Nacido en Sevilla y gran enamorado de su ciudad, Julio Vera García se formó en el Colegio Salesiano de San Pedro, en Triana, donde tras sus estudios universitarios ha venido desarrollando también su labor educativa, docente y directiva. Asimismo posee estudios superiores en Realización de Cine, Televisión y Espectáculos, lo que le ha llevado a escribir y dirigir cortometrajes como ‘La Ley Snell’, espectáculos musicales, videoclips de diversos artistas y documentales como ‘Luz y embrujo’ —sobre el escultor Luis Ortega Bru—, destacando la webserie ‘18.0’, con gran aceptación por parte del público y con la que obtuvo una mención especial en los premios andaluces Asecan. Hombre de familia, inculca a sus dos hijos el amor por su ciudad, al igual que sus padres hicieron con él desde pequeño, y desarrolla un minucioso trabajo de creatividad, profundización y documentación, con gran exigencia personal, en cada una de sus obras y proyectos. Amante de la cultura y de la historia, ahora nos sorprende con ‘La Congregación de la Granada’ (Editorial Almuzara), una de las novelas más vendidas en la pasada Feria del Libro que nos sumerge en un mundo de aventuras ambientado en Sevilla, donde el misticismo y el arte parecen estar obligados a encontrarse.
Lo primero que llama la atención de tu novela es el título, ‘La Congregación de la Granada’. ¿Puedes explicarnos brevemente cuándo y por qué surge esta sociedad?
Inicialmente, era un grupo espiritual que Gómez Camacho fundó en Lebrija allá por 1541, quien sufría visiones proféticas. Tras su muerte, le sucedió el jesuita Rodrigo Álvarez, quien también fuera confesor de Santa Teresa de Jesús, y posteriormente el padre Hernando de Mata tomó la dirección. Es entonces cuando se le comenzó a llamar la Congregación de la Granada, porque el padre Mata solía predicar desde un púlpito en el Patio de los Naranjos de la catedral del Sevilla, junto a la capilla de la Virgen de la Granada. Tenían una especie de director espiritual que se hacía llamar ‘el cabeza de la congregación’, quien se rodeaba de un grupo selecto, los ‘seis del particular espíritu’, quienes eran los únicos conocedores de un secreto que guardaba la Congregación de la Granada.
La trama arranca con un grupo de jóvenes que participan en una gymkhana cultural.
Se trata de un juego por las calles de Sevilla en el que cuatro jóvenes están tratando de desvelar unas pistas y acertijos cuando descubren un túnel escondido que les traslada a una leyenda ancestral. Allí se encuentran con otro tipo de enigmas y lo que parecía que era un simple juego de ficción les conduce a unas situaciones misteriosas y secretos que han estado ocultos en la historia de los últimos cuatro siglos de esta ciudad. Sin embargo, se entrelazan las vidas de otros muchos personajes, algunos de ellos con intereses comunes y otros contrapuestos, tanto en el presente, donde transcurre la mayor parte de la acción, como en el pasado, que nos ayuda a contextualizar a muchos personajes históricos.
A través de esa premisa se da mucha información histórica de zonas como Triana, San Lorenzo, la Alameda, etc. Se nota que antes de ponerte a escribir te has documentado bastante.
Toda la base histórica y documental es la que más tiempo me ha requerido para la confección de esta novela, pues quería enlazar distintos períodos de manera fidedigna para que, a su vez, el lector pudiera compaginar los momentos de aventuras y acción que viven los personajes en los lugares, plazas, iglesias y monumentos repartidos por las calles de la Sevilla actual y la pasada.
La novela contiene revelaciones sorprendentes, como que el símbolo del dólar estadounidense tiene origen español.
Ese es un buen ejemplo de la cantidad de símbolos y emblemas cuyo origen, con el tiempo, termina perdiéndose o incluso pasando desapercibido, muchos de ellos de uso ordinario y que los vemos casi a diario. Creo que el lector descubrirá muchas curiosidades y espero que les resulten, cuanto menos, asombrosas.
Los que crecimos con José María de Mena siempre soñamos con descubrir los túneles subterráneos que mencionaba en sus libros de historia de Sevilla. ¿Qué hay de realidad tras esto?
Hay otra Sevilla subterránea unos metros por debajo de la que nos asombra con su belleza cada día. Rara es la iglesia en esta ciudad que no tenga una cripta o unos pasajes en el subsuelo, algunos de ellos de pocos metros, ya que las construcciones modernas impiden conocer hacia dónde conducían. Cisternas romanas, galerías, calderas, pasajes, pasadizos que comunicaban distintas edificaciones, hay muchas evidencias de la existencia de varios de ellos, sobre todo desde la época de la reconquista.
Por el libro desfilan personajes célebres como Pedro Roldán, Martínez Montañés o Francisco Pacheco, pero también otros menos conocidos como Mateo Vázquez de Leca, Bernardo de Toro o Justino de Neve y Chaves. ¿Crees que obras como la tuya pueden servir para descubrírselos a la gente?
En cierta medida, espero que sí. Yo empecé a conocer algunos de ellos gracias a las calles que tienen sus nombres. Al investigar un poco, me di cuenta de que hicieron una solemne contribución a la historia de nuestra ciudad y que era desconocida por muchos, empezando por un servidor. Creo que ‘La Congregación de la Granada’ puede ayudar a recuperar de la memoria personajes que aportaron, asistieron y ayudaron en momentos muy significativos en el desarrollo del Siglo de Oro hispalense.