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Actualizado: 07 abr 2021 / 12:59 h.
  • Augusto Prieto. / El Correo
    Augusto Prieto. / El Correo

La crítica ha definido la descripción que hace de Sevilla el chileno Augusto D´Halmar en su novela Pasión y muerte del cura Deusto, publicada en 1924 como una de las más profundas interpretaciones de la ciudad que ha producido la literatura hispánica. Tal es el poder de evocación y la inspiración que encontró en una capital hispalense que le impactó su misterio.

D´Halmar retrata una Sevilla antigua y herética, en la que conviven promiscuamente los vestigios de las tres religiones del libro, cristianismo, judaísmo e islam. En ese marco incomparable, las celebraciones de la capital andaluza, en los principios del siglo, van pautando el argumento de la novela con las tardes de toros en la Maestranza, los bailes de máscaras, con los grupos de disfrazados recorriendo las calles en tiros de caballos; o la magia de esas liturgias de la Semana Santa que tanto echamos de menos en estos años de pandemia y a cuyo esplendor nos transporta el relato. El escritor encontró el amor en Sevilla y eso le motivó para escribir esta novela.

Esta es una de las novelas que se analizan en un ensayo recién publicado: El canon de la literatura gay en español. Por primera vez se establece el espacio geográfico e histórico en el que se habla español como una patria común, lo que nos permite hacer un viaje apasionante a través de las obras literarias más significativas del siglo XX en lo que se refiere a la identificación del individuo homosexual, a la lenta creación de una conciencia común que facilitó, después, la lucha por los derechos de los gais, pero que representaron también una manera de presentarlos ante la sociedad. Un libro para todo tipo de público porque habla de literatura, con mayúsculas. Porque no es necesario ser gay para interesarse por obras memorables, de la misma manera que a nadie se le ocurriría pensar que Madame Bovary sea una novela destinada, solo, a las mujeres infieles.

En el Canon se diseccionan obras maestras de la literatura universal como Paradiso del cubano José Lezama Lima, narraciones prestigiosas como Mimoun, de Rafael Chirbes, finalista del premio Herralde de novela; Plata quemada del argentino Ricardo Piglia, ganadora del premio Planeta y que tuvo su secuela en el cine, como también la tuvo El beso de la mujer araña de Manuel Puig, nominada a cuatro Oscar de la Academia de Hollywood, uno de los cuales se llevó su protagonista William Hurt. Escritores tan renombrados como Reinaldo Arenas, Manuel Vázquez Montalbán, Terenci Moix o Fernando Vallejo.

Y entre las obras seleccionadas, Andalucía ocupa un lugar destacado. Se haría escasa esta reseña para hablar de Federico García Lorca, asesinado entre otros motivos por ser homosexual, y cuya obra teatral El público se convirtió a lo largo de cincuenta años en un texto legendario y maldito que no vería la luz hasta que se estrenó en Milán en 1986.

Sevilla se materializa también en la obra de otro de sus ilustres ciudadanos, Luis Cernuda, cuya poesía se analiza en esta selección y cuyas estampas cotidianas penetran su obra lírica, de la misma manera que marcaron su infancia.

Importante lugar pues para Andalucía en una selección de reseñas en las que hay libros de culto, novelas retiradas de las librerías por las dictaduras del Cono Sur, los cuentos que trataron la homosexualidad por primera vez en Guatemala, en Bolivia, en la República Dominicana, en medio de tremendos escándalos.

El canon de la literatura gay en español es un ensayo poliédrico y multicultural.

«El canon de la literatura gay en español»: Sevilla en canon