Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 19 mar 2022 / 11:58 h.
  • Constantino Martínez-Orts dirigiendo a la FSO en Fibes.
    Constantino Martínez-Orts dirigiendo a la FSO en Fibes.

Cuentan que cuando Miklós Rózsa recibió de la Metro Goldwyn Mayer la propuesta para componer la música de Ben-Hur (1959), no solo aceptó entusiasmado sino que corrió a hacer las maletas para poner rumbo a Italia. Y es que, tras haberse sumergido en la cultura romana para crear la banda sonora de Quo Vadis (1951), tenía claro que esta nueva partitura debía ser mucho más grande y épica, por lo que debía inspirarse en el país donde se desarrollaba gran parte de la historia. De este modo, el compositor de soundtracks memorables como Perdición, El Cid o Rey de Reyes estuvo residiendo un año y medio en Santa Marguerita Ligure, una pequeña localidad costera ubicada al sur de Génova, que es conocida como «la perla» por su increíble belleza. Y lo cierto es que la jugada le salió perfecta, ya que los suaves vientos del Mar de Liguria le permitieron conectar con el siglo I de manera asombrosa, dando a luz un conjunto de temas que hoy lideran la lista de las mejores bandas sonoras de la historia. Por eso no debe extrañarnos que Constantino Martínez-Orts, un devoto de los clásicos cinematográficos, y en especial del húngaro Miklós Rózsa, haya querido arrancar los conciertos de ‘Fénix’, la gira con la que la Film Symphony Orchestra vuelve a recorrer los escenarios de la península ibérica, con el preludio de Ben-Hur.

Herrmann, Morricone, Newman, Tiomkim y Bernstein

Tras los ecos del Imperio romano, el director madrileño afincado en Valencia continuó con su tributo a los clásicos adentrándose en la música de Bernard Herrmann para Fascinación, thriller psicológico de 1976 dirigido por Brian De Palma, que claramente bebía de la hitchconiana Vértigo (1958). A este merecido homenaje, Martínez-Orts añadió recuerdos a Ennio Morricone, con una maravillosa Suite de Los Intocables de Elliot Ness (1987) —de nuevo Brian De Palma—; Alfred Newman, con su poderosa La conquista del oeste (1962); Dimitri Tiomkim, con su grandilocuente El fabuloso mundo del circo (1964); y Leonard Bernstein, de actualidad por el remake de la memorable West Side Story (1961). Algo más cercanos en el tiempo son los «clásicos» Mucho ruido y pocas nueces, El Código Da Vinci y Matrix, con los que el público que llenaba el auditorio FIBES de Sevilla —segundo concierto de la FSO en apenas tres meses y nuevo éxito de taquilla—, disfrutó de lo lindo.

Música para amansar a las fieras

Uno de los momentos más mágicos de la noche llegó con la interpretación de Buongiorno principessa (Buenos días, princesa), melodía principal de la La vida es bella (1997); una pieza del romano Nicola Piovani que, más allá de sus notas deliciosas y su mensaje de positividad, nos hizo evocar los horrores de la guerra gracias a la emoción desplegada por los músicos —música para amansar a las fieras—. Tras la notable interpretación de la banda sonora encargada por Roberto Benigni, los espectadores de FIBES volvieron a vibrar con las notas de Gladiator, otro monumento a la composición fílmica, obra del alemán Hans Zimmer. Si Rózsa está considerado uno de los «padres» de las bandas sonoras junto a Max Steiner, el autor de soundtracks como Rain Man, El Rey León o Interstellar, es uno de sus máximas figuras actuales.

Emoción, risas y aplausos

De los campos de trigo de Emérita Augusta —la añorada patria de Máximo Décimo Meridio— a la Tierra Media de J.R. R. Tolkien hay apenas unos pasos de distancia. Y es que Martínez-Orts, cuya capacidad para conectar con la grada es tan innata como su gusto para diseñar conciertos, es capaz de hacer posible lo imposible. Tanto en esta ocasión como en la anterior, la FSO brilló con intensidad gracias a la incorporación de una voz femenina; recurso que el director viene utilizando con gran éxito en los últimos años. De este modo, sevillanos y foráneos pudieron sumergirse de una manera especial en el mundo de El Señor de los Anillos, la obra cumbre de Peter Jackson que remató con acierto Howard Shore.

Asimismo, el segundo y último concierto de ‘Fénix’ en la capital andaluza volvió a contar con los dos Alan (Silvestri y Menken), cuyas aportaciones en Polar Express y La Bella y la Bestia fueron correspondidas con grandes aplausos, y los giros a los que nos tiene acostumbrados la orquesta. De hecho, dos de los momentos más inefables de la noche llegaron con la interpretación de la sintonía de El Equipo A —risas entre el respetable— y la Suite de Los Bridgerton, serie de moda en Netflix con la que Constantino Martínez-Orts parece mantener una relación particular. Y como suele ser habitual, hubo sorpresas en el concurso organizado tras el descanso y los fans de Han Solo, Luke Skywalker y la princesa Leia quedaron satisfechos tras escuchar los títulos principales de The Mandalorian y la inevitable Cantina Band de Stars Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza. Larga vida a la FSO.