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Actualizado: 11 nov 2020 / 14:02 h.
  • ¿Se puede soñar con el futuro?

Ese día un avión, un DC-10, de la “American Airlines” se estrelló cuando estaba en la maniobra de despegue, en un accidente que guardaría ciertos paralelismos con el accidente del SpainAir en el aeropuerto de Madrid-Barajas.

En el accidente de Chicago resultaron muertos todos los pasajeros y la tripulación de a bordo. Fue una gran tragedia y fue un suceso terrible que fue soñado por una persona durante varias noches seguidas, en una clara premonición de lo que iba a suceder...

Desde nueve días antes, desde el 16 de mayo de 1979, una persona llamada Dave Booth, un hombre de mediana edad, manager de una empresa de Cincinnati (Ohio) dedicada al alquiler de automóviles. Es esta persona quién durante noches seguidas, de forma martilleante, soñaba con un terrible accidente aéreo.

Dave Booth recordaba de aquellas terribles pesadillas: “El sueño mirando yo hacía un campo desde la esquina de un edificio de una planta. El edificio estaba hecho de ladrillos amarillos y tenía el techo de grava. Las ventanas que daban al campo parecían tener recortes de papel pegados en los cristales. Yo tenía la impresión de que aquel edificio era un colegio. Sin embargo, también relacionaba una fábrica de alguna clase con el edificio.

Detrás de éste había una zona de aparcamiento enarenada con un paseo que pasaba por delante del edificio y después volvía hacia la carretera situada a mi espalda. Mientras observo el campo, veo una hilera de árboles que va desde el Noroeste hacia el Sudeste.

Todos los árboles y la hierba son verdes. Es por la tarde, ya que el sol está en el Oeste y declinando, en vez de ascender. Mirando por encima de la hilera de árboles en dirección al Nordeste, veo un gran avión en el aire.

¿Se puede soñar con el futuro?

La primera impresión que tengo es que, por estar tan cerca, el avión debería hacer mucho más ruido del que hace. Siento que algo anda mal en el motor. Entonces el avión empieza a inclinarse hacia la derecha en dirección este, el ala izquierda se eleva muy despacio, pero no en movimiento retardado, y el avión da una vuelta sobre sí mismo y cae directamente sobre el suelo. Cuando veo el choque, es como si estuviese mirando al avión desde delante, y no desde un lado o desde atrás. Cuando se estrella contra el suelo, se produce una enorme explosión.

No encuentro palabras para describir la explosión, salvo que es espantosa... Al extinguirse el ruido de la explosión, me despierto. El avión que he visto era un reactor de tres motores de "American Airlines”, el avión siniestrado”.

Avión estrellado

El avión de la “American Airlines” se estrella tres minutos pasadas las 15.00 h. Aquel DC-10 perdió uno de los propulsores, uno de los motores, al despegar. Debido a ello perdió altura y se estrelló en una aeropuerto anexo a “O´Hare”. Fue terrible, no hacía ruido, se estrelló, rodó por la pista perpendicularmente, impactó primero con el ala izquierda para estallar después contra un hangar cuyas llamas se vieron desde diferentes puntos de Chicago al alcanzar 130 metros de altura.

Así se certificó el tremendo accidente y todas sus víctimas.

Dave Booth quedó impactado, era justamente lo que él había soñado, lo que noche tras noche lo había atormentado de forma cruel y que no le encontraba explicación hasta que, nueve días después, vivió, como muchos estadounidenses, aquel accidente.

Lo grave de todo esto es: ¿quién cree una premonición? Dave Booth acudió, ante la insistencia de los sueños, a las sede de la “American Airlines” y a la Administración de Aviación de Cincinnati. Pero no le creyeron y no tomaron en consideración lo que aquel asustado hombre les estaba narrando.

Ante la insistencia de los sueños Booth acudió a la FAA que dijeron tomar nota de su llamada, pero no hicieron nada, seguramente se hicieron una pregunta ya formulada: “¿quién cree en premoniciones hipotéticas?”.

Las notas de Dave Booth, sin embargo, tras el accidente, tras la realidad de lo soñado, fueron mandadas al Instituto de Parapsicología de Durham, Carolina del Norte, donde se procedió a hacer un estudio a posteriori del caso del DC-10 de “O´Hare” y los sueños premonitorios del señor Booth que no volvió a repetirse.

Existen los sueños premonitorios, hemos tenido este ejemplo tan gráfico como buena muestra de ello, tal vez en el mundo de lo onírico se manifiesten nuestros propios problemas, nuestros propios fantasmas, nuestras preocupaciones cotidianas, pero también se manifiestan, muy de cuando en cuando, visiones de nuestro futuro, visiones del más terrible de los futuros.