoyados sobre el salpicadero, escena que se repite en trayectos largos por quien considera que el vehículo es un buen lugar para descansar como si de una cama se tratase, entre otras imprudencias. Esta postura es extremadamente peligrosa por dos razones principales: el respaldo debe ir situado en una posición cercana a la vertical para que el cinturón haga su trabajo. De lo contrario se produce el 'efecto submarino', que es que el pasajero se escurre en el asiento durante una deceleración brusca; en segundo lugar, las piernas quedan en una posición elevada sobre la zona de despliegue del airbag, que en caso de impacto resulta letal.

Al pasajero trasero del lado izquierdo (el que va detrás del conductor), se le sentó sin cinturón y con un bebé en brazos. Esta situación simula, por sí sola, dos malas costumbres que se producen sobre todo en trayectos cortos por ciudad. Una, la de considerar que para un recorrido breve no es imprescindible el cinturón y basta con llevar a un bebé sin su sistema de retención específico. Otro, que los objetos sueltos (y en esto también cuentan los seres humanos) dentro del habitáculo, se convierten en proyectiles en caso de accidente, pues salen disparados por el interior y la fuerza con la que impactan contra otros pasajeros puede llegar a ser letal.

Los resultados obtenidos tras el choque a 56 km/hn contra un obstáculo no deformable no dejan lugar a dudas: todos los pasajeros morirían. El conductor hubiese fallecido como consecuencia del aplastamiento que sufre al recibir el impacto por detrás del pasajero que no lleva cinturón. La aceleración que sufre en el cuello y la cabeza son incompatibles con la vida. El copiloto, que iba mal sentado, sufre una compresión en el tórax que supera el doble del límite tolerable por una persona. Su cabeza golpea contra las piernas y supera, igualmente, los límites admisibles. Las piernas rompen la luna delantera y recibirían lesiones muy graves.

El ocupante trasero junto con el bebé salen despedidos por el habitáculo. Durante la deceleración brusca, el adulto sale proyectado hacia delante con una fuerza de 3,5 toneladas, aplastando al bebé contra el asiento delantero en primer lugar y al conductor contra el volante a continuación. Posteriormente, como efecto de rebote, el adulto vuela por el habitáculo, se golpea contra el techo y acaba impactando sobre el cuerpo del menor.

Estos resultados no dejan lugar a dudas de cuáles deben ser los puntos a vigilar cada vez que se toma asiento en el coche, tanto por el conductor, principal responsable de los pasajeros, como por el resto de ocupantes. Hay que llevar siempre el cinturón bien ceñido al cuerpo y evitar las ropas de abrigo gruesas que hacen un efecto de acolchamiento. Nunca quitarse la banda diagonal que protege el torso. Colocar el reposacabezas correctamente, a unos 4 centímetros de la parte posterior de la cabeza y de forma que coincida con la parte superior de esta. Colocar el respaldo del asiento cerca de la vertical, tanto conductor como copiloto. Situarse a un mínimo de 30 centímetros del volante y, por supuesto, nunca colocar los pies en el salpicadero.