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No hay sorpresas. Ninguna de las dos marcas alemanas apuesta por diseños extravagantes
Siete meses después de la presentación internacional del Volkswagen Golf de octava generación, llega la versión GTI, caracterizada por ser, habitualmente, la variante deportiva más equilibrada de la extensa gama Golf. Más adelante llegará una más potente bajo la denominación R, pero la principal cualidad del GTI es que suele ofrecer un compromiso entre precio, prestaciones y practicidad muy bueno. No es el más rápido, pero es más que de sobra para quien quiere un turismo compacto de buen tacto deportivo.Siete meses después de la presentación internacional del Volkswagen Golf de octava generación, llega la versión GTI, caracterizada por ser, habitualmente, la variante deportiva más equilibrada de la extensa gama Golf. Más adelante llegará una más potente bajo la denominación R, pero la principal cualidad del GTI es que suele ofrecer un compromiso entre precio, prestaciones y practicidad muy bueno. No es el más rápido, pero es más que de sobra para quien quiere un turismo compacto de buen tacto deportivo.
El nuevo Golf GTI tiene un motor turbo de gasolina 2.0 con 245 caballos, tracción delantera y estará disponible desde mediados de este año con cambio manual de seis marchas o automático (DSG) de siete. Es, por tanto, 15 caballos más potente que el GTI normal de la generación anterior (había un Performance que también tenía 245 CV).
La suspensión reduce 15 milímetros la altura de carrocería y puede tener, en opción, regulación electrónica de dureza. Un elemento que le confiere mayor eficacia al acelerar es el diferencial delantero de tipo autoblocante, y se puede elegir con llantas de 17, 18 o 19 pulgadas. Estéticamente se distingue, además, por la doble salida de escape, los paragolpes, la parrilla, los faros antiniebla y las pinzas de freno de color rojo. Cambian también los asientos, la tapicería, el pomo del cambio, el volante y los menús disponibles en el sistema multimedia, configurado para dar prestaciones adicionales. Por el momento no hay precios.
El otro recién llegado en el ámbito de los coches de altas prestaciones es el Porsche 911 Targa, la variante de carrocería abierta a medio camino entre el Coupé y el Cabriolet. 147.608 euros separan al interesado de adquirir un 911 Targa 4 y 165.255 euros de un 911 Targa 4S. Los dos tienen tracción a las cuatro ruedas (hasta que lleguen las versiones de tracción trasera, estas son las únicas disponibles), la primera con 385 caballos y la segunda con 450, aunque sólo el más potente se puede pedir con cambio manual de siete velocidades. En caso contrario, la transmisión es la automática PDK, de ocho marchas.
Las cifras de aceleración son dos décimas peores que en las versiones Coupé equivalentes. El menos potente tarda en hacer el 0-100 km/h 4,4 segundos, y el de mayor potencia, 3,8 s. En el equipamiento de serie está incluida la suspensión regulable PASM y el selector de modos de conducción con uno específico para condiciones de baja adherencia, denominado Wet.
Con el cambio automático también va incluido el paquete Sport Chrono, que conlleva una configuración más deportiva del chasis, el motor, la caja de de cambios y las ayudas a la conducción. Las llantas pueden ser de 19, 20 o 21 pulgadas. El techo, que va tapizado en lona, se recoge automáticamente mediante un sistema articulado que lo esconde bajo la luneta posterior.