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Actualizado: 30 sep 2022 / 22:20 h.
  • La Cara Oculta – Inktober 2022

Es aconsejable que leáis las siguientes dos párrafos evocando la voz sexy cuqui de Lucía Taboada en sus intervenciones para «Sofá sonoro».

El año 99 del pasado siglo vio el nacimiento del Euro, la moneda única para doce estados de la unión y con la que nos la metieron sin escupir antes siquiera. Hubo dos terremotos en Murcia. Se celebró la 41ª gala de los premios Grammy, lo petaron Céline Dion y Madonna, lo que dice mucho de una época. En el instituto Columbine se les complicó el recreo. Salió la PlayStation 2; y nació Azariah Soromon, futbolista vanuatuense a quién mandamos saludos desde aquí.

La gente hacía cosas (la gente siempre hace cosas) y se quejaba de otras cosas (siempre también). Yo me matriculé una vez más en la universidad, ya que me ganaba la vida a tacón corrido. En otros ámbitos, creo que había dejado ya la etapa «fogosa» y me había metido en lo «interracial» (no lo recuerdo, he tenido periodos muy experimentales en lo del arte).

Ya os he situado en el tiempo, ahora lo podéis olvidar porque en realidad la fecha que hay que destacar es el 2009, pero a mí es que me gustaba más el 1999, será por la juventud y eso, y porque en realidad es todo muy trivial.

El caso, que 2009: Jake Parker estaba en su casa trasteando con aquello tan nuevo del Facebook. Ya había pedido amistad a todos sus amigos de la vida real; había aceptado a unas cuantas «universitarias liberales en tu zona»; e intentaba ver cómo rentabilizar su presencia digital tanto en redes como en su web.

Total, que estaba perdiendo el tiempo en Internet y no dibujaba una mierda, cosa que no era buena porque él se dedicaba a dibujar para pagar facturas, y si estaba cliqueando, pues no dibujaba.

Fregó el baño (que lo tenía hecho una pordiosería), pensó en preparar unos burritos para la cena y, cuando se iba a poner con la plancha, la magia surgió.

Aquí aplico yo mi teoría de que el cerebro humano sale del letargo ceporro con el que va tirando a diario (gracias a las muletas de las rutinas y los automatismos) en cuanto hay que planchar. Nuestro instinto de supervivencia se activa y las neuronas hacen cualquier cosa para evitar la plancha. Está científicamente demostrado. Otro día os cuento de experimentos de la Gestapo al respecto.

Las conexiones sinápticas de Jake chisporrotearon y llegaron a la conclusión de que podía utilizar la Red para mejorar su productividad artística, crearse una disciplina de trabajo y a la vez dar a conocer su labor.

«Animar a otros a hacerlo, a que mejoren sus habilidades, que se lo tomen como un reto y que se apoyen unos a otros. —Pensó Jake enzarpadísimo y tras mandar a tomar por saco la puta plancha. —Sí, podemos compartir nuestro arte, cambiar la realidad, hacer que los sueños cobren vida. Se podría llamar... ¡Potorro!».

Dos cosas llegados a este punto:

1-El cerebro humano, tras el desorbitado esfuerzo de generar una buena idea, suele resentirse y, de inmediato, soltar alguna parida.

2- «Potorro» en inglés no tiene significado, pero sonaba bien, con fuerza. Es un poco el caso de aquel coche que se sacó al mercado español bajo el potente nombre de «Pajero» sin que nadie de márquetin dijera nada.

Jake, cuando se le pasó el subidón, le dio un par de vueltas al asunto. Sus neuronas ya estaban agotadas, así que tiró por lo fácil y miró el calendario. Si el anuario hubiese sido de los nuestros, seguramente tendríamos referencia al santoral, pero no se dio, allí sólo se leía Monday, que es lunes y a nadie le gustan los lunes de mierda. También era octubre, October para él, así que decidió: «Pues, eso, October y a tomar por culo». (Lo mismo dijo eso que me gusta tanto de jolixit, no sé).

Pero, claro, no seríamos la especie elegida, seres con capacidad de cambiar el mundo, de realizar procesos creativos que desafían nuestra propia naturaleza mortal, de trascender las miserables migajas temporales de las que disponemos en el suspiro efímero de nuestras vidas, sin currarnos un poco las cosas.

Así que con un juego de palabras entre October (octubre) e ink (tinta), surgió el vocablo intraducible de Inktober.

Así sucedió, nenas y nenes, y por eso nos regalamos egagrópilas decoradas con brilli- brilli en estas fechas tan señaladas.

El resto es historia.

Vale, no. Nada de lo que os he contado está corroborado por mister Parker, pero podría haber ocurrido perfectamente en este o en cualquiera de los multiversos.

Lo que es verdad es que este sábado comienza la chopecientas edición del Inkoctober, en la que participan literalmente, millones de dibujeros del planeta. De la iniciativa original han surgido docenas de variantes de temáticas, estilos, motivos, fechas, técnicas y acabados.

En principio, el Inktober animaba a realizar un dibujo a tinta cada día del mes y compartirlo en redes sociales con la etiqueta #Inktober. Esto generaría un portafolio de treinta y una ilustraciones; ayudaría a la visibilidad de los dibujantes y los motivaría; daría mucho gustito por el reto superado y, además, pondría falanges y metacarpos hinchados como cipot..., en fin, muy hinchados.

La Cara Oculta – Inktober 2022

Hay gente que lo se lo toma muy en serio y para quienes supone un buen método publicitario, amén de una buena fuente de ingresos porque luego vende o subasta los originales o reproducciones de los mismos. También hay muchos que lo encaran como un juego o una forma de experimentación creativa y que sólo escogen las propuestas que les motivan o les parecen divertidas. Esto de las propuestas es que en www.inktober.com hay colgado un calendario con una palabra o motivo determinado para cada día. «Aperitivo», «armadillo», «gárgola», «coleta», esas son algunas de las proposiciones oficiales, creo que con la intención de que cada uno plasme su visión particular y que, al ser conceptos poco definidos, exista variedad.

Por supuesto, la gente luego hace lo que quiere porque no se pueden poner puertas al campo, y se pueden encontrar listas de propuestas alternativas, o sólo de personajes, o de encargos personalizados.

Os voy a dejar cuatro enlaces de ilustradores de quienes me he acordado, a raíz del tema que nos compete, junto con muestras de lo que hacen.

Oscar Bermejo https://www.facebook.com/oscar.bermejodiaz

La Cara Oculta – Inktober 2022

Sheila Ortega. Sheila Ortega | Facebook

La Cara Oculta – Inktober 2022

Jennifer Rubio Jenn Rubio Art | Facebook

La Cara Oculta – Inktober 2022

Jesus C. Gan | Facebook

La Cara Oculta – Inktober 2022
La Cara Oculta – Inktober 2022

Es posible que, el próximo viernes, os hable del año 2001 del que guardo muy buen recuerdo y al que suelo referirme como el de «Un fartó gordo gordo, cuarto litro de horchata y postmodernismo».

Hasta entonces, besos de carmín.