Aunque este año ha sido cancelado el salón de Fráncfort, que suele ser la segunda y tercera semana de septiembre, la semana previa ha sido de gran actividad, como suele corresponder cada año por estas fechas, en las que no dejan de aparecer novedades. Repasamos hoy las dos que han acaparado más atención en el sector automotriz, de la mano de Skoda y Mercedes-Benz.
Skoda Enyaq, el SUV eléctrico del tamaño de un BMW X3
Estéticamente llamativo, el primer SUV modelo eléctrico de Skoda, el Enyaq, llegará al mercado entre finales de este año y principios del que viene. Con sus 4,7 metros de longitud, no solo tienen una importante carga tecnológica, sino que posiblemente sea la oferta más atractiva dentro de las novedades del Gupo Volkswagen impulsadas por motor eléctrico. Para ello, se podrá elegir con cinco niveles de potencia: 148, 180, 204, 265 y 306 caballos. Tracción trasera para las tres versiones menos potentes, que sólo tienen un motor en el eje posterior, y tracción a las cuatro ruedas para las dos más potentes, que llevan un segundo motor en el eje delantero.
La autonomía eléctrica dependerá del tamaño de la batería, para lo que hay tres capacidades también escalonadas por potencia: 52 kWh (para a versión de 148 CV, con 340 kilómetros de autonomía), 58 kWh (180 CV y 390 km de autonomía), y 77 kWh para las tres versiones más potentes, con autonomías homologadas de 510 y 460 kilómetros. De serie, admitirá carga rápida hasta 50 kW, que es una potencia razonable aunque baja para lo que es frecuente en este tipo de coches eléctricos. Opcionalmente se puede pedir que admita hasta 125 kW, lo que permitirá pasar, con la batería de mayor capacidad, de un 5 a un 80 % de carga disponible en menos de 40 minutos.
El arsenal habitual de asistentes a la conducción en coches de lujo, que le permitirán disfrutar de un nivel 2 avanzado de autonomía, estará disponible en el Enyaq. Además, podrá contar con un sistema de información proyectada en el parabrisas con realidad aumentada, para mostrar al conductor indicaciones del navegador o advertencias de seguridad como si estas estuvieran directamente sobre la carretera. Las funciones de iluminación a través de faros LED de tipo matricial y de otros elementos como una parrilla luminiscente permiten hacer animaciones de bienvenida y despedida al abrir y cerrar el coche.
Mercedes-Benz Clase S, más seguridad y tecnología a bordo
Las pantallas siguen cobrando cada día más protagonismo en el interior de los coches que salen al mercado, y Mercedes-Benz ha tomado buena nota, aunque para ello haya obligado al conductor a manejar una gran cantidad de funciones desde la superficie táctil de una gran pantalla que ocupa, verticalmente, buena parte de la consola central. En total puede haber hasta cinco pantallas en el habitáculo del nuevo Clase S (una menos que en el interior del Honda e). Evidentemente, hay un público, entusiasmado con la tecnología, que adopta de buen grado todo este tipo de soluciones de discutible razón de ser.
El nuevo Clase S, en su séptima generación, estará como siempre disponible con dos longitudes de carrocería, con 5,19 y 5,28 metros de longitud. Para hacer más maniobrable su enorme tamaño, puede contar, opcionalmente, con ruedas traseras direccionales. No es una solución novedosa en el mercado, pero sí en un Clase S y, además, también por el ángulo en el que giran (hasta 10 grados), que es más del habitual. La gama de motores contará con versiones de gasolina y diésel, con potencias a partir de los 286 caballos. Más adelante estará disponible una versión híbrida enchufable con una batería de gran capacidad que permitirá Mercedes homologar en torno a 100 kilómetros de autonomía, que es mucho para este tipo de sistemas de propulsión (suelen rondar los 50 o 60 km de autonomía eléctrica).
Entre la extensa lista de elementos de seguridad con que puede contar el nuevo Clase S, hay dos que sobresalen por novedosos. Uno es la presencia de airbags frontales para los pasajeros de atrás, dispuestos en la parte posterior de los respaldos delanteros. Otra es un sistema que, a través de la suspensión neumática, eleva la altura de la carrocería al detectar un impacto lateral de manera inminente. Así el golpe recibido afecta a la estructura de protección del habitáculo de manera más uniforme, pues el suelo de la carrocería es en gran parte el responsable de absorber la energía. Este sistema no es nuevo en sí, sino que es una mejora respecto al que presentó Audi con la actual generación del A8: en este modelo la carrocería se eleva sólo del lado del que va a recibir el golpe, mientras que en el Clase S se elevan ambos lados. Igual que sucede en el Skoda Enyaq, en el Clase S la realidad aumentada cobra protagonismo especial gracias a que gran parte de la superficie de su parabrisas permite proyectar imágenes de asistencia a la conducción que parecen flotar sobre la carretera.