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Actualizado: 09 sep 2021 / 22:38 h.
  • «Estamos en estado de guerra»

«Todas las guerras no son más que cuestión de cuartos. Pero poca gente se da cuenta de ello». Esta sentencia, pronunciada por Rhett Butler en la novela Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell (1936), es la enésima confirmación de que los conflictos bélicos se originan fundamentalmente por causas económicas. Ya lo explicó Thomas Shelling, premio Nobel de Economía, en su obra maestra de 1960, La estrategia del conflicto, cuando se refería a que existen reveladoras semejanzas «entre maniobrar en una guerra limitada, por ejemplo, y tratar de salir de un embotellamiento de tráfico; entre intimidar a los rusos e intimidar a nuestros propios hijos, o entre el actual equilibrio en el terror y la antigua institución de vasallaje». Por esta razón, la tesis de «guerra limitada» planteada por la periodista Cristina Martín Jiménez en su ensayo La verdad de la pandemia (Martínez Roca, 2020), uno de los fenómenos literarios del pasado curso, no solo resulta verosímil a la vista de los resultados, sino que abre un debate mucho más extenso que ahora cobra forma en La Tercera Guerra Mundial ya está aquí (Martínez Roca, 2021).

Planteado como una «crónica de guerra» y un «análisis de las armas utilizadas en ella», la obra se inserta dentro de lo que la escritora, conferenciante y doctora en Comunicación denomina «periodismo de trinchera». Esto es un modo de investigar, analizar y divulgar sin temor a represalias, lo que, según su versión, le ha granjeado innumerables problemas desde que publicase Perdidos. Los planes secretos del Club Bilderberg en 2013, una obra que ponía el foco sobre la organización fundada en Holanda en 1954, que, para la periodista de El Viso del Alcor, representa el «cuarto poder» mundial creador del sistema de vida actual. Dichos inconvenientes, especialmente de censura, se han acentuado durante el último año a partir de la publicación de La verdad de la pandemia —por poner un ejemplo, Facebook clausuró el canal de Martín Jiménez el pasado 21 de mayo acusándola de infringir las Normas comunitarias—. Y es que, como ella misma indica: «la verdad y la denuncia no son aceptadas por quienes hacen guerras tranquilas con armas silenciosas».

«Estamos en estado de guerra»
Cristina Martín Jiménez.

Un estilo directo y sin ambages

¿Y de qué trata exactamente La Tercera Guerra Mundial ya está aquí, una obra publicada el 1 de septiembre por el Grupo Planeta que en apenas veinticuatro horas logró agotar su primera edición? Obviamente de las luchas de las élites por el poder, del control de la ciudadanía a través del miedo y la manipulación, de la censura y, en general, del debilitamiento de la sociedad en todas sus facetas. Aspectos que la investigadora visueña desgrana en la obra con su característico estilo directo y sin ambages, y cuyas conclusiones no dejan indiferente. Sin ir más lejos, la presentación arranca con una declaración rotunda: «Estamos en estado de guerra». Afirmación que luego se esfuerza en demostrar a lo largo de 496 páginas, las cuales recogen temas tan diversos y complejos como la pandemia psíquica, los informes de adoctrinamiento, las políticas eugenistas o el transhumanismo. Asimismo, La Tercera Guerra Mundial ya está aquí aborda cuestiones como la guerra biológica, el origen del COVID-19 o el terrorismo mediático, las cuales la periodista aborda con pulso firme y con el apoyo de decenas de testimonios, noticias y artículos de investigación.

Como es de esperar, por las cuatro partes de la que se compone la obra desfilan personajes significativos que en los últimos meses han copado las páginas de los diarios de medio mundo, desde el presidente de la República Francesa Emmanuel Macron —al que Martín Jiménez se refiere como «iniciado francmasón»— al inversionista y filántropo multimillonario estadounidense George Soros, de quien no duda en afirmar que posee una «bipolaridad abrumadora» y un «alma enferma».

Dos grandes estructuras de poder

Pero La Tercera Guerra Mundial ya está aquí no se ciñe únicamente a los despachos de quienes manejan los hilos; también desciende al día a día de los colegios —el capítulo dedicado al bombardeo mediático en las aulas da mucho que pensar—, las residencias de ancianos —la autora titula el apartado Experimentos con los más frágiles—, e incluso la infodemia —esta viene definida como «el peligro de un exceso de información y noticias»—. Aspectos a los que se suman la Agenda 2030, los protocolos de la OMS o el negocio de las farmacéuticas —según afirma la autora de Hijos del Cielo y Los amos del mundo están al acecho: «El filántropo Bill Gates nunca ha ocultado que pretende hacerse con el mercado global de la salud, porque lo considera un negocio más lucrativo que la banca»—.

Dicho esto, ¿quiénes son los contendientes de esta Tercera Guerra Mundial? Cristina Martín Jiménez lo tiene muy claro. Para ella se trata de «dos potencias» que en realidad son «dos grandes estructuras de poder: el Partido Comunista Chino y el bloque del antiguo establishment occidental». Opuestos a los que la periodista califica de «aliados y enemigos al mismo tiempo» y cuyo objetivo es hacerse con «el trono del mundo». Para hacer frente a esta amenaza, Cristina aboga por hacer «La Gran Revolución», la cual debe comenzar por arreglar «el plano espiritual» y «amarnos los unos a los otros»; algo que debe complementarse con «pensar y tomar decisiones por uno mismo» y «negarse a ser cómplice». Y como colofón, vaticina: «Dentro de cinco años —espero que antes— todos conocerán la verdad de quienes, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, consciente o inconsciente, se convirtieron en criminales de guerra».

«Estamos en estado de guerra»