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Actualizado: 25 may 2023 / 13:35 h.
  • Heladerías Rayas, en Sevilla desde 1980

Seguro que alguna vez han oído hablar de las heladerías Rayas y, es más, seguro que han probado sus helados. Hoy les traigo un poco de historia de este paraíso. Y es que el tiempo pasa sin dar tregua y parece que fue ayer, pero ya hace más de cuarenta años que este negocio nació en Sevilla. Fue en 1980 cuando José Rayas inició su andadura con la tienda de Almirante Apodaca, cercana a la Plaza del Cristo de Burgos. En aquellos años, las heladerías no proliferaban como pasa ahora donde, en las calles más turísticas, hay una detrás de otra. Si se colocan de espaldas a la puerta de la actual tienda, la primitiva, la que dio origen a todo, estaba colocada justo a la derecha. Pared con pared a la actual. En la antigua, un escalón daba paso a una locura para los sentidos y, sin tardar mucho tiempo, se hicieron con la fidelidad de los vecinos del barrio que fueron corriendo la voz sobre las delicias que, en tarrinas o en cucuruchos, se servían allí.

Heladerías Rayas, en Sevilla desde 1980

En este lugar primaba la calidad sobre la cantidad y era frecuente ir buscando un sabor en concreto que se había terminado. Esto no suponía un problema porque la reposición era constante y, si tenías prisas, siempre podías descubrir otro sabor que ya contribuiría a complicar aún más la difícil decisión de elegir uno entre todos. Años más tarde, la empresa decidió diversificar abriendo en el local anexo, donde ya hoy en día está ubicada la tienda de Santa Catalina, un despacho de chocolates. Recuerdo los escaparates llenos de planchas de chocolates negros, con leche, con almendras y avellanas enteras. Una locura. Otra más. Allí elaboraban paquetitos para eventos tipo bautizos, comuniones... Lo que hiciera falta para conquistar el paladar de los sevillanos, que tomaron Rayas como su heladería de referencia. Tal fue el nivel de exigencia del público local que, a los sabores ya tradicionales de frutas “normales”, añadieron frutas tropicales como el higo chumbo, que encajaron perfectamente con nuevas e innovadoras mezclas como “Carapino” o “Nociolosa”.

Heladerías Rayas, en Sevilla desde 1980

El tiempo ha pasado y la Sevilla de finales del siglo pasado, en cuanto a establecimientos emblemáticos se refiere, ha cambiado. Sin embargo, permanecen abiertos clásicos de toda la vida que siguen luchando por mantener a sus clientes fieles ante la competencia, que ampliaron la oferta de forma considerable. En este sentido, Rayas fue un ejemplo. Adaptándose a los nuevos tiempos, abrieron una segunda tienda en la calle San Pablo, lindando con Reyes Católicos, pero decidieron mantener el estilo que les dio un prestigioso nombre dentro de la ciudad.

Heladerías Rayas, en Sevilla desde 1980

Sevilla tiene el poder de apropiarse de las cosas que entiende que les pertenece, sea la empresa de quien sea. El nombre de la ciudad es un gran monstruo que eleva a los cielos a quien le gusta o destierra a quien no. Ir asociado a la capital de Andalucía supone una enorme responsabilidad, además de un privilegio que, sabiéndolo gestionar, se convierte en perfecto aliado. Un ejemplo, Rayas. Un orgullo para Sevilla... y viceversa.

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