Vamos de nuevo con composiciones de extensión breve, que exponen ideas de forma directa y que no requieren de una gran concentración al carecer de largos argumentos o tramas derivadas.
Cuentos o relatos que llegan al público en retapados de cuidada edición. Y firmas de muy dispar experiencia, estilo y relevancia.
«El año de la ballena» de José A. Cano. Tapa blanda, cosido, con solapas. Páginas:135. Editorial Base. P.V.P:14,00 €
Volumen que se conforma por diez composiciones de extensión variable. Podrían ser relatos de no carecer de la estructura interna propia de este género, yo las definiría casi como paisajes literarios, bodegones de determinados sentimientos o emociones que se intentan trasmitir al lector. Reflexiones de ficción contadas a modo de anécdota cercana, muy bien escritas y que en la mayoría de las veces dejan con ganas de saber cómo prosigue la historia. Esto es bueno, también la forma, muy correcta, con un ritmo propio que recuerda a los sueltos de prensa y, que para mi gusto, adolece de un lenguaje demasiado cuidado y destinado a contentar a regidores de redacción y a un público no acostumbrado a leer exabruptos en negro sobre blanco. El caso es que enganchan. El soliloquio telefónico de «Disturbio» es para enmarcarlo y los múltiples ángulos narrativos de «Uno a Cero» han logrado que me lea un relato sobre algo que me gusta muy poco, y de lo que entiendo menos, como es el fútbol.
Cano consigue llevar al lector de visita a lugares no demasiado lejanos, pero sí poco accesibles, como la base militar de «Los Tres apellidos de la sargento Donalía», al tiempo que hace interesantes escenarios muy habituales como una tienda multiprecio de chinos en «F5 Phantom».
«Borduria» es una curiosa historia de amor platónico a través del tiempo y la documentación cinéfila que quiero destacar.
«Obscura. Diez Relatos» de Varios Autores. Tapa dura. Páginas: 344. Obscura Editorial. P.V.P:21,90 €
Me alegra mucho poder reseñar este «Obscura» del joven sello del mismo nombre que llega al mercado con un proyecto firme, serio y apostando por autores nacionales de fantasía y terror. Sólo hay que ver las diez firmas que ha reunido para esta antología: Carlos Sisí, Malenka Ramos, Jesús Cañadas, Cristina Jurado, David Jasso, Nieves Mories, Rodolfo Martínez, Cristina Carro, Eduardo Vaquerizo y Sofía Rhei.
Cada relato se abre con una reflexión del autor sobre la oscuridad y no es un mero adorno, sino un breve prólogo de lo que se va a encontrar en la lectura, cuando no una interpelación directa al lector como en el caso de David Jasso .
Es complicado destacar alguno porque el nivel es muy alto, me ha gustado la aportación erudita y existencialista de Rehi, así como el planteamiento de Jurado que deja ver una trama y un contexto mucho más elaborado. Sisí está grande con sus aires de superproducción con moralina.
Diversos estilos y extensiones siempre con un toque inquietante.
Este proyecto editorial de Job Pero promete grandes cosas y una nueva forma de enfocar la salida de los libros al mercado. Valga como ejemplo la posibilidad que hay en su web de escuchar un fragmento de los relatos narrados por los propios autores. Marketing cuidado y genial.
Relación de títulos y autores:
«Margot»-Malenka Ramos.
«David contra Goliat»-Carlos Sisí.
«Los mil libros que hay que leer después de morir»-Sofía Rhei.
«La penúltima»-Jesús Cañadas.
«El faro»-Cristina Carro.
«Espejismo»-Rodolfo Martínez.
«Tsirah»-Nieves Mories.
«Obscura»-Eduardo Vaquerizo.
«Limítrofes»-Cristina Jurado.
«El huevo»-David Jasso.
«Laudaner» de Bea Magaña. Tapa blanda. Páginas: 386 Editorial Maluma. P.V.P:10€
Laudaner es aquel que canta laudas, es un cantador de historias, un aedo, un bardo. Esa es mi definición de la palabra inventada por Bea Magaña y así se denomina ella misma, aunque de forma fallida, ya que se ha convertido en un personaje. Me explicaré. Este volumen recoge la mayoría de la producción de relatos de Magaña publicados en distintas antologías. Trabaja muy diversos géneros, estilos y formatos. Hay canciones, hay ciencia ficción, fantasía, toques de comedia, terror en distintos subgéneros, incluso algo de romántica. Todo lo anterior en un estilo de corrección estética y formal propio de alguien perfeccionista y que ama lo que hace. Muchos referentes anglosajones de primer nivel, un ritmo interno en cada estructura narrativa que hace la lectura continua y ligera. Cuenta también con muy buenas ideas y conceptos novedoso como en «Papá, no sé de dónde salen las arañas muertas» o «Sicigia». En resumen: cuentos para disfrutar en una lectura rápida.
Pero lo mejor de «Laulander» es la otra historia que cuenta y que es la que realmente engancha y crea el elemento aglutinante del recopilatorio, que no es otra que la vida de la propia autora. Partiendo de «A modo de prólogo», pasando por la presentación de la génesis y vivencias derivadas de cada relato, y finalizando en «A modo de epílogo», Magaña se dirige al lector para contar sus inicios como escritora, sus primeros pasos en concursos y antologías, las amistades que ha ido cultivando entre letras, las anécdotas vitales, las pérdidas, sus momentos de bloqueo creativo, los desencantos sufridos, pinceladas de su vida personal y profesional. Es en esta narración donde se puede apreciar cómo crece como escritora y desarrolla una voz propia, totalmente creíble y adictiva.
Ya había leído a esta autora antes en sus ficciones y es buena, pero me ha encantado su realidad escrita. Un manual de uso y disfrute para quienes comiencen a moverse por talleres y foros de creación literaria.
«La Décima Musa: Videojuegos transformados en literatura». De Varios Autores. Tapa blanda. Páginas: 296. Jot Down Books.P.V.P:15€
Un original experimento que aúna disciplinas tan dispares como la literatura y los videojuegos. La primera hace las veces de soporte y la segunda de temática a tratar. Sobre la prosa es tan variada como se puede esperar al reunir a veinticinco escritores provenientes de campos como el periodismo especializado, el guion, las redacciones online, las columnas de opinión o la ficción escrita más elaborada. La idea común tratada crea enfoques muy novedosos que van desde el resumen de argumentos de shooters a fanficts, o la exploración de los mundos dentro de mundos pixelados como en la animista «Por ti» de Guillem López. En «Un mal jugador» de Juan Gómez Bárcena hay un sorprendente matiz transcendental ante la idea de reencarnación y muerte. Otras son sólo para eruditos como «Mi abuelo» de Rosa Carbó.
Cualquier gamer la disfrutará, pero también agradará a aquellos que sólo tienen las videoconsolas o las máquinas arcade como un referente de fondo, ya que se ha logrado un curioso abanico temporal que abarca desde las arcaicas recreativas hasta las consolas domésticas de última generación.
Hay también un juego oculto entre estas historias de juegos, pues no se cita el referente en el que se basa cada relato y esto invita a buscarlo con ansia enciclopédica. Sirven como pista las ilustraciones de Rubén Calles antes de cada título.
Ah, sí; anda en el plantel una tal So Blonde, pero no quería yo dejar por eso sin difundir el trabajo del resto de firmas.
Relación de títulos y autores:
«Tres clásicos»-Nacho Vigalondo
«Un mal jugador»-Juan Gómez Bárcena
«La locura es más rápida que la luz»-Carlos L. Hernando
«Filiación divina»-Borja Vaz
«Otra vez aquí»-Jorge Morla
«A mi querido papá»-Garazi Albizua
«FTE»-David Martínez
«Tres cabezas»-Diego Cuevas
«Mi abuelo»-Rosa Carbó-Mascarell
«Código de maleantes»-Aixa de la Cruz
«Sala de espera»-Isabel Tallos
«Por ti»-Guillem López
«El documento perdido»-Santiago Bustamante
«Luces en los ojos»-Jordi de Paco
«Sísifo era un cuadrado verde sobre fondo gris»-Ángel Luis Sucasas
«Conversaciones con el cuervo»-Eva Cid
«Encontrarás la verdad en el bosque»-Diego Freire
«Contagio conveniente»-Kevin Sardà
«Como en los viejos tiempos»-Eva Mosquera
«Ningún cielo es para ella»-F. M. Espinosa Rubio
«Vuelta a casa»-María Lillo
«Registro de muertes número 6237756601»-Luis Díaz Peralta
«Tu piel y la suya»-Mariela González
«Elección»-So Blonde
«La escalera»-Clara Morales
En siete días más obras exclusivas, esquivas, preciosas rarezas que casi siempre quedan en «La Cara Oculta» de los expositores de las librerías y catálogos de las distribuidoras.
Besos de carmín, nenas y nenes.